Y es que dicen que diciembre de 2012 y enero de 2013 podrían ser fundamentales para las sorpresas que tiene preparadas el nuevo Presidente mexicano.
¿Y de qué sorpresas estamos hablando? No, que nadie se equivoque. No veremos sorpresas como las que llevó a cabo el entonces Presidente Carlos Salinas –desde el 1 de diciembre de 1988--, quien operó una suerte de venganza contra sindicatos como el petrolero y el magisterial –a los que acusó de traición--, y que llevó a prisión a empresarios a los que pretendió escarmentar. No, en el Gobierno peñista no habrá ni venganzas ni cobroma fiscal cuidará a los que menos tienen.
La reforma energética se podría convertir en otra sorpresa. ¿Por qué? Porque la iniciativa que cocinan los estrategas del nuevo gobierno incluye buena parte de las propuestas y las fórmulas que han abanderado los partidos amarillo y azul. De hecho, se propondrán experiencias que son comunes en países de gobiernos socialistas y de centro izquierda.
Pero además, se producirán importantes cambios en secretarías como la de Gobernación, en la lucha contra el crimen organizado, en materia fiscal, de programas sociales, cultura y, en general, en buena parte de la administración federal.
Por lo pronto, si alguien tiene duda sobre las posturas flexibles y negociadoras del PRI, basta echarle una mirada al resultado de la entrega de facturas. Claro, eso dicen sus cercanos.
En otras palabras, que a pesar de que algunos gobernadores del PRI se la jugaron --velada y abiertamente--, contra la candidatura de Enrique Peña Nieto, lo cierto es que el nuevo Presidente llevó a cabo una intensa "operación cicatriz" entre los tricolores, que permitirá que al 1 de diciembre próximo el PRI llegue unido, como un solo bloque. Y si no es un manotazo, ¿entonces cuál es la sorpresa que se espera de Peña Nieto? Si bien son muy pocos los que tienen "completa la película" de lo que prepara el Presidente Peña Nieto, para el arranque de su gestión –y por tanto no hay una pista clara de esas sorpresas--, lo cierto es que se sabe que los sorprendidos aparecerán desde los próximos días, una vez que se confirme la pluralidad y la estatura de los integrantes del gabinete.
Para empezar, se sabe que el gabinete presidencial de Peñas Nieto no sólo rescatará a reputados priistas del pasado –que ocuparán posiciones clave--, sino que se sumarán jóvenes y probados políticos del nuevo PRI, al mismo tiempo, alternarán con especialistas y expertos sin partido y que habrían llegado al gabinete gracias a sus capacidades, antes que por sus amistades.
Pero acaso la mayor sorpresa sea la eventual incorporación al gabinete peñista, de mujeres y hombres surgidos de la izquierda y la derecha partidistas –del PRD y del PAN--, lo que establecerá la primera piedra para la edificación de lo que ya se moteja como "el rebase de la izquierda y la derecha, por los flancos derecho e izquierdo".
Sin embargo, el primer paso para ese "rebase" será la incorporación al gabinete del nuevo gobierno, de políticos de izquierda y derecha.
La segunda etapa sería la presentación de programas y proyectos que históricamente han sido banderas del PRD y el PAN –sin excluir los programas del PRI--, con lo que será casi difícil, si no es que imposible, que dichos programas y proyectos sean rechazados por los opositores del PRI en el Congreso.
Lo más interesante, sin embargo, se podría producir en las propuestas de reformas presentadas por el nuevo gobierno priista, en materia económica. Es decir que, por ejemplo, en materia presupuestal y tributaria, el PRI estaría dispuesto a promover un mayor gravamen para los que más tienen –que paguen los grandes evasores--, mientras que la reforde la medalla Belisario Domínguez. Resulta que en la entrega 2012, le correspondía al PRI proponer al destinatario de ese galardón. El PRI había decidido que el galardón sería Jorge Carpizo. Sin embargo, retiró su propuesta y aceptó que el ganador fuera el maestro Ernesto de la Peña. La misma capacidad de negociación se lleva a cabo con la reforma laboral.
En el camino
El mundo entero observa lo que pasa en las presidenciales de Estados Unidos. Sin duda que es la noticia para el mundo. Pero la noticia para los mexicanos está en otro lado. La noticia será si Enrique Peña Nieto tendrá la capacidad, la capacitación y la fuerza para lidiar con el que resulte ganador allende la frontera norte; un país fracturado por una peligrosa polarización.
Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104
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