viernes, 4 de octubre de 2013

Francisco Garfias - Manual de “autodefensa” anarquista

Los seudo anarquistas que querían quemar vivos a los granaderos apostados en las inmediaciones de Avenida Paseo de la Reforma Centro no son improvisados. Son grupos antisistema entrenados, adoctrinados. Se apegan al pie de la letra a un manual de autodefensa que, paradójicamente, los orienta sobre cómo agredir a la fuerza pública que los contiene en las manifestaciones.
El GDF nos proporcionó una copia del voluminoso manual. El lenguaje utilizado refleja que se trata de radicales de izquierda que intentan agudizar las contradicciones para desestabilizar a los gobiernos federal y local.
Imposible comentarlo en su totalidad. No hay espacio. Pero van unos párrafos para respaldar las afirmaciones que hacemos.
Dice en la introducción de ese texto:




“El derecho de la autodefensa ha surgido a través de los pueblos en donde las acciones que realice el pueblo son justificadas debido a las agresiones de toda índole (político, económico, social, cultural…) ejercidas por aquellos que han ostentado el poder. Es ese poder el que provoca la reacción del pueblo el que se encuentra harto de sus condiciones de vida y de gobierno.”
Y más adelante:
“Hay grupos de autodefensa en la actualidad en México, desde dos perspectivas, en guerrilleras como el EZLN o el EPR, hasta policías comunitarias (como en Guerrero) en los diferentes estados del país en donde debido a la falta de condiciones estables de vida, han optado por la autodefensa de sus tierras.”
En el capítulo sobre qué hacer en las manifestaciones se explica la razón por la cual deben ir encapuchados:
“El Estado, por medio de diferentes medios, como cámaras de video, identifica a manifestantes, a líderes… es por ello que la capucha es indispensable para protegerse y evitar la identificación de cada uno de los manifestantes”.
“Con esto siempre es recomendable ya sea una playera, pañuelo o pasamontañas e incluso una misma bufanda traerla mojada con vinagre o Coca-Cola. Esta última ayuda mucho a evitar el ardor que provoca el gas lacrimógeno”.
Sobre las bombas molotov:
“Se llama coctel molotov o bomba molotov a una bomba incendiaria de fabricación casera cuyo propósito, más que la explosión, es de la expansión de los líquidos inflamables que contiene. Este artilugio está hecho de una mezcla de ciertos productos inflamables (por ejemplo gasolina) con aceite de motor o aserrín en un recipiente de cristal.
“Se le clasifica entre las bombas termobáricas de baja intensidad. El aceite de motor hace que la gasolina se adhiera a cualquier superficie volviendo la mezcla más difícil de extinguir.
“Por eso es importante su correcta preparación, ya que recordando las propiedades de los materiales del equipo de la policía (escudos, trajes y protectores que vienen en el capítulo 1) al momento de que impacta la bomba molotov, gracias al aceite, éste se adhiere a sus escudos y protecciones en general, haciendo que retrocedan.
Los materiales para armar una bomba molotov son: una botella de vidrio (de cualquier tipo, licor, cerveza, refresco): gasolina o queroseno; aceite de motor; un pedazo de tela, aproximadamente 50 centímetros más o menos; encendedor o cerillos, o embudo.”
¿Cómo la ve?
“¡Pinches oportunistas!”, soltó espontáneo, Miguel Barbosa, coordinador de los senadores del PRD. Los calificativos iban dirigidos a Mariana Gómez del Campo yJavier Lozano.
Los legisladores panistas acababan de dar una conferencia de prensa en la que hablaron de la “cobardía” del GDF frente a los grupos violentos, y hasta insinuaron que tribus de ese partido (los bejaranos concretamente) apadrinan a los radicales.
“Se ha sabido que son legisladores del PRD, quienes finalmente van y pagan las fianzas (para sacar del tambo a los radicales), muchas de las veces seguramente será con dinero de los contribuyentes”, señaló Lozano.
Barbosa no le gustó ni tantito que los azules —con quienes ha establecido alianzas parlamentarias coyunturales— se montaran en el creciente descontento de los capitalinos frente a bloqueos, marchas y violencia de la CNTE (no olvidar el policía que salió del coma) para irse en contra del mandatario capitalino.
Tampoco que utilizaran el rechazo y la zozobra que provocan los mencionados anarcos, para llevar agua a su molino.
Mariana dijo que los panistas serán “voceros de la ciudadanía” que ya está harta de marchas, plantones, manifestaciones, embotellamiento, escenas de violencia, broncas.
“¿Voceros de la ciudadanía? No me digas. ¿A título de qué?”, reviró el senador del PRD.
La coyuntura no ayuda a Mancera. La nota ayer fue que liberaron a Jesús Rea Cuello, presunto agresor del policía que cayó en coma. La sensación de impunidad se extiende entre la población. Al jefe de Gobierno le reprochan debilidad.
Esta percepción la empujan los panistas. De Gustavo Madero para abajo. Javier Lozano aseveró, incluso, que tiene “miedo” a actuar con firmeza frente a los vándalos. Es la imagen que permea.
“Todo este grupo de violentos constantemente están desafiando a las autoridades. Saben que al final no les va a pasar nada… Pareciera que sus mismas tribus están buscando desestabilizar al gobierno de Miguel Ángel Mancera”, dijo Lozano.
Y preguntó: “¿Quién los financia, quién los organiza, quién los recluta?, ¿cuál es la mano que mece la cuna?
Lo adelantamos en este espacio. Dijimos que no iba a faltar quién hablara de “represión” el 3 de octubre, a pesar de las elocuentes escenas que vimos la víspera en las inmediaciones del Caballito.
Una de ellas es la diputada del PRD, Socorro Ceseñas. Se pasó en sus juicios. Dice que los anarquistas no son más guardias blancas contratadas, y “policías con camuflaje”.
“No nos hemos equivocado al expresar que el regreso del autoritarismo y la represión está de nuevo presente, muestras tenemos desde el 1 de diciembre de 2012”, dijo la legisladora.
Sin comentarios.


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