El Pacto por México ha evolucionado de tal manera que es posible prever que en los próximos días veamos que ese unión de tres se divida sin fracturarse en pares intercambiables según la ocasión.
Las diferencias en algunos temas, que provocarían pragmáticas alianzas entre PRI-PAN (Reforma Energética), PRI-PRD (Reforma Hacendaria) y PRD-PAN (Reforma Electoral), pueden ser fuente de fuertes debates en el Congreso, donde las facciones más beligerantes de cada partido podrían enfrascarse en agrias discusiones.
Sería deseable que más pronto que tarde esas fuerzas políticas, las más importantes del país, hicieran otro pacto: el pacto de no utilizar el tema de las víctimas de la violencia como carne de cañón para sus reclamos partidistas. Porque en este periodo de sesiones del Congreso ya son dos las ocasiones en que los legisladores priistas usan el tema de la violencia que ha envuelto a México en los últimos años, como su arma favorita para tratar de revirar a cuestionamientos de sus compañeros panistas.
Por ejemplo, el 12 de septiembre pasado, luego de que una panista reclamara la marcha de la economía en el país durante la administración de Enrique Peña Nieto, el legislador Alejandro Moreno Cárdenas dijo muy orondo: “Le digo a nuestros compañeros de Acción Nacional: ¿creen que el pueblo ya olvidó los 70 mil muertos de esta guerra fallida, a sangre y fuego, y que marcó las generaciones de México? No nos echen la culpa de su ineficiencia y de su falta de resultados. ¡Por eso el pueblo de México les dio la espalda y perdieron la Presidencia”.
Semanas después, durante la comparecencia del secretario de Hacienda Luis Videgaray en el Senado, y luego de las duras críticas que el senador Ernesto Cordero le hizo al funcionario a modo de bienvenida, de nueva cuenta los priistas consideraron que la mejor manera de debilitar los argumentos de los blanquiazules era usar de nuevo a los muertos. Por ejemplo, esto dijo el senador Manuel Cavazos Lerma: “En el PRI estamos a favor de las reformas de Enrique Peña Nieto porque buscan rescatar a México de la postración económica y el desempleo que nos heredaron, de la pobreza y la desigualdad que nos heredaron, de la inseguridad, los muertos y los desaparecidos que nos heredaron, de la educación sin calidad que nos heredaron, y de la ausencia en los foros internacionales que nos heredaron”. Cabe decir que los panistas también han festinado, como si fuera de presumirse, que la actual administración mantuvo el modelo del combate al narco.
Pero no debería ser necesario recordar que achacar a Felipe Calderón las decenas de miles de homicidios que ha padecido nuestro país desde hace años es de un simplismo que insulta, antes que a nadie, a las familias de las víctimas. Además, los priistas —y sus gobernadores— son tan responsables de la situación que hemos padecido como el ex presidente Calderón.
Los políticos pueden debatir como gusten en el Congreso. Pero lo menos que deberían hacer es, si no van a ayudar a hacer justicia a miles de familias, no usar esa agenda en vano.
salvador.camarena@razon.mx
Twitter: @salcamarena
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