Cocinada como está la Reforma Fiscal, la siguiente reforma en turno para su discusión en el Congreso es la llamada Reforma Política. Sólo que a diferencia del tema hacendario, que se negoció y procesó totalmente en el Congreso, la iniciativa electoral se está negociando en la mesa del Pacto por México, donde partidos y gobierno ya están en la recta final.
Entre los temas que se negocian, el que más ha llamado la atención es la desaparición del actual IFE para dar paso al nuevo Instituto Nacional Electoral (INE), lo que significa que desaparecen los institutos electorales de los estados y el DF; además se ha pactado una renovación total del actual Consejo Electoral, por lo que el INE arrancaría con nuevos consejeros nacionales y un nuevo presidente, nombrado por el Congreso.
Pero entre los acuerdos que avanzan en el Pacto por México hay uno que provocará una sacudida entre los partidos políticos, especialmente entre los minoritarios, conocidos como “la chiquillada”. Los líderes de PRI, PAN y PRD negocian subir el porcentaje de votación nacional para que un partido mantenga el registro del 2% que establece el Cofipe, a 5% como mínimo.
El tema ha puesto en alerta a partidos como el PT y Movimiento Ciudadano que ya cabildean contra la medida y buscan revertirla cuando la iniciativa llegue a la Cámara de Diputados. El tema es de supervivencia para estos partidos y para Nueva Alianza. En las últimas elecciones federales apenas uno de ellos, el PT, alcanzó 5.13% de los votos nacionales, en Coalición con el PRD, mientras que el MC se quedó con 4.23 también aliados con el perredismo, y Nueva Alianza, que compitió solo alcanzó el 2.3% de la votación federal en 2012.
Dirigentes de ambos partidos como Alberto Anaya del PT y Ricardo Monreal, de MC, han tenido pláticas con las bancadas del PRI para buscar tirar la propuesta que atribuyen al PAN, aunque también hay quien piensa que podría estar siendo impulsada por dirigentes del PRD que buscarían desactivar a posibles aliados de Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena, en las elecciones federales de 2015.
En su cabildeo contra esa reforma, los petistas recuerdan una anécdota de Fernando Gutiérrez Barrios cuando se aprobó la primer reforma política del sistema en 1976, con la desaparecida LFOPE. Cuentan que cuando Jesús Reyes Heroles, entonces secretario de Gobernación y Gutiérrez Barrios, subsecretario, convencían al entonces todopoderoso PRI de la necesidad de la reforma que impulsaba el presidente José López Portillo, varios priistas, inconformes con la apertura, le preguntaron a don Fernando por qué el priismo que ganaba con facilidad todas las elecciones y tenía control absoluto del poder, debía de abrir espacios en el Congreso a “esa bola de comunistas y subversivos”. Gutiérrez Barrios les contestó a los priistas rebeldes sin inmutarse algo que hoy utilizan en su defensa los llamados partidos pequeños: “porque a esos rojillos es mejor tenerlos pegando gritos en el Congreso que poniendo bombas en las calles”.
NOTAS INDISCRETAS…En vísperas de que se apruebe la Reforma Fiscal el grupo calderonista se acuerpa y reafirma lealtades y posiciones. El sábado pasado en los rumbos del Pedregal, en casa del senador Roberto Gil Zuarth, tuvo lugar una larga y animada comida a la que asistieron los más conspicuos integrantes del calderonismo, encabezados por su jefe político, el ex presidente Felipe Calderón. En la comilona, con la que se celebraba el cumpleaños de Gil Zuarth, estuvieron además Ernesto Cordero, Javier Corral, Mariana Gómez y Luis María Calderón, entre otros senadores y diputados del grupo. El convivio arrancó a las 2 de la tarde y se prolongó hasta entrada la noche y en las mesas, incluida la principal donde estaba Calderón, se escuchaban consignas como “Hay que mantenernos unidos”, “No debemos de ceder” y otras por el mismo tono aguerrido que han manejado los calderonistas en sus posiciones sobre las reformas de Peña Nieto… Por cierto que el presidente estará hoy en Acapulco para supervisar los trabajos de reconstrucción y en medio de esa gira recibirá del Ayuntamiento acapulqueño el expediente completo que documenta los permisos municipales que se otorgaron de 2001 a 2013 para la construcción de viviendas irregulares, como parte de las investigaciones que él mismo ordenó para deslindar responsabilidades. Y por aquello de lo que resulte de estas investigaciones, el expediente se lo entregarán a Peña con vista al Ministerio Público… Serpiente mandan los dados. Falló el tiro.
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