Dos condiciones puso Cuauhtémoc Cárdenas para aceptar la tentadora oferta de las tribus para regresar a dirigir el partido que fundó hace 24 años: la primera, que la suya sea una candidatura “de unidad” apoyada por todas las corrientes internas del PRD, y la segunda, que se modifiquen los estatutos para que sea legal su llegada a un nuevo periodo como dirigente nacional del perredismo.
Las dos condiciones avanzan hasta ahora en la negociación interna y no hay, aparentemente, resistencias de ninguno de los grupos para aceptar lo que pide el ingeniero. Los estatutos serán reformados en el próximo Congreso Nacional a finales de noviembre, según el consenso que se logró en las mesas preparatorias para dicho encuentro efectuadas la semana pasada entre consejeros nacionales, y en cuanto al pronunciamiento de unidad de todas las corrientes a favor de Cuauhtémoc, éste podría ocurrir al final del mismo Congreso, con lo que se prepararía la llegada de Cárdenas para marzo del 2013, cuando concluya la presidencia de Jesús Zambrano.
¿Qué es lo que motivaría un consenso de unidad, tan poco usual en el PRD, donde la práctica más común es el canibalismo entre corrientes? Un asunto de supervivencia. Todas las tribus, desde la dominante Nueva Izquierda con sus jefes Los Chuchos, hasta la influyente Izquierda Democrática Nacional, del impresentable René Bejarano, o la neocorriente Movimiento Progresista de Marcelo Ebrard y el resto de grupos perredistas, tienen muy clara una cosa: para enfrentar a Andrés Manuel López Obrador y su partido Morena y evitar que amenace la supremacía del PRD en las fuerzas de izquierda, necesitan obligadamente un liderazgo con el peso moral y político de Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.
Si se quiere evitar que López Obrador y su movimiento desfonden el voto perredista y se fortalezca el nuevo partido a costa de la estructura del sol azteca, la unidad de las corrientes, algo inédito hasta ahora en el PRD, es condición necesaria y todos saben que sólo una figura como la del ingeniero lograría unificar a grupos tan disímbolos y confrontados como suelen ser las corrientes del perredismo.
El ofrecimiento de Los Chuchos es que retirarían a Carlos Navarrete si Cárdenas acepta ir a la dirigencia nacional; lo mismo ha ofrecido Marcelo Ebrard, que se haría a un lado para apoyar al ingeniero, y con el ex jefe de Gobierno seguramente iría también el apoyo de Bejarano y su grupo, que se convierten en un factor clave para la negociación final entre las tribus.
Así que, una vez que se cumplan sus condiciones, Cárdenas definirá y su regreso al liderazgo partidista sería cuestión de tiempo y colocaría al PRD en una posición de fuerza, de cara a las elecciones intermedias del 2015, con la que buscarían, al amparo de un liderazgo fuerte como el de Cuauhtémoc, recuperar la pérdida de votación que vienen arrastrando en las últimas elecciones locales y federales.
NOTAS INDISCRETAS… Tres estampas que explican por qué Felipe Calderón se está convirtiendo en un “ex presidente incómodo” para Los Pinos: la primera, el ex mandatario acude a una comida “de amigos” con motivo del cumpleaños del senador Roberto Gil, en la que hay “arengas” y “consignas” contra la reforma fiscal. La segunda, Calderón reacciona a la noticia de que la NSA espió sus correos y comunicaciones en la Presidencia y afirma, en una red social, que “ya le llamé al canciller José Antonio Meade y le pedí que transmita una enérgica protesta” por lo que calificó como agravio a las instituciones ¿por qué un ex presidente llama a un canciller en funciones para ordenarle como si aún fuera su empleado? Y la tercera estampa es ver ayer a Felipe Calderón como comentarista de beisbol en una transmisión televisiva tanto en México como en Estados Unidos. ¿Se convertirá Calderón en otro protagónico y polémico ex presidente tal como lo ha sido Vicente Fox? Por lo pronto, tanta visibilidad del ex no está gustando en Los Pinos… Con la despedida de los cuatro consejeros del IFE que ayer terminaron su encargo -y que se van, eso sí, con los bolsillos llenos por su millonario bono de retiro-, comenzó la pasarela de nombres de quienes aspiran a ocupar las cinco vacantes de consejeros electorales. Entre los que acudieron ayer a registrarse para el proceso de selección está Néstor Vargas, ex presidente del IEDF y funcionario electoral con amplia experiencia que podría ser una de las cartas del PRD incluso para impulsarlo a la presidencia del órgano electoral… Los dados cierran con Escalera. Buena semana.
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