Ayer les tocaron Las Golondrinas a los cuatro consejeros del IFE que terminaron su gestión: Leonardo Valdés Zurita, Alfredo Figueroa, Francisco Guerrero y Macarita Elizondo.
La última sesión se transformó en un torneo de porras, elogios y reconocimientos hasta que hablaron los aguafiestas: Ricardo Mejía, consejero legislativo del MC, yCamerino Eleazar Márquez, representante del PRD.
Particularmente dura fue la intervención de Mejía Berdeja, su regalo de despedida a Leonardo Valdés, presidente consejero del Instituto, fue un rudo “usted es un traidor a la democracia”. Fueron las últimas tres palabras que pronunció. Valdés no reviro. Guardó silencio ante la ruda acusación. “No quiso hacerla más grande”, explicaron en su entorno.
Al final de la sesión nos acercamos a Mejía para preguntarle los motivos de sus acusaciones al ahora ex consejero presidente del IFE. “Fue parcial y faccioso. Fungió más como representante del PRI que como presidente del Instituto”, repuso el legislador del MC.
Nos dio copia de una parte de su intervención que venía subrayada. El marcatextos amarillo destacaba las siguientes palabras: “Ya se inventaron nuevas formas de mercantilizar las elecciones: un sofisticado sistema de lavado, triangulación y prirrateo de recursos a modo: los gastos del candidato presidencial del tricolor se distribuyen entre los abanderados a las cámaras”.
Y más abajo: “En la historia de este Consejo General quedará grabada la ignominia del caso Monex… lo que costó la deshonrosa renuncia de Sergio García Ramírez”, aseveró el hombre.
El obradorista ya había dado color al principio de su intervención de por dónde venía su discurso. “Voy a alejarme de cortesías y diplomacia”, anunció.
■ Benito Nacif se perfilaba anoche como presidente provisional del Consejo General del IFE, tras la salida deLeonardo Valdés Zurita del edificio de Viaducto-Tlalpan y Periférico. El nombre fue consensuado por los cuatro consejeros que permanecen en el Instituto.
“Traemos un buen acuerdo. No es lo que la gente se imagina”, nos dijo el sucesor temporal de Leonardo Valdés.
Nos quedamos con la duda. Indagamos. Por dónde iban las negociaciones. Los cuatro que se quedan se reúnen casi diariamente para alcanzar el acuerdo de quién se queda hasta que la Cámara de Diputados elija al consejero presidente titular.
Se requieren dos tercios de los votos en San Lázaro. Una mayoría calificada. Eso dificulta el nombramiento. Agréguele que con un faltante de cinco consejeros —por la renuncia de García Ramírez hace meses— el IFE no queda mocho, sino descuartizado.
Juran que así puede trabajar el IFE, lo dudamos, cuatro no pueden asumir las tareas de nueve, sin un detrimento en la calidad de los resultados.
El acuerdo de los legisladores para completar el Consejo puede llegar mañana, la semana que entra, en diciembre próximo, en el periodo de sesiones que sigue o simplemente no llegar. Con los diputados nunca se sabe. Los plazos legales no existen para ellos. Son capaces de inventarse un “reloj parlamentario” con el fin de tapar su incompetencia para ponerse de acuerdo.
Sabemos que la elección del “presidente consejero provisional” no ha sido fácil. A pesar de que sólo quedan cuatro, están divididos en bloques de dos. Uno lo integranNacif y Marco Baños. El otro, María Marván y Lorenzo Córdova. En los pasillos de Viaducto- Tlalpan y Periférico se comenta que el más joven de los consejeros empuja a la ex comisionada del IFAI. Hoy sabemos oficialmente lo deNacif.
■ El primer indicio de lo que se venía en el Senado lo tuvimos en voz del senador del PT, David Monreal. Era la hora de comer. En charla telefónica nos informó que el PRD había encarecido su respaldo a la miscelánea fiscal, tras la decisión de los panistas de abandonar el debate sobre los nuevos impuestos en el Senado.
Nos adelantaba que el PRI ya había aceptado la exigencia de los amarillos que están aliados con ellos y que ya había un acuerdo para que el IEPS a los “alimentos chatarra” se incrementara de cinco a 8% y que la deducibilidad en las prestaciones subiría de 47 a 50 por ciento.
Posteriormente —y por otras fuentes— supimos que los amarillos lograron —en reuniones con Luis Videgaray en un hotel— proteger a la cooperativa Pascual del peso adicional a las bebidas azucaradas. Pero también una redistribución de los recursos provenientes del impuesto de 7.5% a las empresas mineras que inicialmente era de 30% para municipios, 30% para los estados y 40% para la Federación.
El PRD se perfila aparentemente como el gran ganón de la miscelánea: el fondo de capitalidad para el DF, su inclusión en el Fondo de Infraestructura Social, cuantiosos recursos para Guerrero, mantener el IVA cero en medicinas y alimentos, y lo que ayer lograron.
La cosa es que votaron el incremento a otros impuestos. Le dieron al régimen de Peña su reforma hacendaria. El ciudadano lo va a cobrar en las urnas. Lo veremos en 2015. No todos los votos de los perredistas estaban en el tablero. Figuraban los que ayudaron al PRI: Miguel Barbosa, coordinador; Armando Ríos Piter, Sofío Ramírez,Angélica de la Peña, Isidro Pedraza, Luz María Beristain, Fidel Demédicis, Benjamín Robles, Adolfo Romero Lainas y Zoé Robledo.
■ Los panistas, ellos, se mantuvieron firmes. No volvieron al Pleno durante el debate sobre los impuestos. Dejaron al PRI y al PRD ponerse de acuerdo sobre la “regresiva miscelánea”. “No nos prestaremos a la farsa de votar lo que de antemano ya está acordado”, dijo el coordinador de los legisladores azules, Jorge Luis Preciado, antes de que los azules abandonaran el Salón de Plenos.
Los panistas, que se han mantenido cohesionados a pesar de sus diferencias internas, ya miden el tamaño de su revancha. Revalúan su respaldo a la reforma energética. Lo mencionaron ayer Javier Corral y Ernesto Ruffo.
Mercadeo puro en todas partes.
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