lunes, 25 de noviembre de 2013

Eduardo Ruiz Healy - Desastrosa situación de servicios de salud en Oaxaca

Lucas Cruz Villalobos, de 45 años de edad, murió el 27 de mayo en la ciudad de Oaxaca. Su muerte ocurrió minutos después de que fuera dado de alta por los médicos del Hospital General Aurelio Valdivieso, quienes le dieron cita para el día siguiente para tomarle una tomografía. Vecino de Ocotlán de Morelos, población localizada a 35 kilómetros al sur de la capital oaxaqueña, fue llevado al hospital por su hija, quien al reclamarle a los médicos que echaran del hospital a su papá recibió como respuesta un ““señora, espérese allá afuera. Si su padre se pone mal, lo atendemos”. El caso es que Lucas se puso mal, nadie lo atendió y murió acostado sobre la banqueta, encima de unos cartones y cubierto con una cobija, enfrente de donde no pudieron o no quisieron atenderlo. Atestiguaron su agonía y muerte los peatones que por ahí pasaban.

Cristina López Durán, india mazateca de 29 años de edad, parió a su quinto bebé, una niña, el 18 de julio enfrente de las escaleras de la entrada de la clínica de San Felipe Jalapa de Díaz, población situada a 64 kilómetros al oeste de Tuxtepec y a 280 kilómetros al norte de la ciudad de Oaxaca. Su bebé decidió nacer poco después de la una de la mañana de ese día. Una mala decisión en vista de que a esa hora no hay quien atienda en la clínica. Tocó la puerta del doctor y de la enfermera que viven cerca pero nadie la atendió. Dio a luz auxiliada únicamente por su esposo.





Algo similar le ocurrió en el mismo hospital, el 3 de octubre, a otra mazateca, Irma López Aurelio, de 28 años de edad. Su caso

Trascendió las fronteras de San Felipe Jalapa de Díaz, de Oaxaca y de México gracias a que una foto tomada instantes después de que naciera su bebé fuera subida a la red social Facebook. La foto tomada por Eloy Pacheco López es dramática y debería hacernos sentir vergüenza a todos. Muestra a Irma, en cuclillas, con una expresión de dolor en su rostro y a su bebé, recién nacido, acostado sobre el pasto, el cordón umbilical aún uniendo a la madre y a su hijo. Irma llegó al Centro de Salud la noche del 2 de octubre acompañada por su esposo. Los médicos y enfermeras le hicieron algunas preguntas, pero no la atendieron pese a que todo indicaba que estaba por dar a luz. En la madrugada del 3 de octubre seguía sin ser admitida a la clínica y acabó pariendo a su bebé en el jardín del centro de salud.

El 25 de octubre, la señora Cinthia “N”, dio a luz a su hijo en el baño del Centro de Salud de San Jacinto Amilpas, municipio conurbado a siete kilómetros al noroeste de la ciudad de Oaxaca. Ahí también se negaron a atenderla.

El 5 de noviembre, la señora Ruth Mendoza, tuvo a su bebé en la calle, frente al centro de salud de San Antonio de la Cal, otro municipio conurbado a seis kilómetros al sureste de la capital oaxaqueña. Al igual que en los casos arriba descritos, nadie quiso o pudo atenderla.

Estos son sólo cinco de muchos casos que muestran la desastrosa situación que caracteriza a los servicios de salud en Oaxaca, encabezados por el secretario de Salud, Germán Tenorio Vasconcelos, un incondicional de Gabino Cué, el expriísta que como candidato de Movimiento Ciudadano y el apoyo de Andrés Manuel López Obrador llegó a la gubernatura de Oaxaca hace tres años. Y pensar que aún le quedan otros tres… ¡Pobres oaxaqueños!

Twitter: @RuizHealy
Mail: eduardoruizhealy@gmail.com
www.ruizhealy.tumblr.com

Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=206184

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