"Democracia es la teoría de que la gente común sabe lo que quiere y merece obtenerlo".
H.L. Mencken
Este domingo Cuauhtémoc Cárdenas encabezó una reunión en el Zócalo en "defensa del petróleo". Miles de simpatizantes, especialmente perredistas, llenaron la plaza central de la Ciudad de México para rechazar la apertura de la industria petrolera a la inversión privada y exigir una consulta ciudadana sobre la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto.
El gobierno federal parece pensar que la consulta no sería obligatoria. El artículo 35 de la Constitución fue enmendado en 2012 para incluir entre los derechos ciudadanos la realización de consultas populares. No hay hasta el momento, sin embargo, una legislación secundaria. Los funcionarios federales consideran que por ello pueden evitar la consulta.
La Suprema Corte, sin embargo, ha decidido en el pasado que una vez que se crea un derecho en la Constitución éste debe aplicarse aun cuando el Congreso no haya emitido legislación secundaria. La consulta tendría que realizarse bajo las reglas generales que establece la propia Carta Magna. ¿Qué dice la nueva redacción del artículo 35?
Que es un derecho de los ciudadanos que se realicen "consultas populares en temas de trascendencia nacional". El futuro de la industria petrolera es, por supuesto, un tema de tal naturaleza. La consulta puede ser promovida por una tercera parte de los legisladores en el Congreso, pero debe ser aprobada entonces por una mayoría simple en ambas Cámaras. Por ese camino no parece tener el PRD posibilidades de lograr la consulta.
El artículo 35, sin embargo, señala también que "los ciudadanos, en un número equivalente, al menos, al dos por ciento de los inscritos en la lista nominal de electores", alrededor de 1.6 millones, podrán exigir la consulta ciudadana, para lo cual no se necesitará la aprobación del Congreso.
Una vez que se realice la consulta, por otra parte, "el resultado será vinculatorio" cuando "la participación total corresponda, al menos, al cuarenta por ciento de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores".
No tengo duda que los mexicanos saldríamos beneficiados de una mayor apertura de la industria petrolera. México necesita mayor inversión en la producción de hidrocarburos. Mantener un monopolio gubernamental, como el de Pemex, le ha hecho un daño enorme al país. Hemos tenido que importar grandes cantidades de gas natural y petrolíferos que habríamos podido producir en México de haber tenido libertad de inversión. Además, la restricción a la inversión ha evitado que se generen decenas de miles de empleos.
Pero tampoco hay duda de que la apertura es impopular. Si los legisladores del PRI aceptaron introducir la consulta ciudadana en la Constitución en 2012, difícilmente podrán ahora escapar de la que pretende el PRD.
La izquierda, de hecho, está buscando que la consulta, en la que probablemente conseguirían un triunfo, coincida con las elecciones federales de 2015. De esta manera lograría el mayor daño posible al PRI. Lógicamente los priistas quieren evitar esta afectación. El entusiasmo de los perredistas por las consultas, sin embargo, no se extiende a todos los temas.
No buscó el gobierno capitalino una consulta en el caso del aborto ni en el matrimonio entre personas del mismo sexo ni en la adopción de niños por matrimonios homosexuales. Estas iniciativas habrían sido seguramente rechazadas por el electorado. Tampoco ha considerado la posibilidad de someter a consulta la práctica del bloqueo de calles en manifestaciones. La regla parece ser: somete a consulta sólo las medidas en las que puedes ganar.
GASODUCTO NET
Mexico Pipeline Partners, Ltd., de Houston ha recibido autorización de la Comisión Reguladora de Energía de México para construir un gasoducto que transporte gas a través de la frontera entre Estados Unidos y México. Este proyecto puede ayudar a disminuir la escasez de gas natural que tanto daño hizo a la industria mexicana en este 2013.
www.sergiosarmiento.com
Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=205302
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