lunes, 16 de diciembre de 2013

Denise Dresser - ¿Y nosotros qué?

Preguntas para los diputados que aprobaron la reforma política, de una ciudadana consternada:

1) ¿Por qué acabaron aprobando una Reforma Política tan plagada de defectos en aras de garantizar los votos a favor de la Reforma Energética? ¿Les importa más seguir extrayendo petróleo que darle a los ciudadanos los derechos que se merecen?

2) ¿Cómo responden a la crítica de María Marván, presidenta provisional del IFE, de que con la creación de un Instituto Nacional de Elecciones, el modelo de autoridad electoral pasará de ser “sencillo y piramidal” a “bizarro y difícilmente adminstrable”?







3) ¿Por qué la necesidad de reemplazar un órgano que funcionaba razonablemente bien por un Super-IFE; una criatura híbrida que minará el orden federal mientras multiplica los pleitos electorales a nivel estatal? Y ¿cómo podrá el Consejo General resolver todos los conflictos federales, estatales y municipales? Cómo podrá – logísticamente – fiscalizar absolutamente todas las campañas electorales?

4) ¿Cómo explican que en lugar de dotar al INE de atribuciones específicas y claras, han abierto la puerta a una serie de peligrosas facultades discrecionales?

5) ¿Por qué han plagado la Constitución de la palabra “podrá”, concediéndole así a las autoridad un poder demasiado grande y poco acotado?

6) ¿Con qué argumentos justifican una reforma que responde a las intenciones clientelares de los partidos y no al imperativo de la consolidación democrática?

7) ¿Cómo defienden una reforma que en lugar de atender la crisis de representación y rendición de cuentas que padece nuestra democracia, parece más bien un listado de ocurrencias en múltiples ámbitos: el judicial, el electoral, la división de poderes y cualquier otro tema donde algún legislador aportó lo que le cruzó por la cabeza en ése momento?

8) ¿Dónde está la exposición de motivos para modificar la distribución de tiempo en televisión para los partidos, para transformar las instituciones electorales, para establecer la reelección, para crear un Fiscalía General de la República, para otorgarle al Senado mecanismos de ratificación del gabinete? ¿Dónde está la justificación pública y razonada de lo que acaban de hacer?

9) ¿Qué contestan ante el pronunciamiento del IFE sobre la falta de certeza jurídica en las elecciones de 2014 y 2015, dadas las condiciones que impone la reforma?

10) ¿No es cierto que en el caso del nuevo Instituto Nacional Electoral se mezcla una función de autoridad federal con la local, con muy poca claridad a través de una serie de facultades discrecionales?

11) El argumento central detrás de la creación del INE es que había que centralizar el mando dada la cooptación de los institutos estatales por los gobernadores. ¿No había soluciones más sencillas y prácticas que no trastocaran el orden electoral de una manera tan abigarrada?

12) En caso de presentarse una causal para la anulación de una elección, ¿quién decidirá y de qué manera si fue “determinante para el resultado”?

13) ¿Por qué su reforma no contempla una sola medida para disminuir el gasto exorbitante de las elecciones en el país? Por qué no contemplaron modificar la fórmula conforme a la cual se les asignan recursos a los partidos?

14) ¿No es cierto que el verdadero poder de conceder la reelección de legisladores quedará en manos de las cúpulas partidistas y no en manos de los ciudadanos?

15) ¿No es cierto que en el modelo que ustedes aprobaron para la pseudo-reelección se privilegia las disciplina partidista sobre la rendición de cuentas a los electores? No se refuerzan así a los poderes existentes, impunes y lejanos de la ciudadanía?

16) ¿Por qué se llenan la boca de frases como “inclusión ciudadana” cuando lo que han hecho es mantener a la ciudadanía fuera de la discusión sobre la reforma y han terminado concentrando el poder en los partidos?

17) ¿Cómo justifican haber desalojado del Senado – un recinto que es de los ciudadanos – al grupo “Reforma Política Ya” y haber tratado de marginar a los ciudadanos de la negociación?

18) ¿Cómo explican su omisión legislativa ante el vencimiento del plazo para regular las candidaturas independientes, la consulta popular y la iniciativa ciudadana?

19) ¿No estamos, como lo ha sugerido la activista Maite Azuela, ante una “falsa victoria”? Un reforma que funciona muy bien para los partidos, pero que no atiende las preocupaciones de los ciudadanos?

20) ¿Por qué terminaron por ampliar su poder y sus prerrogativas en lugar de reconocer e institucionalizar nuestros derechos? ¿Por qué una reforma que prometía ser para nosotros fortalece a los partidos pero debilita a los ciudadanos?



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.