Como se esperaba después de que fuerzas federales emprendieron en Michoacán la persecución de líderes e integrantes del cártel de Los Caballeros Templarios, éstos iniciaron el llamado efecto “cucaracha”, al abandonar precipitadamente los municipios de la región de Tierra Caliente e incursionar violentamente en otros vecinos, como en los de Hidalgo y el Estado de México, en donde ayer tirotearon e incendiaron varias tiendas Oxxo y gasolineras, en acciones en las que se registraron algunos heridos.
Pareció un claro mensaje el que ese grupo criminal envió al atacar en esas entidades a la misma cadena de comercios después de hacerlo, en la misma forma, la semana pasada en el de Apatzingán.
DE ESTO Y DE AQUELLO...
Desde el momento del accidente que sufrió el doctor José Manuel Mireles, líder del grupo de autodefensa de Tepalcatepec, en el aterrizaje forzoso de una avioneta en La Huacana, Michoacán, y de la protección policiaco-militar que de inmediato le brindó el gobierno federal, se supo que sería utilizado por éste ante el conflicto en esa entidad.
Transcurridas unas semanas, él mismo se ha encargado de confirmarlo, al revelar que así fue al grabar un videomensaje escrito por “alguien” de una dependencia para aceptar que las autodefensas dejarían las armas, como se los pidió el secretario de Gobernación.
Sin embargo, casi de inmediato, en otro video, Mireles rectificó y declaró que no tenía representación para acatar el exhorto hecho por Miguel Ángel Osorio Chong, y reiteró que esos grupos no depondrían las armas ni retornarían a sus comunidades, lo que ayer precisó en una entrevista.
Con su inclusión en la Comisión Organizadora del proceso de elección del presidente del PAN, reapareció en una tarea partidista Gonzalo Altamirano Dimas, un militante de amplia trayectoria en el que, además de ocupar cargos de elección, lo presidió en el Distrito Federal.
Ese secuestro y asesinato de Gibrán David Martiz, el joven concursante de “La Voz... México” de Televisa, y de un amigo, cuyos cuerpos fueron hallados en una carretera en Veracruz, acaba con el cuento de que en ese estado “se logró erradicar la violencia”.
Lo peor para el gobernador priista, Javier Duarte, es que Efraín Martiz, padre de la víctima, lo responsabiliza de su seguridad y la de su familia, por las declaraciones que hizo al señalar que fueron policías estatales los que “levantaron” a Gibrán, tras sacarlo de su departamento.
Jesús Vázquez Macías, El Toro, uno de los muchos “líderes” del cártel de Los Caballeros Templarios, detenido el domingo en Michoacán, fue trasladado al penal de Villa Aldama, Veracruz.
Sin embargo, su nombre no figura entre los siete principales hombres que lideran ese grupo, que fueron publicados ayer por los reporteros de La Razón, David Vela y Alejandro Sánchez.
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