QUIENES siguieron de cerca el proceso para la selección de los 11 consejeros del flamante Instituto Nacional Electoral se quedaron con una duda.
¿CÓMO es que tres de los finalistas para presidir el organismo y, por lo tanto, de los aspirantes mejor evaluados quedaron fuera del Consejo General?
Y ES QUE, de los cinco integrantes de la quinteta “presidencial”, el ganador fue Lorenzo Córdova y sólo Marco Antonio Baños sacó reintegro y estará sentado a la mesa del INE durante seis años.
EN TANTO, los otros tres integrantes: el ex secretario Ejecutivo del IFE Edmundo Jacobo; la presidenta del Instituto Electoral de Zacatecas, Leticia Soto, y la ex presidenta del Instituto Electoral de Michoacán María de los Ángeles Llanderal quedaron fuera.
LA PREGUNTA ES: ¿por qué, si el consejo asesor consideró que cualquiera de ellos tres tenía los méritos suficientes para presidir el organismo, no fueron elegidos para ser consejeros por nueve, seis o al menos tres años?
¿A POCO es cierto que, para cumplir con las cuotas, los diputados sacrificaron talento? Es pregunta sin silla de por medio.
¿CÓMO es que tres de los finalistas para presidir el organismo y, por lo tanto, de los aspirantes mejor evaluados quedaron fuera del Consejo General?
Y ES QUE, de los cinco integrantes de la quinteta “presidencial”, el ganador fue Lorenzo Córdova y sólo Marco Antonio Baños sacó reintegro y estará sentado a la mesa del INE durante seis años.
EN TANTO, los otros tres integrantes: el ex secretario Ejecutivo del IFE Edmundo Jacobo; la presidenta del Instituto Electoral de Zacatecas, Leticia Soto, y la ex presidenta del Instituto Electoral de Michoacán María de los Ángeles Llanderal quedaron fuera.
LA PREGUNTA ES: ¿por qué, si el consejo asesor consideró que cualquiera de ellos tres tenía los méritos suficientes para presidir el organismo, no fueron elegidos para ser consejeros por nueve, seis o al menos tres años?
¿A POCO es cierto que, para cumplir con las cuotas, los diputados sacrificaron talento? Es pregunta sin silla de por medio.
EN SONORA, priistas y panistas se preocuparon al enterarse de que el secretario técnico del tricolor en la entidad, Alfonso Molina, se reunió en secreto con la panista Dolores del Río, ex alcaldesa de Hermosillo.
CIRCULÓ la versión de que algo habían pactado sin reportárselo a las dirigencias de sus partidos, pero luego se supo que Molina, antiguo colaborador de Manlio Fabio Beltrones, fue con su hijo Alfonso junior a pedir la mano de Ana María, la hija de Dolores.
LA PANISTA dijo que sí y hoy se concretará ese enlace que algunos maloras han calificado como la versión sonorense de los Montesco y los Capuleto.
OTROS juegan con la idea de que el evento forma parte del Pacto por México e incluso hay quienes dicen que Andrés Manuel López Obrador saldrá a decir que es una muestra de la existencia del PRIAN.
POR LO PRONTO, felicidades al matrimonio, ¡ah!... y a los novios también.
SI VEN al delegado de Coyoacán, Mauricio Toledo, y lo notan nervioso, parece que tiene razones para estarlo.
SU EX SECRETARIO particular Eduardo Ramírez Vallejo, quien salió de la cárcel tras librar acusaciones de corrupción en su contra, está a punto de reingresar a un reclusorio.
SE SUPO que un tribunal colegiado le enmendó la plana al juez que lo liberó, por lo que es inminente que se emita una orden de reaprehensión.
Y SE DICE que el temor de Toledo es que, al volver tras las rejas, su ex colaborador se ponga a cantar... y no precisamente “El Rock de la Cárcel”.
CON ESO de que el técnico de la Selección Mexicana, Miguel Herrera, tiene como objetivo pasar del cuarto partido en el Mundial, alguien le sugirió contratar como asesora a Layda Sansores.
LA SENADORA ya pasó por el PRI, por el PRD, por Movimiento Ciudadano y ahora está en el PT con la idea de sumarse a Morena en cuanto le den el registro.
ELLA SÍ que sabe cómo llegar ¡al quinto partido!
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