Casi en los límites racionales de la seguridad, se anunció en la víspera que el presidente Enrique Peña Nieto viajaría este jueves a Tepalcatepec, en la Tierra Caliente michoacana donde hace poco más de un año nacieron las autodefensas. Como es con todo lo que transpira en Michoacán, el Ejército se hizo cargo, discretamente, de la seguridad. No se notaron los diamantes de soldados y marinos que ejecutaron los perímetros de seguridad para que nadie, fuera de quienes ellos permitieran, afectara la estancia de escasos 80 minutos del Presidente, que llegó en helicóptero, escoltado inusualmente por otro artillado del Ejército. Tepalcatepec no pide menos. Desde 2007 era la última frontera michoacana por donde entraban los precursores químicos que en los vecinos laboratorios en Jalisco, se convertían en metanfetaminas, las drogas sintéticas que son una delicia para la enorme masa de consumidores norteamericanos, y era propiedad el municipio, con todo y sus autoridades y pobladores, del Cártel del Pacífico. Bastión de los chapos Guzmán y de los mayos Zambada, los leales de Joaquín e Ismael, el cártel michoacano últimamente conocido como Los Caballeros Templarios, nunca pudo arrebatarles esa última garita criminal.
Los precursores –la pseudoefedrina- llegaban en las naves de China y la India por el puerto de Lázaro Cárdenas, que pese a estar bajo el control de los michoacanos, nunca habían podido interrumpir el suministro químico hasta que se acercaron peligrosamente a arrebatarles el control de su frontera y quitarles la sangre que corría por sus tesorerías criminales. Cuando estaban por perder la plaza, los soldados de los chapos y los mayos realizaron un salto al vacío… con enorme éxito. En febrero del año pasado, inventaron los grupos de autodefensa en el municipio, que infectó con entusiasmo paramilitar a otros municipios michoacanos que, en sus raíces, crecían la impotencia y desesperación de miles que se sentían abandonados por el Estado. Bajo la máscara de luchadores por la emancipación michoacana, el Estado Mexicano los acogió. Criminales, de acuerdo con los expedientes de la PGR, encabezaron a los autodefensas en Tepalcatepec y en Buenavista, municipio contiguo, y respaldados por el Ejército comenzaron su lucha a muerte contra los Templarios. Alejaron el peligro y lograron que las Fuerzas Armadas sellaran la región. Bajó la violencia y comienza a retornar la normalidad, el mejor entorno para que el narcotráfico eleve sus márgenes de utilidad. La presencia del presidente Peña Nieto en esa zona, fue la ratificación que, por diseño o por la suma de circunstancias, los mayos y los chapos recuperaron el negocio.
SEGUNDO TIEMPO Cuando la política económica se vuelve política-política
Señal inequívoca de que la caldera de la economía hierve a 100 grados centígrados, el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, decidió no quemarse vivo. El banco central anunció una baja al crecimiento para 2014, pero Carstens repartió los costos –anunció que no era su decisión sino de la Junta de Gobierno del banco, lo que es cierto, como en muchas otras decisiones donde no se hace explícita su responsabilidad-, y no se comprometió con un dato, sino que manejó “intervalos”: ni más bajo de 2.3%, ni más alto de 3.3% de tasa de crecimiento para este año. Para qué se metía en problemas en un tema que debería ser técnico y aséptico, pero que lleva semanas de ser un asunto totalmente politizado por quienes han demostrado con creces en México, que son pésimos políticos: los economistas. Carstens jugó a la segura sin ser equívocamente salomónico entre los dos polos de mayor confrontación, el ex secretario de Hacienda, Guillermo Ortiz, jefe máximo del Grupo Banorte, y el secretario de Hacienda, Luis Videgaray. El primero llegó a abrigar la esperanza de ser el jefe de las finanzas del hoy presidente Enrique Peña Nieto, sin saber que ese cargo, por sueño y petición expresa, se lo había pedido Videgaray. Hoy, Ortiz ha encabezado la construcción de la percepción de que la economía mexicana es un desastre –claro con el apoyo de la realidad-, y desde el arranque del año anticipó su grupo que el crecimiento para este año estaría en 2.2%. Videgaray había mantenido que el crecimiento sería, como lo había señalado Hacienda, de 3.9%, pero este viernes, después del reporte poco optimista del INEGI, la secretaría informó que el gobierno también bajaría su previsión de crecimiento a 2.7%. Casi uno por ciento, para que no sea como el año pasado que la redujo varias veces. De una vez por todas a pagar el costo político. Mandó a dar la cara al subsecretario Fernando Aportela, mientras Videgaray se fue a lo suyo, a los medios, para hacer la justificación de tan pobre desempeño. No es por él, sino porque el mundo no se cuadra a sus números. Pero vendrá el segundo semestre, dijo, donde habrá recuperación. Igual que lo prometió el año pasado, cuyos sueños rotos viene arrastrando en esta batalla política tan politizada.
TERCER TIEMPO Se abrió la temporada de caza de niños
¿Qué pasó esta semana en México? A saber. Por YouTube y Twitter, redes sociales de donde saltó a los medios convencionales la información acompañada de imágenes de enorme violencia, se supo de niños que mataron niños, niños que maltrataron niños, niños que agredieron con violencia inaudita a niños, niños que trasladaron la guerra nacional hacia su propio entorno. Se le llama bullying, que es el abuso que hacen los niños de los niños. Dice la Comisión Nacional de los Derechos Humanos que el número de menores que son víctimas de este abuso creció 10% en los dos últimos años, que significa que 7 de cada 10 niños, han sido víctimas de la violencia en los últimos 24 meses. No es un patrimonio mexicano el bullying, pero en este país los niños y las niñas que abusan de sus pares ocupan el primer lugar de violentos entre los países de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que es el club de los países más ricos del mundo donde se supone que estas cosas no deben de pasar. La violencia infantil sacudió a todos, y motivó el oportunismo político, como el de la diputada del PRD, vicepresidente del Congreso, la bejaranista Aleida Alavez, quien con ese tono de energía y beligerancia que le caracteriza, exigió al secretario de Educación, Emilio Chuayffet, que atendiera el fenómeno en las primarias, porque “no es posible tolerar que cobre una vida más”. Bien dicho por la diputada, que junto con todos los diputados y senadores pasaron por alto en la Reforma Educativa introducir algunos artículos para contribuir estructuralmente a combatirlo. Ahora no hay vuelta para atrás. Como dice la diputada, que por decreto Chuayffet desaparezca el bullying, o que cuando menos diga algo mientras que la efervescencia de la coyuntura se disipa con el nuevo escándalo que, seguro, nos llegará la próxima semana.
Leído en http://www.ejecentral.com.mx/pulp-fiction-2/
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