Las malas noticias se multiplican.
De acuerdo al reporte de Competitividad Mundial emitido por el Instituto Internacional para el Desarrollo Administrativo (IMD, por sus siglas en inglés), México perdió nueve lugares en el ranking mundial de competitividad, cayendo del lugar 41 al 32, que ya ocupaba a inicios del año pasado.
La posición —y loable autonomía— de Banxico ha enfriado los ánimos triunfalistas gubernamentales. “Teníamos originalmente un rango de 3% a 4%, y ahora lo cerramos entre 2.3 y 3.3%”, auguró Agustín Carstens. Es decir: nada que celebrar.
La economía mexicana no ha crecido, prácticamente, durante el gobierno peñista. Y no es cuestión de percepciones. Allí están las cifras irrefutables: durante 2013 se registró un “crecimiento” —por llamarlo de alguna manera—, de 0.9 por ciento. Nada, pues. Y son varias cosas las que preocupan, entre ellas, las reformas, la manera como se están tomando y manejando las decisiones financieras, la falta de empleo, la semiparálisis en la planta productiva.
Los gasolinazos arteros, latigazos para los bolsillos cada vez más vacíos de millones, seguirán hasta 2015, adelantó el senador Emilio Gamboa. No nos extrañe entonces que al ritmo observado, paguemos el año próximo a 20 pesos el litro de gasolina. Sí: de las más caras del mundo, con el salario mínimo más bajo del planeta.
¿Cómo estará la situación que hasta Guillermo Ortiz, una de las piedras angulares de la política financiera del país durante los últimos 25 años, exsecretario de Hacienda, cercano siempre al priismo-salinismo y de los financieros más reconocidos a nivel mundial, advierta que, hoy por hoy, la incertidumbre en México es enorme?
“La Reforma Fiscal elevó el nivel de incertidumbre para las empresas de manera enorme, no ha concretado los incentivos para promover la formalidad y combatir a la informalidad de las actividades económicas, ni impulsó el crecimiento del consumo que ya acumula casi cuatro meses con cifras negativas (enero, febrero, marzo y abril) y se encuentra en un nivel no visto desde la crisis de 2009”, alerta Ortiz, hoy presidente de Banorte-Ixe.
Y es Guillermo Ortiz quien lo dice, no López Obrador.
Pero hay más.
The Economist —la biblia financiera de cabecera de los poderosos del mundo—, asegura que en México, pequeñas y medianas empresas prefieren… ¡No crecer para no enfrentar la carga fiscal!
“Es el síndrome de Peter Pan y tiene atrapadas a las pequeñas y medianas empresas mexicanas, que huyen de los altos impuestos y de los créditos bancarios, se niegan a dar seguridad social y también a la tecnología y a la modernización”, advierte el influyente semanario británico.
Esa es una tragedia: preferible ser pequeño a ser devorado por el ogro fiscal.
Pero lo que arrinconó al gobierno fue la postura del CEESP, que alertó que la economía mexicana ya se encuentra en “recesión” cuando sólo parecía un retraso en la recuperación, basando su alerta financiera en que, hasta ahora, no se refleja un mayor crecimiento económico producto de una mejor ejecución del gasto público y de las exportaciones, lejos del avance mostrado durante 2012.
Pero no sólo es el CEESP. El INEGI estableció la semana anterior, con base en sus indicadores económicos, que al mes de febrero mostraban que la economía nacional se encontraba en “fase recesiva”.
Hacienda ha rechazado que el país se encuentre en un periodo de recesión. Apenas el 12 de mayo pasado, Peña Nieto aseguró que la economía “va por buen camino”.
Sin embargo, el propio INEGI hizo público que durante el primer trimestre del año, la Tasa de Desocupación se incrementó a 5.04% de la Población Económicamente Activa (PEA), un aumento en comparación a los tres meses finales de 2013.
Cuando usted lea estos Archivos del poder, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, estará anunciando las modificaciones al PIB para 2014. Seguramente serán a la baja. Ya lo veremos.
Mientras, a seguir con el cinturón apretado.
ARCHIVO CONFIDENCIAL
OBESIDAD INFANTIL. Este grave problema que ubica a México en el primer lugar a nivel mundial —tenemos niños panzones en la casa y en la escuela—, será tratado por la secretaria de Salud federal, Mercedes Juan, durante la 67 Asamblea Mundial de la Salud en Ginebra. Lleva la representación del gobierno y esperemos que, ahora sí, sea el primer paso positivo para combatir la obesidad en menores.
Twitter: @_martinmoreno
Leído en http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2014/05/23/960906
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.