Después de que la OLP reconociera el derecho de existir de Israel, las diferencias entre este grupo y las organizaciones que buscan el fin del estado judío se hicieron cada vez más agudas.
En 2006, después de que los partidos ligados a la organización terrorista Hamas ganaran las elecciones generales palestinas, diversos países, entre ellos algunos árabes, decretaron sanciones contra la ANP. En 2007 se dio un fuerte enfrentamiento entre Hamas y Al-Fatah que culminó cuando la primera se quedó con el control de la Franja de Gaza y la segunda con el de Cisjordania.
Desde entonces a la fecha los enfrentamientos entre los palestinos de la Franja de Gaza e Israel se han intensificado hasta llegar al actual que se originó a fines de junio pasado cuando tres adolescentes israelíes fueron secuestrados y asesinados por palestinos que hasta el momento no han sido identificados.
Hasta el 17 de julio Hamas había lanzado unos 1,400 misiles contra diversas poblaciones de Israel. Mientras que los aviones de la fuerza aérea de Israel había bombardeado cientos de objetivos en Gaza.
Hasta ayer, el número de muertos era de aproximadamente 500 palestinos y 20 israelíes.
Curiosamente, Hamas ha rechazado un alto al fuego en varias ocasiones alegando diversas razones. Sin embargo, ¿puede Israel negociar algún acuerdo a mediano o largo plazo con Hamas?
No lo creo, porque en su carta fundacional, el Pacto del Movimiento de Resistencia Islámica, firmado el 18 de agosto de 1988, Hamas anota entre otras ideas, la siguientes:
“Israel existirá y seguirá existiendo hasta que el islam lo aniquile, como antes aniquiló a otros.” (El Mártir, imán Hassan al-Banna, de venerada memoria).
“Artículo 8. Alá es su meta, el Profeta es su modelo, el Corán su constitución: la Yihad es su senda, y la muerte por Alá es su más alto anhelo.
Artículo 13. Las iniciativas, y las llamadas soluciones pacíficas y conferencias internacionales, están en contradicción con los principios del Movimiento de Resistencia Islámica. El insulto a cualquier parte de Palestina es insulto dirigido contra una parte de la religión. El nacionalismo del Movimiento de Resistencia Islámica forma parte de su religión. Sus miembros se han nutrido de eso. Para izar el estandarte de Alá sobre su patria combaten. “Alá será el triunfador, pero la mayoría no lo sabe… Conociendo a las partes que constituyen la conferencia, sus actitudes pasadas y presentes hacia los problemas musulmanes, el Movimiento de Resistencia Islámica no considera que tales conferencias sean capaces de satisfacer las demandas, restaurar los derechos ni hacer justicia a los oprimidos. Esas conferencias sólo son maneras de instalar a los infieles en la tierra de los musulmanes en calidad de árbitros… No hay solución para la cuestión palestina si no es a través de la Yihad. Las iniciativas, las propuestas y las conferencias internacionales son todas una pérdida de tiempo y empresas vanas. El pueblo palestino hace bien en no consentir que se juegue con su futuro, sus derechos y su destino”.
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