PRIMER TIEMPO
Mamá Rosa, la bombera del gobierno. La ley secundaria de la reforma energética estaba metida en un huracán de complicaciones en el Senado, ante una izquierda que pospuso sus divisiones y presentó una oposición homogénea al gobierno para descarrilar su aprobación. Aunque con una minoría incapaz de transformar una derrota en voto en victoria, lo sonoro de sus denuncias contra las formas autoritarias del presidente de la Comisión de Energía, David Penchyna, un priista cuya mecha corta y lengua larga complicó la negociación, dominaban la discusión pública en detrimento de la reforma. En medio de la aceleración de la izquierda para tumbar la ley o restarle legitimidad, de la nada el procurador general Jesús Murillo Karam se apersonó ante la prensa junto con el jefe de la Agencia de Investigación Criminal, Tomás Zerón, para anunciar un gran operativo en Zamora, Michoacán, con el apoyo del Ejército y sus tanquetas, gracias al cual habían rescatado a 600 personas, casi 500 de ellas menores de 15 años, que habían sido secuestrados y abusados sexualmente, y que vivían en condiciones de maltrato.
Murillo Karam hizo describió detalladamente el escenario de podredumbre en el que las encontraron en ese albergue que dirigía Rosa del Carmen Verduzco, Mamá Rosa, a quien Zerón responsabilizó de cometer delitos, algunos de ellos, de delincuencia organizada. El primer impacto de la detención de Mamá Rosa, giró los ojos de todos hacia ella. Acabado el Mundial de Futbol, el siguiente evento de interés popular era el albergue, llamado “La Gran Familia”. Si se analizan los acontecimientos como una estrategia de manejo de crisis, fue una gran salida. Murillo le quitó los reflectores al Senado, y Mamá Rosa sepultó a la izquierda. Que se peleen en el Senado, donde perdería la izquierda ya sin ruido, mientras que el respetable público atendía las cosas mundanas de Mamá Rosa y su infierno. Pero, como siempre los peros, resultó que Mamá Rosa se había ganado por años el corazón de intelectuales que la veían como santa y que en un sacrificio de vida, se había entregado por los niños. ¿Qué los había secuestrado? ¿Qué extorsionaba? ¿Qué las denuncias de maltrato se contaban por decenas? Qué importa. Conocer y tratar por años a santa Mamá Rosa fue suficiente para emprender una campaña masiva en medios donde en menos de 48 horas, tenían arrodillado, mediáticamente, a Murillo Karam. Eso no estaba en el script. Los guionistas tendrían que corregir los siguientes capítulos.
SEGUNDO TIEMPO
¡Urgente! En reversa, que las buenas conciencias lo exigen. Después de la irrupción nacional de las perversidades que adjudicaron las autoridades a Mamá Rosa la semana pasada, un grupo de intelectuales respetados que son invitados en forma regular al Olimpo gubernamental para que expongan su sapiencia al poder, hizo que el gobierno, en la figura del procurador general Jesús Murillo Karam, reflexionara que ese golpe le estaba saliendo contraproducente. En los primeros días, la PGR acumuló acusaciones con un patrón similar al que utilizó el gobierno de Carlos Salinas cuando detuvo a los líderes del sindicato petrolero, a cuyo líder, Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, le sumaban por día imputaciones de delitos múltiples. La PGR le dio un paseo a la prensa por “La Gran Familia”, y les mostró comida podrida, ratas, y las toneladas de basura en que se vivía ahí. Pero para el viernes, 72 horas después de la captura de Mamá Rosa, en la PGR ya no sabían como evitar el búmeran. Sin autoridad moral frente a los intelectuales, la palabra de la autoridad había sido enterrada ante los que más gritan. El jefe de la Agencia de Investigación Criminal adelantó el fin de semana que contra lo que originalmente habían dicho él y su jefe, doña Mamá Rosa no era tan mala como creían y que no había orden de aprehensión en su contra. Sí es cierto que el Ejército fue por ella, pero sólo, según se entiende de lo que sucedió, para que les platicara su experiencia. Doña Mamá Rosa no pudo hacerlo, porque como explicó después el procurador, tenía demencia senil. Perfecto. Con eso, no le formularían cargos y se iría a su casa a vivir en libertad. Las buenas conciencias celebraron, pero luego, en una entrevista de televisión con Mamá Rosa, no se vio rastro de demencia senil, sino articulada, con buena memoria y llena de explicaciones para justificar que, en efecto, mantenía contra su voluntad a menores –por su bien-, no se los entregaba a sus padres –porque ella también era la madre-, y los maltrataba –con cariño para que aprendieran-. Reconoció los delitos que originalmente le habían imputado, y dejó al procurador Murillo Karam en una situación incómoda: ¿aplicó la ley? ¿lo abatieron los desplegados de tan ilustres abajo firmantes? No se sabe. Lo que sí quedó claro es que en una semana quedó expuesto y vulnerado. ¡Urge! ¡Urge! El manual de control de crisis indica detonar otra crisis.
TERCER TIEMPO
Del cielo poblano les cayó el maná. El 9 de julio en la comunidad de San Bernardino en el municipio poblano de Chalchihuapan, vecinos de la comunidad tomaron la carretera por una exigencia administrativa y después de seis horas la policía los empezó a dispersar. Rocas y cohetones salieron de sus trincheras, y gases y palos de las filas de la policía. El saldo fue un menor de 13 años con un impacto en la cabeza que le provocó la muerte. Desde el principio se acusó a la policía de haberle disparado con una bala de goma, pero este episodio no había alcanzado una dimensión nacional hasta que coincidió con el hundimiento del trasatlántico de la PGR. Entonces -como fortuna para el procurador Jesús Murillo Karam-, la opinión pública dejó en paz a Mamá Rosa y encontraron su nuevo objeto de deseo, el gobernador Rafael Moreno Valle. Figura poderosa en el PAN, con inteligencia, oficio y dinero, gran precandidato a la Presidencia en 2018, se convirtió en un gran objetivo. Sabedor de su inteligencia, Moreno Valle es soberbio y está acostumbrado a la política vieja donde las conciencias se persuaden con dinero y trampas. Un problema de orden y legal lo abordó políticamente, y abrió la puerta para que sus adversarios lo destruyeran políticamente. Desde el fin de semana pasado se pintó la cara para la guerra y quiso mover al PAN para que lo respaldara en su cruzada. En el PAN dijeron no, porque existe memoria de cómo ha lastimado a tantos panistas durante tanto tiempo. Que se defienda solo. Abrió la cartera, y encontró mercenarios que estiraron un día la mano y al día siguiente, con la otra, lo sacrificaron. Sin cobertura azul, dividido el panismo en su estado, el PRI encontró en él la mejor forma de ayudar a Murillo Karam. Los 54 senadores del PRI le dijeron en la Gaceta Parlamentaria que él era el responsable de la muerte del menor por sus políticas criminales y sus cuerpos de seguridad que posiblemente son delincuentes. Intolerante, agregaron en su dedicatoria a Moreno Valle, que en su agonía parecía un político en el proceso de destrucción. ¿Y Murillo Karam? Rumbo a ser el nuevo fiscal de la nación. ¿Y la reforma energética? A días de ser promulgada. Quince días interesantes, de distractores por diseño o coyunturales que, para el caso, es lo mismo.
twitter @rivapa
Leído en http://www.ejecentral.com.mx/ayuda-de-memoria-distractores/
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