sábado, 16 de agosto de 2014

Lorenzo Meyer . Lo que Atlacomulco dejó ir


OPORTUNIDAD IRREPETIBLE


Lo que dejó ir el Congreso que cambió el artículo 27 en materia petrolera imbuido por "el espíritu del Grupo Atlacomulco", insuflado desde la Presidencia, fue todo lo ganado por México entre 1916-1942, gracias a una combinación irrepetible de voluntad nacionalista y varias coyunturas históricas. Las oportunidades que el nacionalismo aprovechó para dar vida a un proyecto de país, que hoy está acabado, fueron: la coincidencia entre el estallido de la Revolución Mexicana y el inicio de la actividad petrolera mexicana en gran escala, la I y la II guerras mundiales más la política de masas del cardenismo que dio al régimen una base social sin precedentes. Todo lo anterior permitió lo que en circunstancias normales hubiera sido imposible (como lo comprobó Mossadegh en Irán en 1953): la nacionalización y expropiación de la industria petrolera más la creación de Pemex como instrumento impulsor de esa etapa de industrialización que hizo crecer al PIB al 6% anual.











· TALÓN DE AQUILES

Durante 76 años, los gobiernos mexicanos -unos más que otros- defendieron a Pemex de la presión externa, uno de sus dos grandes enemigos. Donde fallaron fue en el caso del segundo: la corrupción interna. Hoy, la combinación de un modelo económico neoliberal, un uso abusivo de la renta petrolera para evitar que la Secretaría de Hacienda chocara con intereses creados si llevaba a cabo una verdadera reforma fiscal y una corrupción sin freno, hicieron que la apertura del petróleo al capital privado se presentara como la solución ideal para remediar nuestros males económicos. El reemplazo del PRI por el PAN en el gobierno federal -la llamada "transición democrática"- aceleró este proceso que, al recuperar el PRI el poder, culminó con una "reforma energética" privatizadora.



· REGRESO AL ORIGEN

Al modificar los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, México volvió a una condición cercana a la que existía antes que una rebelión obligara al presidente Porfirio Díaz a dejar el poder. Para 1909 un Congreso manejado por Díaz había modificado la ley para hacer del petróleo propiedad privada y el resultado fue una industria petrolera dominada por el capital externo hasta 1938. La Constitución de 1917 declaró que el petróleo volvía a ser propiedad de la nación, pero eso no modificó mucho la realidad. Hasta que Cárdenas actuó, las empresas extranjeras que dominaban la exploración, extracción, transporte, refinación y comercialización del petróleo mexicano sirvieron básicamente a sus intereses, independientemente de que éstos coincidieran o no con los nacionales. Es verdad que antes de ser expropiadas las empresas petroleras ya pagaban más impuestos que los simbólicos de la época de Díaz, pero el grueso de la economía mexicana apenas si se benefició de la explotación que "La Huasteca", "El Águila", Gulf Oil, Standard Oil (NJ) y otras, hicieron del recurso natural no renovable que extraían, el petróleo.



· APROVECHAR LA BUENA SUERTE

El que en 1916 Inglaterra estuviera concentrada en su lucha a muerte con Alemania y que Estados Unidos se prepara para intervenir en ese conflicto dio al grupo carrancista en Querétaro la oportunidad de (re)nacionalizar el petróleo. Acabada esa guerra, los gobiernos mexicanos ya no tuvieron libertad para avanzar en ese campo, pero en 1938 la movilización de masas cardenista reforzó al régimen y eso, más la evidencia de que pronto estallaría un nuevo conflicto mundial, permitió el gran paso: la expropiación petrolera y la creación de Pemex. La entrada de Estados Unidos a la guerra fue la coyuntura para el tercer paso: el acuerdo de 1942 con Washington para resolver el tema de la expropiación.



· QUINTA COLUMNA

La culminación de la desnacionalización del petróleo mexicano en 2014 fue obra de fuerzas externas pero sobre todo internas. El ex presidente Cárdenas logró neutralizar el intento de Miguel Alemán por abrir la puerta al capital petrolero norteamericano mediante "contratos riesgo", pero nunca pudo blindar a Pemex de la labor de zapa del enemigo interno: la corrupción fue obra de una auténtica "quinta columna" formada por el sindicato y los administradores del petróleo. Los responsables de Pemex siempre toleraron los abusos de un sindicato que actuó como aliado del gobierno en turno y, además, usaron contratos y concesiones para beneficio propio y de los suyos, al estilo de los acuerdos con empresas extranjeras para explotar por 20 años el gas de la Cuenca de Burgos o los de "Oceanografía", empresa en que el 97% de sus negocios dependían de su relación con Pemex.



· LENTEJAS

El cierre del proceso desnacionalizador resultó simbólico pues el Congreso quedó envuelto en la sospecha del bíblico "plato de lentejas". ¿Recibieron los coordinadores de los legisladores "subvenciones extraordinarias" y "por única ocasión" como un pago por renunciar a lo conquistado por otros hace 76 años?



· EN SUMA

En vez de mejorar lo hecho en circunstancias excepcionales entre 1917 y 1942 en materia de petróleo, el gobierno actual y sus apoyos prefirieron acabar con el legado.


agenda_ciudadana@hotmail.com





Leído en http://periodicocorreo.com.mx/agenda-ciudadana-4/



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.