miércoles, 21 de enero de 2015

Katia D'Artigues - Vázquez Mota, que ahora sí

Cuando a principios de año me llegó el nuevo libro de Josefina Vázquez Mota sentí una pequeña desilusión.

Me pareció, a botepronto, que un libro sobre paternidad /maternidad llamado “Cuando los hijos mandan” parecía muy poco proyecto para la que ha sido la mujer —o una de las— que más alto ha llegado en la política mexicana: fue la primera secretaría de Desarrollo Social y de Educación; la primera mujer coordinadora de la bancada del PAN en la Cámara de diputados y también la primera mujer candidata a la Presidencia de un partido que, en ese momento, estaba en el poder.

Josefina decidió, por razones personales que no juzgo, poner su vida política ascendente en una muy prolongada pausa. Tras llegar ¡tercera! en las elecciones presidenciales, se fue de viaje a curar sus heridas, a vivir su duelo; reconstruyó las ligas con su familia; estudió inglés; y se volvió a casar con el mismo hombre, Sergio, en Tierra Santa.










Desde hace tiempo se le ve titubeante sobre si regresar o no a la política.

Muchos dimos por sentado que buscaría la dirigencia del PAN que parecía pertenecerle a finales de 2012, pero su prolongada ausencia la hizo decidir que no; no tenía los suficientes amarres para lograrlo.

Ahora, por fin, parece que febrero será el mes de su renacer público.

Ayer cumplió 54 años y a principios de mes presentará el libro sobre paternidad/maternidad; a mediados de mes celebrará su onomástico; también podría presentar ese mismo mes una Fundación méxico-norteamericana con la que trabajaría de manera seria con los millones de mexicanos que viven en Estados Unidos.

Está terminando otro libro sobre los “Dreamers”, migrantes indocumentados que llegaron a Estados Unidos siendo niños; hermanos mayores de ciudadanos estadounidenses que nacieron ya ahí, que se suma a otro que presentó el año pasado de testimonios de migrantes exitosos.

Por cierto, leí su libro “Cuando los hijos mandan” y me equivoqué: con lenguaje sencillo y con colaboradores buenos (ella sólo lo coordina) sí plantea algo que es muy importante: la construcción de un mejor país comienza por la casa.

¿Cómo pretendemos enseñarles a nuestros hijos a respetar la ley, si en nuestras casas, muchas veces, no hay consecuencias cuando se rompen reglas y a veces, se da sin límites ni exigencias?

Ayer recibimos noticias del Institute of Legal Medicine, de la Universidad de Innsbruck en Austria, donde la PGR envió a analizar los restos localizados en las inmediaciones del basurero de Cocula, cerca de Iguala, que se presumen son de los 42 normalistas desaparecidos de Ayotzinapa (recordará que uno, Alexander Mora Venancio, ya se identificó).

Malas nuevas: debido al estado en el que se encuentran los restos, calcinados, no se pudo encontrar la suficiente cantidad de ADN y ADN mitocondrial que permitiera identificar los restos.

Pero no todo está perdido.

Se hará un segundo intento con el método de “Secuenciación Masivamente Paralela”, hay esperanzas para identificarlos; aunque no se garantiza nada.

Buena noticia: no nos cobrarán el procedimiento que hasta hace poco —según CNN, una información de transparencia que solicitó— ya iba en unos 290 mil pesos.

Habrá que ser pacientes: el proceso duraría unos 3 meses; para abril podríamos saber.

Ya más cerca de las elecciones de junio. ¿Qué pasaría si los huesos no dejaran ver quiénes fueron?

En fin, ya que por Ayotzinapa estamos en contacto con este instituto punta de lanza a nivel mundial, el gobierno debería de pedir ayuda para más cosas, por ejemplo localizar a personas desaparecidas.

Walther Parson, el científico que lidera la investigación es integrante de la International Commission on Missing Persons.

Leo en su portal (http://goo.gl/SGVO2y) no sólo de su colaboración con países para ayudarles a identificar restos (como los de la dictadura militar chilena), sino del proyecto de tener una base de datos de recursos forenses vía internet y lograr detectar, entiendo, personas desaparecidas en el mundo…

Aquí si una persona se pierde en Nuevo León no la buscan ni en Tamaulipas.

Necesitamos bases de datos que se “comuniquen” y que tengan muestras de ADN.

Hay más de 20 mil desaparecidos…

Por cierto, Felipe de la Cruz, vocero de los padres de familia, dijo que continuarán con su búsqueda, e informó que su acceso a cuarteles militares —ellos mismos lo dicen en plural, es decir no sólo contemplan el de Iguala— podría darse después del próximo 26 de enero.

En la edición on line, ¿cómo gobiernan Rafael Moreno Valle y Manuel Velasco?, y el regreso de Gustavo Madero.

katia.katinka@gmail.com
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Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/vazquez-mota-que-ahora-si-1421825359

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