Por más que el secretario de Hacienda, Luis Videgaray, se empeñó en negarlo durante meses, finalmente la crisis de los precios del petróleo tendrá un fuerte impacto en la economía mexicana y ensombrecen el panorama de la publicitada Reforma Energética y sus beneficios. Las finanzas públicas se verán reducidas ante la caída de los ingresos petroleros que aún representan el 35% del presupuesto federal para 2015. “No hay espacio para autocomplacencia ni tampoco para estar muy relajados”, dijo hace unos días el gobernador del Banco de México, Agustín Carstens, quien en tono más realista, alertó que este año habrá más “choques externos para la economía” del país.
Las consecuencias de “ramalazo petrolero” derivado de la guerra que libran potencias como Estados Unidos, Rusia y los países Arabes, ya empezaron. Con la mezcla mexicana ayer en 38 dólares por barril, el mismo secretario Videgaray que por meses repitió que “no había de que preocuparse” y que estábamos “blindados” ante el desplome, ya tuvo que anunciar que el gobierno de México podrían suspender el inicio de la Ronda 1, con la que arranca la cacareada Reforma Energética y habló de retrasar “contratos no convencionales” de exploración y explotación de petróleo y gas shale a empresas privadas nacionales y extranjeras que competirán con Pemex.
De hecho, el anuncio de Videgaray, el jueves 15 de enero en un noticiero radiofónico, provocó molestia en el Congreso, pues mientras el titular de Hacienda no quiso asistir a comparecer ante los diputados y mandó a sus dos subsecretarios, el mismo día y a la misma hora, el funcionario anunciaba en radio lo que bien pudo anunciar en el Congreso. El coordinador priísta, Manlio Fabio Beltrones, operó para que la oposición excusara a Videgaray de asistir y aceptara a los subsecretarios, pero cuando lo oyeron en entrevistas radiofónicas, más de un congresista reprochó al sonorense que sí pudiera atender medios pero no a los diputados.
Pero la posposición de la Ronda 1 no sería el único impacto. Por primera vez en la historia México anunció su intención de importar petróleo crudo ligero desde los Estados Unidos, en un estimado de entre 100 mil y 200 mil barriles diarios, en algo que cambiaría la condición histórica de nuestro país que pasaría en este sexenio de “exportador” a “importador” con el vecino del norte. Y aunque oficialmente se habla de “hacer negocio” con esa importación, la realidad es que el gobierno federal busca compensar el enorme hueco por el desplome en la producción de crudo de Pemex que en los últimos 10 años, según reveló ayer EL UNIVERSAL, ha disminuido en 1 millón de barriles diarios.
Tan sólo en 2014 la caída de la producción petrolera fue de 3.69% con 2 millones 430 mil barriles diarios, y en este 2015 está previsto que la producción de Pemex siga cayendo en 250 mil barriles menos al día, según las proyecciones económicas hechas por la Secretaría de Hacienda en la Ley de Ingresos Federal. La Plataforma de producción y explotación de crudo de Pemex este año sería de 2 millones 400 mil barriles diarios, menor en 2500 barriles a los 2 millones 650 mil producidos diariamente el año pasado, es decir que se estima una caída de casi 100 millones de barriles menos este año. Eso es lo que se buscaría compensar con la importación de petróleo de Estados Unidos por entre 100 mil y 200 mil barriles diarios.
Así que los tiempos de la complacencia de Luis Videgaray terminaron. Estamos ante los efectos inevitables del “ramalazo petrolero” por la caída de los precios del petróleo que seguirá y hay analistas internacionales que prevén que los árabes pueden llevar el barril hasta los 14 dólares, en su afán de doblar a la nueva superpotencia energética que son los Estados Unidos. Eso, combinado con la caída de la producción de Pemex, crearía la “tormenta perfecta” en la que los ingresos del gobierno necesariamente caerán. Y solo hay tres maneras de compensarlo: o con más deuda pública, recortes al gasto y al presupuesto federal, y aumento de impuestos. ¿Por cuál medicina optaría el doctor Videgaray?
NOTAS INDISCRETAS…
Mucho “calor político” percibieron algunos en la visita del presidente Enrique Peña Nieto a Puebla el lunes pasado. Apenas unos días después del cuarto informe del gobernador Rafael Moreno Valle, la visita presidencial y los elogios y cebollazos del Ejecutivo federal al mandatario poblano por los avances de su estado en materia de salud, no pasaron desapercibidos. Aunque también hay quien piensa que al ir a inaugurar el Hospital del Niño, que se hizo con recursos conjuntos de la Federación y el Estado, el presidente también quiso señalar que también hay inversión federal y no todo es obra del aspirante panista a la presidencia. ¿Será? Gustavo Madero regresó a la presidencia del PAN ayer como se esperaba. Y ahora lo que se espera es que Ricardo Anaya regrese a la diputación federal en San Lázaro para que, a la hora de lanzarlo por la dirigencia del PAN en octubre próximo, nadie diga que es “el candidato de la continuidad” del maderismo. Ajá…Los dados mandan. Escalera doble.
sgarciasoto@hotmail.com
Fuente: http://periodicocorreo.com.mx/serpientes-y-escaleras-21-enero-2015/
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