“Parece que los partidos y los políticos en Guerrero no entendieron; que
Iguala no les enseñó nada. Y como si no pasara nada mueven a los mismos
candidatos de siempre, como si nada…”, dice mezcla enojo, tristeza y
resignación Juan Angulo, director de “El Sur”, uno de los diarios
emblema de Guerrero.
Y no le falta razón, si vemos que en el PRD sigue al mando, como si
nada, el ex gobernador Ángel Aguirre, quien sin pudor ordenó que su hijo
–del mismo nombre– sea Alcalde de Acapulco; quien desbarrancó la
candidatura de Armando Ríos Piter y quien presume que seguirá mandando
en Guerrero. Y no le falta razón al director de “El Sur”, si vemos que
la mejor carta del PRI es Manuel Añorve, a quien derrotó el propio
Aguirre.
Sin embargo, los que saben dicen que en Guerrero no todo está perdido.
¿Por qué? Porque en medio de jaloneos y trompicones se abre paso una
posibilidad, remota pero nada descabellada de que el PRI, el PRD y el
PAN logren amarrar los cabos sueltos de una potencial candidatura de
unidad entre los más importantes partidos; alianza capaz de postular a
un mismo candidato que garantice las elecciones estatales y que impida
que la batalla electoral termine en una guerra entre hermanos en
Guerrero.
Lo interesante es que los operadores de Los Pinos no ven con malos ojos
la eventual reedición de El Pacto por México, en su versión electoral.
La pregunta es si los partidos tendrán la grandeza necesaria para una
empresa como ésa –que incluiría al PRI, PRD, PAN, PVEM y Panal–, y si la
política aún es capaz de propiciar los incentivos necesarios para un
acuerdo de esa magnitud, que sin duda sería el primer paso para salvar
Guerrero.
Lo malo es que no le falta razón al director de “El Sur” cuando dice que
partidos y políticos de Guerrero no entienden y pelean los mismos que
propiciaron la tragedia de Iguala. Por ejemplo, la baraja del PRI no
ofrece novedades. La encabeza Manuel Añorve Baños, candidato derrotado
en la pasada elección, diputado federal, delfín de Manlio Fabio
Beltrones y, según las campañas negras desatadas en su contra, cercano
al grupo criminal “Guerreros Unidos”. Le sigue Cuauhtémoc Salgado
Romero, presidente del PRI estatal, vinculado a Rubén Figueroa, a Emilio
Chuayffet y a Luis Videgaray. También aparece Héctor Astudillo Flores,
derrotado ex candidato a gobernador del PRI y cercano a Beatriz Paredes.
Y al final de la lista aparece Mario Moreno, actual Presidente
Municipal de Chilpancingo –en donde manda la ingobernabilidad–, y un
político vinculado a Miguel Osorio.
En el PRD la baraja es numerosa pero no se salva uno solo. La encabeza
Beatriz Mojica Morga, perteneciente al grupo local conocido como Nueva
Mayoría, al que no pocos vinculan con los Abarca. La sigue Víctor
Aguirre Alcaide, ex diputado federal, líder del grupo Unidad de
Izquierda Guerrerense, que suele vender su amor al mejor postor. Más
atrás aparece Sebastián de la Rosa, líder estatal de Nueva Izquierda,
diputado federal con licencia y señalado como “Delfín” de “Los Chuchos”.
Al final, pero no descartado, aparece el senador Sofío Ramírez,
vinculado directamente a Ángel Aguirre. El ex gobernador es dueño del
poderoso Grupo Guerrero, que es el poder hegemónico de las llamadas
izquierdas en Guerrero.
Y si dudan que en Guerrero nadie se salva del cochinero de Iguala, vale
recordar que el Comité Estatal del PRD está en manos de Celestino
Cesáreo Guzmán, quien pertenece al Grupo Guerrero –propiedad de
Aguirre–, en tanto que el secretario general es Jorge Salgado, también
vinculado a Ángel Aguirre.
En Morena la pelea está entre Luis Walton Aburto, de Movimiento
Ciudadano, Alcalde de Acapulco con licencia, y Pablo Amílcar Sandoval
Ballesteros, hijo de Pablo Sandoval Ramírez y nieto de Pablo Sandoval
Cruz. El padre y el abuelo de Amílcar son reconocidos luchadores
sociales. Sandoval Cruz, incluso, fue candidato al Gobierno estatal en
la contienda ganada por José Francisco Ruiz Massieu.
El 9 de febrero de 2014, Andrés Manuel López Obrador dijo, en gira por
Guerrero, que los candidatos de Morena al Gobierno estatal saldrían de
entre Lázaro Mazón y Luis Walton, quien a pesar del fracasado gobierno
en Acapulco ya pidió licencia para competir por el Gobierno estatal. Aun
así, por Morena no se descarta la candidatura de Pablo Amílcar
Sandoval.
Sólo queda una pregunta. ¿Quién podría ser el candidato de unidad de los
principales partidos en Guerrero? Todos los dedos, incluso el de Los
Pinos, apuntan al rector de la UAG, Javier Saldaña. Al tiempo.
Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/en-guerrero-nadie-se-salva-del-cochinero-1421834519
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