Francisco Rodríguez |
“En estricta lógica republicana –escribía hace no muchos ayeres el analista Arnaldo Córdova en su colaboración para La Jornada--, debería suponerse que, antes de ser presidente, el ciudadano que llega a serlo vivía de un oficio o de un negocio. Luego de desempeñar su puesto, otorgado por la ciudadanía, debería volver a vivir de lo que vivía antes y no pretender que la sociedad, tan esquilmada ya de por sí, lo siga manteniendo como si todavía lo hiciera, siendo que eso resulta costosísimo. Que esos gravosísimos privilegios se mantengan sólo demuestra que la nuestra no es una República de ciudadanos, sino una sociedad de privilegios que anula la ley y la misma Constitución”. O una suerte de monarquía mal disfrazada, ¿no cree usted?
Porque, para empezar, pedirle a Calderón que regrese a trabajar de lo que antes lo hacía es un sinsentido. ¿Cuándo ha trabajado el michoacano? Siempre ha vivido de la “grilla”, ya como funcionario de su partido, ya como legislador pero, que se sepa, jamás ha dado golpe en empresa alguna, no obstante por ahí se le haya inventado que dizque se desempeñó como analista de un banco privado, pero tal sólo fue para justificar el poder tener acceso a un crédito hipotecario que se auto-otorgó apenas llegando a dirigir Banobras… y al que tuvo que renunciar por el escándalo desatado.
Ernesto Zedillo es el único ex presidente que no gravita en torno a los impuestos que pagamos quienes vivimos aquí. Se negó a recibir la pensión de la que sí gozan Luis Echeverría, Carlos Salinas y Vicente Fox –quien incluso alegó que le era necesaria para “sobrevivir”--, porque se ha empleado como investigador, académico y consejero de algunas de las empresas que privatizó o, como los ferrocarriles, de plano entregó a extranjeros.
¿Debe ser vitalicia la pensión a los ex presidentes? Con esos montos gravitando sobre los presupuestos públicos, la lógica aconsejaría que no.
Que, como cualquier hijo de vecino, los ex encargados de la rex publica, nuestros empleados al fin y al cabo, se tomaran un par de añitos para reposar del ajetreo de un sexenio y luego se pusieran efectivamente a trabajar. Sólo durante ese periodo deberían hacerse acreedores a la pensión.
Porque la mayoría son longevos –de tan bien cuidados que se la pasan los seis años que viven en Los Pinos--, y más caros todavía nos saldrán si, como en el caso de Salinas, el propio Calderón y, dentro de un par de meses Peña Nieto, llegan a sentarse en “Doña Leonor” –como los clásicos bautizaran a la silla presidencial--, a la mitad de su cuarta década. Pagarles una pensión de esa envergadura durante todo el resto de su vida es un exceso, si se toma en cuenta, además, de que se les dota de un presupuesto anual que cubre prácticamente todas sus necesidades de oficina, seguridad militar, seguros médicos y de vida, así como viajes, entre otras minucias.
Esas pensiones para ex presidentes son un cúmulo de bofetadas a la mayoría de los mexicanos ya retirados o jubilados, que en su mayoría apenas subsisten con ingresos aún menores al salario mínimo y tienen que recurrir a ese engaño que es el Seguro Popular.
Es, además, totalmente antidemocrático. Convierte a esos dizque servidores públicos en ciudadanos de excepción.
Calderón, igual que sucedió con Fox, se irá millonario de Los Pinos. Y no sólo porque posiblemente haya sido partícipe de algún negocito o, como Salinas, haya sustraído recursos de las partidas secretas, sino porque debió haber ahorrado en su seguro de separación, ese que la Administración Federal duplica al 100 por ciento a los suyos. Así, si durante los seis años guardó el 5% de sus ingresos, al michoacano le van a dar el 10% del total de lo que haya percibido. Y eso son millones de pesos. Aún así, lo vamos a mantener de por vida.
Vaya injusticia, ¿no cree usted?
Índice Flamígero: El economista y ex diputado Mario DiConstanzo desglosó en su cuenta de Twitter en qué consiste la pensión que tendrá Calderón desde el próximo diciembre: “Su pensión mensual será de 150 mil pesos, más 291 mil de bonos e incentivos, además tendrá 2 camionetas blindadas, 3 choferes, tres carros de escolta, viáticos, telefonía y ayuda de despensa. También tendrá 45 militares a su servicio, más 22 de la armada y 11 de la fuerza aérea, mas 25 personas como personal administrativo. ¡En suma nos costará 54 mdp, de por vida! ¡Es una burla a la gente, que la pensión de Calderón nos vaya a costar a los mexicanos, 54 millones de pesos al año!” + + + Y no será sino hasta dentro de 71 días que Calderón pase al cada vez más nutrido grupo de los jubilados.
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Leído en: http://www.vanguardia.com.mx/lapensiondecalderon-1378057-columna.html
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