viernes, 26 de octubre de 2012

Oscar Balderas - La transición con Felipe Calderón fue la más difícil

Gerardo Maximiliano Cortázar
Felipe Calderón está molesto. Cada palabra que sale de las bocinas y resuena en su camioneta lo sorprende más. Había aguantado sin chistar que le dijeran "pelele" y "espurio", pero aquella mañana del 13 de julio de 2006 la paciencia se había terminado.
El panista pide a su secretaria particular, Aitza Aguilar, un teléfono para llamar a la periodista Carmen Aristegui y pedir una réplica, en ese momento, sobre las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador, quien lo acusa de delincuente electoral. Pero aunque es el virtual presidente electo, su equipo no le entrega los teléfonos celulares.
"No, Felipe, no. A ti te van a nombrar presidente, tú ganaste, él perdió…", trata de calmarlo Maximiliano Cortázar, su director de Comunicación Social en la campaña.




"Yo ahorita voy a llamar y voy a decir que esto no es así", insiste Calderón, a quien favorece el conteo del IFE de las actas de la elección presidencial, pero vive asediado por las protestas de la izquierda, que lo acusa de ganar con un fraude.
Cortázar narra a  ADNPolítico.com que que Aitza disimula no enterarse de la petición del michoacano, mete las manos a su abrigo y sujeta los celulares.
"No, espérate. Yo ahorita le digo a Juan Camilo (Mouriño) que vea eso. Tú ya eres presidente, no tiene caso que te subas al ring. Puede ser contraproducente…", continúa Cortázar, mientras hace el chofer conduce el vehículo sobre la avenida Insurgentes Sur, en la capital del país.
"No, yo quiero… ahorita llamo…", presiona Calderón. Hay nerviosismo. "Yo sólo pensaba: no, esto no va a salir bien", recuerda Cortázar.
Pero la atención del panista se disipa cuando su auto llega al restaurante "Los Almendros" y debe apresurar el paso para no hacer esperar a los miembros de la Cámara Nacional de la Industria de Radio y Televisión que lo esperan. Ante la distracción, su equipo respira aliviado.
"Lo que te cuento es indicador de cómo fueron esos tiempos de transición. Fue la primera transición de la vida moderna de México… y fue muy compleja. Tuvimos que hacer una larga espera para conocer el fallo del Tribunal Electoral y mientras eso sucedía teníamos una situación muy compleja con el PRD y con Andrés Manuel", recuerda el exasesor del actual presidente.
ADNPolítico.com publicó este lunes los estilos de transición de cada presidente electo a partir de la alternancia, y Cortázar fue un protagonista del segundo de ellos como asesor de comunicación de Calderón, posteriormente coordinador de Comunicación Social de la Presidencia de la República y ahora diputado federal.
“Fueron momentos tensos, difíciles. No era una transición tersa, no tuvimos tiempo en concentrarnos mucho en la entrega-recepción. Estábamos también muy concentrados en el conflicto postelectoral”, dice.
Cortázar – o Max, como le dicen sus amigos – se acuerda de los 64 días que tuvo que esperar el equipo de Calderón para que la Secretaría de Hacienda les permitiera hacer retiros del fondo de 150 millones de pesos para la transición, pues mientras no hubiera un fallo del Tribunal Electoral ese dinero estaba “congelado”.
“Tuvimos que trabajar mucho y con poco. Pero bueno, el presidente Felipe Calderón es, en el mejor de los términos, un 'gladiador'. Estaba determinado a trabajar, aunque sí fue difícil, porque teníamos que estar en varias cosas a la vez”, cuenta.
Sobre sus recuerdos de aquellos días, el panista tiene dos imágenes: al entonces vocero nacional del PRD, Gerardo Fernández Noroña, encadenado a las rejas del Estado Mayor Presidencial que resguardaban la casa de campaña de Calderón.
Y la fachada de un edificio en la esquina de las avenidas Mixcoac y Periférico en la Ciudad de México, donde se montó "El Museo de las Actas", una exposición que intentaba convencer a los ciudadanos de que Acción Nacional había ganado limpiamente los comicios.
“Me acuerdo mucho que en ese momento, el presidente electo sí iba a tomar protesta, como fuera, y tenía que ser en la tribuna y que buscáramos la forma. Él no iba a subirse a un balcón”, expresa.
Finalmente, la etapa de transición concluyó a las 09:51 horas del 1 de diciembre de 2006, cuando Calderón y su equipo burlaron a los diputados que habían tomado la tribuna y tomó posesión como presidente constitucional en medio de silbatazos, protestas y aplausos.
“Ese día, cuando lo vimos en tribuna protestar, fue como… si un gran peso se nos hubiera quitado. El día no paró, tuvimos varios eventos, pero fue un gran alivio. Había acabado todo eso y empezaba una nueva etapa”, señala.
A la pregunta de cómo describiría, con una palabra, el proceso de transición con Felipe Calderón, Max Cortázar no duda: “difícil, esa es la palabra”.


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