sábado, 6 de julio de 2013

Miguel Ángel Vargas V. - Un diputado, un crimen y una viuda que se volvió candidata

Un diputado recién electo es asesinado a sangre fría frente a su domicilio, la investigación coloca a su suplente como el principal sospechoso, el joven huye, la policía lo busca dentro y fuera del país... Y, 10 meses más tarde, la viuda del político asesinado busca en las urnas quedarse con la curul que su marido dejó vacante.
Esta historia podría ser digna de una novela de Agatha Christie, o del guión de un thriller político "hollywoodense"... Pero no, es la historia verídica que ocasionó que este domingo haya una elección extraordinaria en el estado de Sonora.
La trama de esta historia inició el viernes 14 de septiembre de 2012, el día en que la vida de Eduardo Enrique Castro Luque llegó a su fin. Diez semanas antes, este priista había sido electo diputado local del distrito XVII del Congreso del Estado de Sonora y estaba a sólo dos días de rendir protesta en el que sería su primer cargo público.



Cuando perdió la vida a los 48 años de edad, Castro Luque estaba casado, era padre de un hijo pequeño; y había dejado una carrera como empresario de la publicidad y directivo del equipo de beisbol Yaquis de Obregón para incursionar en la política. 
Según narraría más tarde el presunto autor material del homicidio, ese viernes, después de las ocho de la noche, el diputado electo llegó a su casa en el número 528 de la calle Quintana Roo, en Cajeme, Sonora; cuando se bajó de su vehículo, el presunto sicario simuló que su moto estaba descompuesta y le pidió unas pinzas para arreglarla; el priista se negó y, unos instantes después, abandonó el domicilio acompañado de otro hombre.
Sin embargo, 15 minutos más tarde regresó a su casa sin saber lo que le esperaba. “Estaba yo estacionado todavía y en eso se dio en vuelta en ‘U’, ahí, y se estacionó, y ahí fue donde le volví a preguntar yo, le dije: ‘de casualidad no tiene unas pinzas perras o algo’... ‘Ni mecánico, ni la chingada’, me contestó; y me quedo yo, ‘bueno, pues ni modo’, y ya agarré la pistola y se la descargué, le disparé de lejos, de la calle a la puerta de la reja de su casa”, relata con tranquilidad Wilfredo Álvarez Félix, supuesto autor material del crimen en un video difundido por la Procuraduría General de Justicia del Estado de Sonora.
Tuvieron que pasar diez días del asesinato para que las autoridades locales difundieran información concreta sobre los posibles responsables: el 24 de septiembre, el procurador estatal Carlos Navarro Sugich dio una conferencia de prensa en la que anunció que contaban con elementos para asegurar que el autor intelectual del homicidio era Manuel Alberto Fernández Félix, su suplente en la diputación del distrito XVII.
DE DIPUTADO SUPLENTE A PRÓFUGO
Siete días antes de que fuera señalado como autor intelectual del crimen, Fernández Félix había acudido a la Procuraduría estatal en calidad de testigo; después de esta comparecencia, era ya buscado por la Interpol en 189 países.
Las autoridades sonorenses marcaron como supuesto móvil del crimen que Fernández Félix quería ser diputado titular; el suplente creía –según aseguró un presunto cómplice– que sólo lo conseguiría si Castro Luque “no existiera”.
También detallaron la manera en que el entonces diputado suplente electo supuestamente consiguió que se llevara a cabo el homicidio: le pidió a un amigo que se encargara del asunto; este joven contactó a un cómplice que consiguió el arma, a otro que les prestó una moto y uno más que llamó al sicario que finalmente consumaría el asesinato.
El mismo 24 de septiembre, la Procuraduría estatal presentó a cuatro de las seis personas presuntamente implicadas en el homicidio: Wilfredo Álvarez Félix, “El Willy”, de 40 años de edad, presunto autor material del homicidio; Sergio Román Gil Zavala, de 24 años, el presunto operador del plan; Juan Manuel Rodríguez Hernández, “El Güero”, de 24 años, quien consiguió la motocicleta; y Wilver Joel Sánchez Quezada, de 34 años, quien contactó al presunto sicario.
Los cuatro detenidos confesaron ante las cámaras de la Procuraduría estatal su participación en el crimen y apuntaron a Fernández Félix como el autor intelectual del mismo. Un par de días más tarde, el quinto implicado (de seis) fue detenido por policías estatales, su nombre es Diego Misael Cervantes Méndez y presuntamente consiguió la pistola con la que se asesinó al diputado Castro Luque y cobró 5,000 pesos por ello.
El 3 de octubre, Alberto Fernández Medina, padre del supuesto autor intelectual de homicidio acusó a las autoridades sonorenses de haber armado un montaje para culpar a su hijo.
Con el paso de los días y ante la falta de información del paradero del presunto responsable, la esposa del diputado fallecido publicó en medios locales un desplegado en el que le pidió a quien acompañó a su esposo en la fórmula para buscar una curul local, que se entregara.
“Le ruego, si está leyendo este mensaje, que se presente y que enfrente a la justicia”, dijo Rossana Coboj en la misiva difundida el 7 de octubre.
Lo último que Fernández Félix hizo en su cuenta de Facebook fue cambiar su foto de perfil por una de un listón negro en señal de luto; pero, por las fechas en que ya era prófugo de la justicia, su cuenta en esta red social fue deshabilitada.
VER HACIA ADELANTE
Y aunque la detención del señalado como autor intelectual del homicidio no se ha dado, por lo que el caso no está cerrado, la vida de su familia tuvo que continuar, así como la búsqueda de quien lo sustituirá en la curul que dejó vacante.
A mediados de enero de 2013, la Comisión Estatal Electoral de Sonora, convocó a un proceso electoral extraordinario para definir al diputado local del distrito XVII con cabecera en Ciudad Obregón; pero, por algunas diferencias políticas, este acuerdo fue revocado, y fue hasta inicios de marzo, que el calendario definitivo para estos comicios fue finalmente aprobado.
Si a inicios de abril sonaba sólo como un rumor, a finales de ese mes era ya una noticia confirmada que llamó la atención de medios locales y nacionales: Rossana Coboj García, viuda del diputado electo asesinado en septiembre pasado, se registró como precandidata única del PRI en este proceso extraordinario: la viuda de Castro Luque confirmaba que pretendía conseguir la diputación que su marido se quedó a un par de días de jurar.
Un mes más tarde, el 26 de mayo, Coboj García aseguró un lugar en la boleta electoral cuando rindió protesta como candidata a legisladora de mayoría relativa por el distrito XVII.
Además de Coboj García, que es abanderada del PRI y del PVEM, compiten otros cuatro candidatos por la diputación vacante: Fructuoso Méndez Valenzuela, por el PAN; Irene Manzo Reyes, por el PRD; Sergio Javier Castro Castro, por el PT; y Jesús Manuel Scott Sánchez por Movimiento Ciudadano.
En la campaña, la candidata del PRI y el PVEM ha dicho que tuvo que dejar su tragedia a un lado  y vivir sin rencores. “Vamos dejando la tragedia a un lado y vamos (...) retomando un proyecto compartido con mi esposo”, señaló a un medio local.
Este domingo, 85,038 ciudadanos que viven en las 61 secciones que conforman el distrito XVII de Sonora, están convocados a votar para elegir a su representante en el Congreso estatal.
Además, de este proceso electoral extraordinario, el domingo 7 de julio otros 14 estados realizarán comicios locales ordinarios: en Baja California se elegirá gobernador, alcaldes y diputados locales; en Coahuila sólo se renueva las presidencias municipales; en Hidalgo, sólo el Congreso estatal; y en otros 11 estados, tanto las diputaciones locales como las alcaldías


Leído en http://www.adnpolitico.com/gobierno/2013/07/04/un-diputado-un-crimen-y-una-viuda-que-se-volvio-candidata

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