martes, 17 de septiembre de 2013

Francisco Garfias - El día que jodieron las lluvias

No fue la Coordinadora la que perturbó el desfile militar. El magisterio disidente nos dio días de relativa tregua. Fueron el huracánIngrid y la tormenta Manuel los que robaron la atención a la vistosa ceremonia que cada año cierra los festejos de la Independencia de México.
Cuentan los que fueron invitados a Palacio Nacional que los altos  funcionarios y los jefes militares se la pasaron con un ojo en la ceremonia y el otro a los celulares, para revisar los reportes de los daños provocados por el mal tiempo.
El contingente de las Fuerzas Armadas ni siquiera desfiló completo. Cinco mil elementos que estaban listos para marchar por la Ciudad de México tuvieron que trasladarse a las zonas más afectadas del país.




Aún así, participaron más de 19 mil soldados, marinos, pilotos, policías, charros y hasta chinos (una pequeña delegación de ése y otros países).
Veracruz y Guerrero son los estados que han pagado más cara la factura del fenómeno en términos de vidas humanas. Sólo ayer se reportaron 13 y 10 muertos respectivamente. Las clases en el estado que gobiernaJavier Duarte fueron incluso suspendidas por las condiciones climáticas.
Apenas terminó el desfile, Enrique Peña se trasladó a Acapulco, Guerrero. El Presidente canceló una gira por Nuevo León —donde hay daños por el fenómeno meteorológico, pero saldo blanco—, para atender la severa contingencia. Una vez allí anunció la realización de un censo para saber lo que perdió cada familia.
Hay  más de 40 mil turistas varados en el puerto, según el alcalde Luis Walton. No hay cómo salir en avión comercial. El aeropuerto está bajo el agua. Las carreteras —incluida a Autopista del Sol— intransitables. Los deslaves son múltiples. Los que se fueron de puente ahora necesitan un puente para regresar a sus lugares de origen.
El presidente Peña envió a la mitad de su gabinete a los distintas entidades afectadas. En Guerrero, estado que gobierna el PRD, se le unieron tres secretarios de Estado:Miguel Osorio (Gobernación); Rosario Robles (Sedesol) yGerardo Ruiz Esparza (SCT).
Claudia Ruiz Massieu (Turismo) fue enviada a Hidalgo;Enrique Martínez y Martínez (Sagarpa) a Veracruz; Jorge Carlos Ramírez Marín (Sedatu) Colima; Emilio Chuayffet(Educación) a Tabasco; Pedro Joaquín Coldwell(Energía) a Puebla); Mercedes Juan (Salud) a Oaxaca, yAlfonso Navarrete Prida (Trabajo) a Nuevo León.
Osorio calificó de “históricas” —nunca había sucedido— los dos fenómenos climatológicos  que golpearon simultáneamente territorio nacional. Uno entró por el Pacífico. Otro por el Golfo de México. El secretario de Gobernación aseveró que ha llovido en más de dos terceras partes del país. Hay un millón 200 mil afectados en el país.
Miguel Mancera no llega al Primer Informe de Gobierno en su mejor momento. La tolerancia que mostró frente a marchas, bloqueos, y el vandalismo de la Coordinadora y anexas no ayuda a su imagen. Los capitalinos se sienten defraudados. Dicen que rehuyó a su responsabilidad.
Hasta de “tibio” acusan a este gobernante que prefiere asumir el costo político, por alto que sea, antes que recurrir a los garrotazos para regresar a la normalidad a la Ciudad de México.
La defensa del jefe de Gobierno del DF vino de quien menos lo esperábamos: su predecesor en el cargo.Marcelo Ebrard. “Apoyo lo que hizo”, nos dijo. No entiende, sin embargo, por qué Mancera asumió públicamente los costos del conflicto, si la responsabilidad última, aun si se desarrolla en la capital de la República, es del gobierno federal.
“El conflicto lo genera y lo puede resolver el gobierno federal, no el gobierno del DF. El comandante en jefe de todas las fuerzas, incluida la policía del DF, es Enrique Peña Nieto. La tolerancia ha sido de él y creo que ha sido razonable Peña, para quien está exigiendo que Manceraactúe”, nos dijo el ex jefe de Gobierno.
El caso del Bar Heaven tampoco le ayuda. Su desarrollo y el trágico desenlace opaca cualquier avance que en la materia se hubiese podido tener la ciudad en estos nueve meses. Ese es otro donde está por debajo de las expectativas.
Mancera es el candidato más votado desde que se realizan comicios para jefe de Gobierno a partir de 1997. Una de las fortalezas con la que llegó al Palacio del Ayuntamiento era precisamente: la seguridad.
Lo positivo lo encontramos en el diálogo con los adversarios. Es, sin duda, el jefe de Gobierno que mejor se ha coordinado con panistas y priistas. Algunos hasta lo acusan de peñista.
Las épocas de crispación con el gobierno federal que caracterizaron a López Obrador y a Marcelo han quedado atrás. La distensión ayuda, sin duda a una mejor coordinación entre los dos niveles de gobierno.
Ha tomado como suya la bandera de la reforma política en el Distrito Federal. Es un tema que avanza y que, de concretarse, devolvería a la Ciudad de México derechos que le fueron conculcados bajo el argumento de que es asiento de los poderes federales.
El SAE, organismo descentralizado de la Secretaría de Hacienda, realizó ayer la segunda mejor venta de bienes que le fueron transferidos por diversas entidades. Obtuvo 113 millones de pesos por 96 inmuebles en diversas partes el país. Llama la atención que un solo particular, cuyo nombre se mantiene en reserva, ofreció 86 millones de pesos por un edificio de oficinas en Guadalajara.
El mayor número de lotes correspondió a inmuebles de Banrural en liquidación (21) y la Tesorería de la Federación (11), y en menor medida de Banobras, BNCI en liquidación, Financiera Rural, Fiderca. Sólo un inmueble provino de la PGR.


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