martes, 17 de septiembre de 2013

Denise Dresser - Purificación Carpinteyro ¿De qué dependemos? De una compañía telefónica/ De un monopolio televisivo.

NOTA: El texto de la diputada Carpinteyro  está abajo del de la politóloga Dresser

... de una compañía telefónica

Denise Dresser

Allí están los consumidores de México parados. Allí, varados. Allí desprotegidos. Allí, sin opciones. Sin opciones porque la competencia real en las telecomunicaciones no existe en México. Nunca se dio; nunca fue permitida; nunca fue promovida. Porque el señor Slim controlaba "la última milla", controlaba el acceso de cualquier compañía a la línea telefónica de cualquier casa, controlaba la interconexión irremontable. Porque con ese control logró bloquear a la competencia. Porque todo pasaba –y sigue pasando– por Telmex. Porque el gobierno de México hizo muy poco para impedirlo, hace más de 10 años años y ahora. Porque los reguladores mexicanos doblaron las manos y cerraron los ojos. Porque nadie alzó la voz en favor del consumidor. Porque nadie habló en nombre del interés público. Porque de un lado quedaron 110 millones de habitantes y del otro quedó la compañía de telecomunicaciones más lucrativa del planeta.



Hay quienes argumentan que ese arreglo era necesario, que ese acuerdo era indispensable, que esa concesión era requerida. Antes de su privatización, Telmex necesitaba inversión y Slim estaba dispuesto a proveerla. Telmex necesitaba infraestructura y Slim estaba dispuesto a crearla. Telmex necesitaba otorgar mejor servicio y Slim se comprometía a ofrecerlo. Y ha cumplido, pero a un precio muy alto. Con un servicio adecuado pero excesivamente caro. Con unas prácticas empresariales que han obstaculizado a la competencia y ordeñado al consumidor. Con una infraestructura de telecomunicaciones que reduce la competitividad del país y eleva el costo de producir en él. Carlos Slim tiene el mejor arreglo del mundo pero el consumidor mexicano tiene uno que está entre los peores. México jamás va a ser competitivo en telecomunicaciones mientras el gobierno se siente en la mesa de Carlos Slim en vez de regularlo. Mientras la clase empresarial lo perciba como un ejemplo a seguir en vez de un cuello de botella. Mientras los medios no hagan las preguntas necesarias y la investigación indispensable. Mientras la población siga pagando la cuenta porque cree que no tiene otra opción.

_____________________________________________________________________

... de un monopolio televisivo

Purificación Carpinteyro

Los televidentes en nuestro país dependen de un monopolio televisivo.

Pese a que se nos ha inducido a pensar que en el mercado de la televisión existen dos competidores, esto es una sobresimplificación. Aunque podamos comparar los tres canales de TV abierta a nivel nacional y uno para el Valle de México de Televisa, con los dos canales nacionales y uno para la zona metropolitana de TV Azteca, esto nada tiene que ver con la concentración del 70 por ciento en los niveles de audiencia por la primera.

Sin embargo, desde el punto de vista de casi el 50 por ciento de los televidentes, además de la TV abierta, está la programación disponible a través de los sistemas de TV de paga: por cable o satelital. Y aunque esto parecería indicar que para la mitad de la población el abanico de opciones se multiplica, la realidad es opuesta. A través de las empresas de TV de paga que Televisa controla domina el 60 por ciento de la TV restringida.

Pero la TV abierta y la de paga son meros canales de distribución. El producto que la población demanda son los contenidos. Y es ahí donde Televisa afincó su dominio, sumando, a lo que ellos producen, los contenidos extranjeros que antes eran también distribuidos a terceros por Productora y Comercializadora de Televisión o PCTV, empresa que pasó a ser controlada por ese grupo mediante la compra de Cablemás en 2006.

Pero si esto no es suficiente, baste remitirse a la jurisprudencia de la Suprema Corte que determina que, para medición de la concentración en un mercado, el criterio a seguir es el de "grupo económico de interés". Así, cuando la Comisión Federal de Competencia aprobó la compra del 50 por ciento de Iusacell por Televisa, validó la conformación de un monopolio.


Fuente: Enfoque de Reforma

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.