Eran los tiempos de Guillermo Valdés como director del Cisen. Media docena de periodistas comíamos con él en el búnker que ese órgano de inteligencia civil tiene en el sur de la Ciudad de México.
El tema de la charla eran los riesgos potenciales para la estabilidad nacional. No recuerdo textualmente cuáles fueron sus palabras, pero sí el motivo de su preocupación: “Los jóvenes y la facilidad con la que los manipulan”.
Nos decía que si se involucran en un conflicto determinado, el semáforo social se pone de inmediato en amarillo. “Son más inflamables que un cerillo”, dijo, palabras más, palabras menos.
Es el caso con la bronca del magisterio disidente. Los estudiantes ya marcharon por las calles de la Ciudad de México en solidaridad con ellos.
Una docena de planteles de la UNAM, la UAM, la UACM resolvieron incluso irse al paro activo. Empezó el miércoles y termina hoy.
Ya se mezclaron con maestros que levantan estandartes fantasmas como la “privatización” de la educación, que nadie plantea, y la violación de los derechos laborales supuestamente contenida en la Ley de Servicio Profesional Docente.
A la CNTE no le gustaba la parte punitiva del ordenamiento que los obliga a evaluarse. Se eliminó en eladdendum aprobado por una mayoría en el Congreso. Pero nada cambió. Siguen en pie de lucha.
Ya se pegaron también otros grupos radicales que se hacen pasar por universitarios. Los llamados anarcos, que sólo buscan desestabilizar al gobierno.
■En la UNAM ya registraron la presencia de esos elementos patógenos. Arrastran a los alumnos al radicalismo. Hay preocupación entre las autoridades de la máxima casa de estudios.
El rector, José Narro, ya dio color. El miércoles emitió un comunicado en el que deplora el respaldo de los sectores universitarios al movimiento magisterial. “La interrupción de las actividades académicas no soluciona los problemas. Sólo contribuye a su complicación”, advierte.
Les valió madre.
Leímos la carta que Fernando Castañeda Sabido, director de Ciencias Políticas, envió a los alumnos para avisarles del paro activo, luego de la reunión que sostuvo con un grupo de estudiantes de las diferentes especialidades que le informaron de los resultados de la asamblea en la que se tomó tan lamentable decisión.
“Les manifesté que mi convicción era que la Universidad no debería de parar, porque era una forma de callar el pensamiento crítico. Era una forma de silenciarlo”, dice la misiva.
Tampoco le hicieron caso.
El director de la FCPYS no tuvo más remedio que acatar el anuncio de lo estudiantes. “Es mi obligación mantener la concordia en el marco de las diferencias y las discrepancias”, explicó.
■Buscamos a legisladores vinculados con los temas de educación y seguridad para pulsar su ánimo frente a lo arriba comentado. El senador del PRI, Omar Fayad, presidente de la Comision de Seguridad, tiene claro que la explosiva mezcla chavos-Coordinadora le da otra dimensión al conflicto.
“Ya se les agotó el 68, quieren otro…”, dijo.
La panista michoacana, Luisa María Calderón, hermana del ex Presidente, algo sabe del tema. Las broncas de este tipo son el pan nuestro de cada día en su estado.
La senadora tiene claro que la inconformidad del magisterio tiene su raíz en la eliminación de privilegios como el control de las plazas, la colonización de las secretarías de educación, las comisiones.
“El gobierno no calculó la dimensión del problema. Lo dejaron crecer, pensaron que con el desalojo victorioso del Zócalo —no hubo lesionados— el movimiento se iba a desgastar.
“Se equivocaron. Los radicales siempre acuden a los radicales ”, nos dijo.
■Josefina Vázquez Mota y Ernesto Cordero comen hoy juntos. No sabemos dónde. Lo mantienen en reserva. La ex candidata presidencial del PAN y el senador calderonista, otrora adversarios internos, traen un interés común: las elecciones internas en el azul. No pudimos averiguar mucho más. Nos queda preguntar: ¿Es la incubación de un frente antimaderista?
■Las cosas se le complican al gobierno a la velocidad de la luz. Por si no fuera suficiente la bronca con los maestros, se configuró el peor escenario para la reforma energética que pretende modificar los artículos 27 y 28 de la Constitución.
■Cuauhtémoc Cárdenas y Andrés Manuel López Obrador firmaron juntos una carta en la que, a partir del respeto de sus diferencias, llaman a la resistencia civil y pacifica en contra de la reforma energética, que abre sectores de Pemex hasta ahora vetados a la iniciativa privada, pero también la reforma hacendaria, que consideran “inequitativa y recesiva”.
La carta se puede leer en la página oficial del Peje(lopezobrador.org.mx)
■El ala izquierda del PRD se congratuló de la coyuntural alianza entre los dos ex candidatos presidenciales de ese partido, distanciados desde hace tiempo.
El bejaranista Alejandro Sánchez Camacho hizo público su regocijo por el acontecimiento. “Me da gusto que quienes encabecen la defensa de Petróleos Mexicanos y de la economía familiar sean los ex candidatos presidenciales del PRD”.
“Nadie mejor que ellos podrían unificar la lucha en contra de la propuesta energética privatizadora de Enrique Peña Nieto y su partido, el PRI”, recalcó el secretario general del partido.
■Enrique Peña está dedicado por completo a los damnificados de Ingrid y Manuel. Lo demuestra su decisión de cancelar su viaje a Nueva York para participar en la Asamblea de las Naciones Unidas. El Presidente sabe que hay prioridades.
Aquí es útil su presencia. La tragedia que se vive en varios estados del país es más importante que un discurso en esa tribuna universal.
El primer mandatario apenas hizo una pequeña pausa para asistir a la cena de los 20 años de TV Azteca. Allí escuchó a Ricardo Salinas Pliego anunciar que a partir de hoy —y hasta que se requiera— la televisora que él encabeza se sumará a los esfuerzos del gobierno para ayudar a la gente que lo ha perdido todo.
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