viernes, 20 de septiembre de 2013

Rubén Cortés - Los ayatolas de la izquierda

Obcecados en proyectos políticos caudillistas, AMLO para emular el de su ídolo Luis Echeverría y Cuauhtémoc Cárdenas el de su padre, los dos ayatolas de la izquierda doméstica se unieron (tras ocho años pidiéndose la cabeza) para oponerse a todas las reformas.

En carta abierta, llaman a organizar la resistencia civil y pacífica contra la aprobada reforma educativa y las iniciativas de reformas hacendaria y energética del Presidente y avaladas por el PRD, partido en el cual AMLO es un santón y Cárdenas “líder moral”.

Apoyan “las justas luchas de los maestros ante una reforma que los priva de sus derechos laborales y que no es educativa”.





Pero la reforma al Artículo Tercero Constitucional y la reforma a la Ley General de Educación establecieron las bases para el Servicio Profesional de Carrera Docente y reglas claras para que los aspirantes a ingresar y ascender en el magisterio lo hagan con base en trabajo y méritos.

Además, acabó con las plazas vitalicias y hereditarias en el Sistema Educativo Nacional (un botín que controlaban Gordillo y la CNTE) al crear el Sistema Nacional de Evaluación Educativa, que identifica las necesidades de mejora de maestros, directores, supervisores y escuelas.

De esta reforma, dicen que “priva a los maestros de sus derechos laborales y no es educativa”. Pero ni la han leído. Como tampoco la energética ni la hacendaria.
Se oponen “a las reformas de los artículos 27 y 28 de la Constitución que propone el gobierno, y defender nuestra soberanía, así como los recursos energéticos que son propiedad de la nación tras incontables luchas históricas, y base de nuestro desarrollo integral y sustentable”.

Pero lo que busca el gobierno es dejar el artículo 27 de la Constitución como lo dejó el papá de Cuauhtémoc en 1940: que las empresas extraigan el crudo, se lo den al Estado, éste lo venda y les dé un porcentaje.

Sobre la hacendaria, aseguran que “distribuye la carga fiscal de manera particularmente inequitativa y recesiva, profundizando la crisis al afectar a las pequeñas y medianas empresas, las clases medias, y sobre todo a los trabajadores y a los más pobres de México”.

Cuando en realidad lo que pretende el gobierno es hacer ley nacional lo que garantizaba AMLO, como Jefe del GDF, en forma de dádivas para comprar el voto de los capitalinos en la campaña presidencial de 2006: pensión universal para mayores de 65 años y el seguro de desempleo.

Es decir, el santón y el líder moral no tienen idea de lo que critican. Se parecen al primer sioux que montó el caballo al revés y cuando un soldado del séptimo de caballería le preguntó por qué lo hacía, le respondió:

“Por nada, sólo quiero mortificar”.

ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter:
 @ruben_cortes


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