lunes, 23 de septiembre de 2013

Pablo Hiriart - AMLO y la CNTE, ¿no que no?

A quienes asociamos a la CNTE con López Obrador y Morena se nos acusó de “calumniadores”, entre otras lindezas. ¿Y? ¿No que no?

En el mitin de ayer convocado por AMLO, en contra de las reformas estructurales, subió al templete el líder de la Coordinadora, Rubén Núñez, quien desde hace más de un mes tiene ahorcada una parte de la capital.

“¡Aquí y ahora, con la Coordinadora!”, fue el grito de los lopezobradoristas en el Paseo de la Reforma, luego de haber negado por meses el vínculo con esa agrupación del magisterio que supuestamente lucha por echar abajo los cambios en materia educativa.




Pero no sólo están unidos contra la reforma a la educación, sino también están en contra de la energética y de todos los cambios estructurales que se planteen, pues dicen que son neoliberales.

El movimiento de la CNTE, lo dijimos en su momento y se confirma ahora, es parte del engranaje de López Obrador para desestabilizar al país y, en el menor de los casos, paralizarlo.

La alianza AMLO-CNTE es utilizada también para fastidiarle el camino a Miguel Mancera, su competidor para el 2018.

¿Es muy temprano hablar del 2018? Desde luego que sí. Tempranísimo. Pero López Obrador no piensa en otra cosa que en el poder.

Los maestros permanecen en el Distrito Federal porque así conviene a la estrategia de su líder real, López Obrador.

No es creíble que estén aquí en una labor de hostigamiento contra la capital, sólo porque rechazan ser evaluados.

Ya se ha dicho: tienen tres oportunidades en su evaluación, y si a la tercera también reprueban, no pierden el empleo sino que pasan a un área administrativa.

Los miembros de la CNTE son parte de una lucha mayor, que es la de López Obrador.
Lo que tanto negaron, su vinculación, quedó al descubierto ayer cuando marcharon juntos, Morena y la CNTE, con el mismo objetivo: echar abajo las reformas.

A Núñez, líder de la sección 22, lo hicieron subir al templete, para ovacionarlo, y emitió un saludo a nombre de la Coordinadora.

Se destaparon a lo grande: no repararon en gastos. Pudimos ver autobuses de lujo que llegaron de casi todos los estados del país, para nutrir el mitin de ayer.

¿De dónde sale tanto dinero? Esos autobuses cuestan, no son camiones urbanos ni interregionales, sino unidades caras.

La gente llegó con alimentos, eso también cuesta. Y el hospedaje en hoteles capitalinos no es gratis. ¿Quién paga?

Tienen todo el derecho a venir a la ciudad de México a manifestarse contra lo que quieran, o a “defender el petróleo”, según dicen. Pero también hay derecho a evidenciar el derroche de recursos y lo sombrío de sus propósitos.

phl@razon.com.mx
Twitter:
 @PabloHiriart




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