lunes, 23 de septiembre de 2013

Rubén Cortés - La voluntad política de AMLO

Al sellar en público su alianza con el líder de maestros que desestabilizó a Miguel Mancera durante un mes, AMLO volvió a mostrarse convencido de que las leyes están para ser violadas. Así fue candidato al GDF en el 2000 aun sin tener residencia en la capital. A eso él le llama “voluntad política”.

Abrazado a Rubén Núñez, jefe de la CNTE, pidió al Presidente someter a consulta popular su propuesta de reforma energética antes de que sea discutida en el Congreso, lo cual es ilegal, pues la figura de “consulta popular” no es constitucional.

“Si se actúa con voluntad política puede adecuarse el marco legal para que se realice esa consulta”, dijo AMLO, quien siempre ha medrado al cobijo de la “voluntad política”.
Gracias a la “voluntad política” del entonces Presidente Ernesto Zedillo, AMLO pudo armar desde el 2000 la plataforma que lo convirtió en Jefe del GDF, dos veces candidato presidencial, y hoy serio aspirante a ser Presidente en 2018.






En 1999 carecía de residencia oficial en el DF y la ley le impedía ser candidato a gobernarlo. El PRI elaboró un expediente jurídico probando la ilegalidad de la candidatura, pero Zedillo lo congeló.


Zedillo detuvo una serie de demandas penales vigentes contra AMLO por daños a las vías de comunicación e incendio de autobuses de pasajeros en sus marchas desde Villahermosa para hacer plantones en el DF.

Por eso cree que todo es posible con “voluntad política”: así fue resuelta su violación a una orden judicial, cuando era Jefe del GDF en 2004, que exigía suspender la construcción de una calle en un terreno expropiado junto al hospital ABC. Su desafuero por aquel hecho duró una semana.

Sucedió igual ahora, que la Unidad de Fiscalización del IFE demostró que, como candidato presidencial del PRD en 2012, desvió de la campaña 12 millones 472 mil 397 pesos en 2012 para dárselos al Morena, su organización política personal.

Sin embargo, es su cultura de la ilegalidad en que se basa el éxito de AMLO como el político con el mayor número de seguidores cautivos en México: en las elecciones presidenciales de 2006 obtuvo 14 millones 756 mil 350 votos y en 2012 sumó 15 millones 896 mil 999.
AMLO se adecua a los tiempos gracias a su flexibilidad ideológica: en los años ’70 era echeverrista, siendo ésta una corriente represora; en los ’80 fue cardenista, siendo ésta una corriente nacionalista; en los ’90 fue zedillista, siendo ésta una corriente tecnócrata.

Hombre de escasas convicciones, para AMLO la política es una actividad de caza de oportunidades y con un único proyecto: que todo se resuelva con “voluntad política”.

Es decir, que él pueda hacer lo que le dé la gana.

ruben.cortes@razon.com.mx
Twitter:
 @ruben_cortes




No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.