jueves, 19 de septiembre de 2013

Salvador García Soto - El reencuentro

Como en los viejos tiempos, cuando juntos encabezaron la mayor ruptura política del entonces partido oficial, Cuauhtémoc Cárdenas y Porfirio Muñoz Ledo vuelven a coincidir después de varios años de distanciamiento político. Y al igual que hace 26 años, cuando formaron la Corriente Democrática que fracturó al hasta entonces poderoso sistema, hoy nuevamente los dos políticos de izquierda se proponen asestar un duro golpe al recién reinstalado gobierno del PRI al tratar de revocar e impedir la aplicación constitucional de una futura reforma en materia de petróleo.





Acompañados de otra antigua luchadora de la izquierda mexicana, la profesora Ifigenia Martínez, Cárdenas y Muñoz Ledo convocaron ayer al inicio de una consulta nacional sobre la reforma a Pemex que aún está en ciernes en el Congreso, y para ello harán un frente que busque recabar 1,600 firmas de mexicanos que son el requisito para obligar a que el gobierno convoque a la consulta, lo que frenaría la aplicación de la reforma petrolera propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto para el 2014.

El reencuentro entre las dos figuras creadoras en 1988 del Frente Democrático Nacional, que después daría origen al Partido de la Revolución Democrática, se produjo hace unas semanas, a partir de que los dos colaboran en el gobierno de Miguel Ángel Mancera en el DF; Porfirio como coordinador de los trabajos para la Reforma Política de la ciudad, y Cuauhtémoc como coordinador de Asuntos Internacionales de la administración capitalina. Con Mancera como puente, el ingeniero y el guanajuatense reanudaron relaciones y planearon el frente común contra la Reforma Energética que ayer anunciaron.

Terminaron así 14 años de distanciamiento desde que, en 1999, cuando se definía la candidatura presidencial del PRD para los comicios del año 2000, Muñoz Ledo decidió disputarle a Cárdenas su tercera nominación presidencial. Los dos liderazgos entraron en una ruta de choque que generó fuertes tensiones al interior del perredismo. Finalmente, en mayo de aquel año, las tribus perredistas dieron su respaldo mayoritario al ingeniero, mientras que Porfirio fue rechazado por las corrientes y orillado a romper con el partido que fundó y dirigió, y al que terminó renunciando para aceptar la candidatura presidencial del extinto Partido Auténtico de la Revolución Mexicana, antiguo satélite del PRI.

Por eso es significativo ver de nuevo juntos a dos políticos que ya probaron, hace más de dos décadas, que esa dupla funciona; con la inteligencia política de uno y el carisma y liderazgo del otro el tema de la Consulta Nacional sobre la Reforma a Pemex puede tomar otro derrotero.

Bien  haría el gobierno de Peña Nieto en no cometer el error que cometieron en el pasado otros presidentes del PRI que desdeñaron y minimizaron la capacidad de estos dos personajes que, por lo pronto, ayer se mofaron en público del secretario de Gobernación, Miguel Osorio Chong, a quien tacharon de ignorar la Constitución al haber dicho que una Consulta sobre la Reforma Petrolera no sería vinculante porque no existe una ley reglamentaria. “Que nos diga el secretario de Gobernación si hay algún otro artículo caduco en la Constitución, además del 35 fracción octava”, ironizó Cárdenas.

NOTAS INDISCRETAS… La palabra del jefe de Gobierno, Miguel Ángel Mancera está a prueba. El martes en su informe dijo que, aunque habrá tolerancia en su gobierno y no se “promoverán escenarios violentos”, también se aplicará la ley a quien ataque a la ciudad. Ayer los maestros hicieron un primer intento por volver a tomar el Zócalo capitalino, pero fueron repelidos por los granaderos. Hoy, en cuanto pase la ceremonia conmemorativa de los sismos del 85 y el Estado Mayor Presidencial se retire, impedir una nueva toma de la plaza capitalina será totalmente responsabilidad de Mancera y la Policía del DF. Si ya el gobierno federal le hizo el trabajo sucio con el desalojo violento de los maestros el pasado viernes, esta vez, dicen en las instancias federales, le tocará al jefe de Gobierno impedir que las facciones más radicales de la CNTE, que ayer desconocieron a sus líderes, no se apropien nuevamente del Zócalo. Veremos si el discurso de Mancera desde la ALDF va en serio… Los dados mandan otra Serpiente. Semana Negra.



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