viernes, 29 de noviembre de 2013

Carmen Aristegui - La moneda, en el aire

Gran interrogante se abre sobre el destino de las reformas que, según nos han dicho, transformarán a México.

En negociaciones cerradas, opacas y apresuradas, el Gobierno federal y las cúpulas de los partidos han entrado en un frenético y peligroso juego de equilibrismos que puede derivar, o bien, en la aprobación de reformas de impacto profundo que repercutirán -no queda claro de qué manera- en la realidad del país para las próximas décadas a partir de procedimientos políticos y legislativos muy cuestionables, o bien, estamos entrando a una fase de descarrilamiento que echaría por la borda la reforma político-electoral que han negociado las cúpulas y el Gobierno y, en consecuencia, la principal reforma que a Peña Nieto, al PAN y a la cúpula empresarial les importa más, que es la apertura petrolera.





Por lo pronto, ayer, la dirigencia del PRD anunció que sale del “Pacto por México”. No acepta lo que dice es un “albazo”. Acusa al PAN, al PRI y al Gobierno federal de concretar “una contrarreforma energética” y de incumplir acuerdos firmados en el Pacto.

Después de una negociación que terminó la madrugada del jueves, las cúpulas negociadoras elaboraron un predictamen de reforma suficientemente distinto a los compromisos previos, el cual provocó, primero, la salida del PRD de la mesa del Pacto y una importante reacción en la bancada del PAN que no se tenía prevista.

En el plan original se esperaba llegar a la votación en el Pleno este viernes. No ocurrirá así. El Senado pospuso el trabajo legislativo hasta el lunes a las 11:00 horas.

El documento que terminaron la madrugada del jueves fue enviado por mail a las 9:31 de la mañana a los miembros de las comisiones. Citados a las 12:00, los legisladores que no participaron de las negociaciones hubieran contado con escasas tres horas para leer 232 cuartillas, analizarlas y formular las reservas del caso para ser discutidas y votadas. Tal como pasó con la reforma educativa, sabríamos de legisladores que recibieron copias de un dictamen ya con la sesión instalada. Situación indigna para un Congreso y para la sociedad que representan.

El tipo de negociación cupular y el condicionamiento de la reforma energética a la reforma político-electoral ha provocado cesiones y modificaciones a lo que se había firmado en el propio Pacto.

La dirigencia del PAN tuvo que presentarse ante su bancada para explicar la negociación. No todos aceptan que los negociadores del Pacto hayan permitido arreglos extraños que trastocaron su idea original que tenía para un nuevo IFE, por ejemplo. Se trataba de “arrancarle las elecciones a los gobernadores”, pero lo planteado, lejos está de garantizar tal cosa.

Disgustó que se cediera sobre el tema de fiscalización y anulación de elecciones, cuando de rebase o financiamientos ilícitos de campaña se trate. El acuerdo era -¿es?- no volver a repetir lo que sucedió en 2012. Negociar equidad y decencia política, atados al apetito petrolero, deja en desventaja clara a lo primero.

Quedan también en vilo frente a lo sucedido este jueves, por ejemplo, una fiscalía general –con independencia del Ejecutivo- que sustituiría a la actual PGR; la segunda vuelta electoral; una Constitución para el DF; la reelección de legisladores y munícipes; gobiernos de coalición; fiscalía anticorrupción; nombramientos de gabinete; candidaturas independientes y otros temas están en suspenso, por lo menos durante este fin de semana.

El clima se ha enrarecido. Da la impresión de que desde el poder han caído en la tentación de difamar a críticos y opositores, como un mecanismo para debilitar -o por lo menos intentarlo- a aquellos que pudieran tener una postura divergente a la oficial. El video de La Tuta, tan obsecuente en su discurso con el poder gubernamental -donde arremete, con oportunidad política innegable, contra la senadora Luisa María Calderón, además de otros casos que por ahí circulan- da muestra de ello.

El PAN ha tenido que recoger los pedazos de sus pleitos internos y ha salido en su defensa. Ayer, para endurecer su postura, decidió desconocer como interlocutor al canciller José Antonio Meade. En pleno proceso de validación de embajadores.

Es de suponerse la inquietud en Los Pinos. Se tenía confianza en que el acuerdo permitiría una votación antes del fin de semana. Llegará el lunes -primer año de gobierno- sin tener la certeza de una reforma política amarrada. Cada día que pasa se agrega una dosis de riesgo para la reforma que parece importarles realmente, que es la energética. No hay nada escrito. La moneda sigue en el aire.

Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/la-moneda-en-el-aire-1385713025

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