viernes, 29 de noviembre de 2013

Eduardo Ruiz Healy - Vivimos en un mundo que es cada vez menos pacífico

En su sitio economicsand peace.org, el Instituto para la Economía y la Paz (IEP, por sus siglas en inglés) se describe como “una organización de investigación independiente, no partidista y sin fines de lucro dedicada a promover un mejor entendimiento de los factores sociales y económicos que contribuyen a desarrollar un sociedad más pacífica”. Fundado en Sídney, Australia por el empresario Steve Killelea, y con oficinas en esa ciudad y en Nueva York y Oxford, el IEP “logra sus metas a través del desarrollo de nuevos marcos conceptuales para definir la paz; proporcionando métricas para medir la paz; y descubriendo las relaciones que hay entre la paz, los negocios y la prosperidad”.





Para el IEC, “la paz es esencial para enfrentar los retos que hoy enfrenta la humanidad. Los retos globales exigen soluciones globales y esto requiere la cooperación en una escala sin precedentes en la historia humana. La paz es un requisito porque sin ella no podremos lograr los niveles de cooperación e inclusión y equidad social necesarios para resolver problemas como el cambio climático, la pobreza global y la crisis de salud”.

El IEP sostiene que “la medición de la situación que guarda la paz mejora nuestro entendimiento de los factores sociales, políticos y económicos que pueden ayudar a desarrollar ambientes más pacíficos”. También “que los beneficios económicos de la paz pueden y deben ser cuantificados y que el impulso para lograr sociedades pacíficas avanzará si la sociedad civil, los gobiernos y los líderes empresariales entienden los significativos beneficios económicos que están asociados con la paz”. Uno de las mediciones importantes que realiza el IEP es el Índice de Paz Global (GPI) que desde 2007 califica cada año a 162 países de acuerdo a 22 indicadores. También produce índices nacionales de paz que proporcionan un profundo análisis de los niveles internos de paz.

Los 22 indicadores utilizados para desarrollar el GPI, todos ellos basados en fuentes oficiales nacionales e internacionales, son: 1. Numero de conflictos externos e internos en que un país ha combatido; 2. Número de muertes a causa de conflicto organizado (externo); 3. Número de muertes a causa de conflicto organizado (interno); 4. Nivel del conflicto organizado (interno); 5. Relaciones con los países vecinos; 6. Nivel de la percepción que la sociedad tiene de la criminalidad; 7. Número de personas desplazadas y refugiadas como porcentaje de la población; 8. Inestabilidad política; 9. Actividad terrorista; 10: Escala de Terror Político; 11. Número de homicidios por cada 100 mil personas; 12. Nivel del crimen violento; 13. Posibilidad de manifestaciones violentas; 14. Número de personas encarceladas por cada 100 mil personas; 15. Número de policías y agentes de seguridad interna por cada 100 mil personas; 16. Gastos militares como porcentaje del PIB; 17. Número de personas en las fuerzas armadas; 18. Volumen de transferencias de armas convencionales mayores como receptor (importaciones) por cada 100 mil personas; 19. Volumen de transferencias de armas convencionales mayores como proveedor (exportaciones) por cada 100 mil personas; 20. Contribución financiera a las misiones de paz de la ONU; 21. Capacidad nuclear y de armas pesadas; 22. Facilidad de acceso a armas pequeñas y ligeras.

Tres son los datos más importantes que muestra el GPI: 1. La paz está correlacionada a indicadores como ingreso de las familias, escolaridad de las personas y el nivel de integración regional de los países; 2. Los países pacíficos generalmente muestran altos niveles de transparencia y bajos niveles de corrupción; 3. Los países pequeños y estables que forman parte de bloques regionales generalmente obtienen una mejor calificación.

En 2013 GPI se deterioró 5% en los últimos seis años, lo que indica que vivimos en un mundo menos pacífico. Desde 2008, la paz se deterioró en 110 países y aumentó en solo 48. México es uno de estos 110 y ocupó el lugar 133 entre los 162 países evaluados. De los latinoamericanos, solo Colombia, en el lugar 147, resultó peor calificado.

El IEP estima que en 2012 el costo económico global para contener la violencia fue de 9.46 billones de dólares, monto que equivale al 11% del PIB mundial. Esta cantidad incluye 4.73 billones de dólares de costos directos de la violencia y 4.73 billones adicionales en actividad económica adicional que resultaría si estos costos se reinvirtieran en actividades económicas más rentables.

La falta de paz le está costando mucho al mundo. Los líderes globales deben buscar una solución al problema. Es urgente que lo hagan.

Entrevisté ayer en mi programa que difunde Grupo Fórmula, a Steve Killelea, el presidente fundador del IEP . Estuvo en nuestro país para presentar el primer Índice de Paz de México. De esta medición comentaré aquí el lunes.

Twitter: @RuizHealy
Mail: eduardoruizhealy@gmail.com
www.ruizhealy.tumblr.com

Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=207010

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