Por lo anterior, me llama la atención lo que dijo el lunes pasado el diputado perredista por Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, al referirse a quienes no están de acuerdo con el aumento de impuestos que la semana pasado autorizó el Congreso de Unión.
Aureoles, que también es el coordinador de la bancada perredista y presidente de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados, se quejó amargamente de quienes han decidido criticar públicamente a los legisladores del PRI, PRD, PVEM y PANAL que decidieron castigar nuevamente a todos los mexicanos aprobando aumentos al ISR, el cobro del ISR a ciertas transacciones y del IVA a determinados productos y servicios, el aumento del IVA en zonas fronterizas, la aplicación de un IEPS a comida de alto valor calórico, el cobro de un peso a cada litro de bebidas endulzadas con azúcar, y la reducción de deducibles para empresas y particulares, entre otras cosas.
Resulta curioso escuchar a quien fue candidato del PRD a la gubernatura de Michoacán en las elecciones de 2012 acusar a empresarios y organizaciones sociales de lanzar una “campaña de linchamiento en contra de diputados” que aprobaron la mal llamada reforma hacendaria y social. Y digo que resulta curioso porque quien dijo que podría gobernar a Michoacán y resolver exitosamente los múltiples problemas que aquejan a ese estado, entre lágrimas exigió “como presidente de la Junta, a que moderen su campaña de linchamiento, es más, que la paren”.
Con la voz entrecortada, no sé si por la ira, el miedo o su dignidad mancillada, añadió que se trata de una “embestida brutal” de sindicatos patronales en la zona de la frontera.
Con los ojos desorbitados acusó a esos “irresponsables hombres de dinero” de distribuir fotos de los diputados que aprobaron el aumento de impuestos. Hasta los acusó de imitar a quien fuera su candidato presidencial por llamar a la “desobediencia civil, a rebeliones y a no querer pagar impuestos”.
Y otra vez, haciendo eco de lo que su mesías tropical ha dicho varias veces, dijo que sabe “que la mayoría de los empresarios son honestos, se la juegan con México, pero también hay algunas fichitas que están aprovechando esto para intentar incendiar y seguir sacando provecho de las lagunas legales para beneficio estrictamente personal o de grupo”.
Finalmente, el que decía que como gobernador de Michoacán iba a enfrentar a cárteles de la droga y demás criminales organizados, añadió con voz lastimosa que “si por esta campaña le sucede algo a una diputada o diputado, van a encontrar respuesta estos sectores radicales. No podemos estar a salto de mata porque se votó una ley. Por un lado, boletinados por los de la CNTE, que no bajan a los diputados de traidores; ahora somos traidores porque sienten que se les afecta un beneficio estrictamente personal que, además, es falso, pero ahora también boletinados por los ricos”.
Muchos creían que Aureoles representaba a un PRD moderado, progresista y bien vestido. Sus lloriqueos y palabras de hace unos días lo muestran como quien es: un izquierdista antiempresarial que en su vida a generado un solo empleo, un político que durante décadas ha vivido de los impuestos que pagamos millones de personas, entre ellos los empresarios que ahora califica de malos mexicanos por atreverse a criticarlo a él y a los 297 diputados y 71 senadores que aprobaron una mal llamada reforma hacendaria que los expertos han calificado, y con razón, de regresiva y confiscatoria.
Ahora sí, el bien vestido diputado perredista le hizo honor a su apellido materno al actuar como ¡un asustado conejo!
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Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=201891
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