lunes, 23 de diciembre de 2013

Sanjuana Martínez - Los más corruptos de México

La lista de políticos corruptos es larga. Incluir solo diez nombres es verdaderamente un desafío. La revista Forbes elaboró su lista, pero quedaron fuera algunos personajes importantes. 

A los diez más corruptos: Elba Esther Gordillo, Carlos Romero Deschams, Raúl Salinas de Gortari, Genaro García Luna, Andrés Granier Melo, Tomás Yarrington, Humberto Moreria, Fidel Herrera, Arturo Montiel y Alejandra Sota; habrá que agregarle otros nombres ilustres de políticos que a pesar de sus delitos gozan de libertad como Juan Sabines, Leonel Godoy, Emilio González Márquez,  Juan Manuel Oliva y Narciso Agúndez Montaño, entre muchos otros. 






En el terreno político, la lista de gobernadores corruptos es verdaderamente interminable. En México, los Ejecutivos de los Estados han tenido y siguen teniendo licencia para robar a manos llenas. La impunidad endémica les permite saquear las arcas públicas. No hay registros históricos de un juicio con todas las de la ley contra algún gobernador corrupto que haya ido a parar a la cárcel durante una larga sentencia por robo. 

A pesar de las escandalosas pruebas de corrupción como en los casos de Tomás Yarrington, Humberto Moreira, Fidel Herrera y Arturo Montiel, nunca les paso nada. Al contrario, siguen gozando de las miles del dinero mal habido, en su retiro de oro; aunque hay casos como el de Mario Ernesto Villanueva Madrid. 

Los gobernadores corruptos representan todo un abanico de personalidades. Los hay de bajo perfil, como el actual gobernador de Nuevo León, el priísta Rodrigo Medina, un hombre cuestionado por corrupción y robo de caudales públicos que tiene sometida a parte de la prensa a base de venta de publicidad. Sus fechorías financieras gozan de un velo de silencio cómplice de políticos y empresarios. Uno de los casos más sonados fue el de miles de coches robados, vendidos con apariencia de legales gracias al replaqueo y la papelería apócrifa, gestionados por el gobierno. Con un “faltante” de 175 mil 508 juegos de placas con vigencia hasta 2013, el Instituto de Control Vehicular fue denunciado por un empleado de esa dependencia con un desfalco de 33 millones de pesos. Otro caso de corrupción fue el pago de 402 mil 500 pesos por una sesión fotográfica, con sólo 90 fotos impresas del gobernador, un caso que solo provocó la renuncia de un funcionario de tercer nivel. Además, Medina pagó 20 millones de pesos en la producción de Cineminutos que no fueron transmitidos en ninguna parte y sin auditoria alguna. Diariamente gasta 3 millones de pesos en imagen y recientemente firmó un contrato con el actor Gael García Bernal para promocionar Nuevo León y a quien pagará solo por prestar su imagen, la cantidad de 22 millones de pesos. La malversación de millones de pesos supuestamente destinados a la reconstrucción provocada por el Huracán Alex, sigue sin aclararse. Ni tampoco la venta que hizo Fomerrey abajo del precio de mercado y sin concurso, una reserva territorial de 26 hectáreas en García. Al padre del gobernador, Humberto Medina Ainslie, se le conoce como el “Señor 15 por ciento”, por lo que cobra en cada uno de los contratos de obra pública adjudicados a dedo con la simulación de concursos. 

El panista Luis Armando Reynoso Femat, gobernador de Aguascalientes tampoco canta mal las rancheras. Esta acusado por los delitos de peculado y ejercicio indebido de la función pública y tiene abiertas más de una docena de averiguaciones que corresponden a desvío de recursos, robo, fraude, asociación delictuosa, enriquecimiento ilícito y operación con recursos de procedencia ilícita de millones de pesos. 

Y quien no recuerda las corruptelas del panista Emilio González Márquez, acusado del desvío de cinco mil millones y del robo de los dos mil millones de pesos desviados en el Sistema Intermunicipal de Agua Potable y Alcantarillado; un caso por el cual está acusado su más cercano colaborador, el ex presidente del PAN, Rodolfo Ocampo. 

El perredista Narciso Agúndez Montaño, ex gobernador de Baja California Sur fue detenido en Monterrey, acusado del delito de peculado, abuso de autoridad, colusión de servidores públicos, coparticipación en conductas ilícitas y otros delitos, derivados de un quebranto por 52 millones 220 mil pesos al erario público. 

Los casos de enriquecimiento ilícito de los cuatro gobernadores en la lista de Forbes han sido ya bastante difundidos. Se trata de miles de millones de pesos expoliados. Lamentablemente, ninguno ha pisado la cárcel y seguramente durante este gobierno del PRI, tampoco la pisarán. La impunidad está garantizada. 

Por eso los aludidos en la lista de Forbes se muestran indignados. Saben que seguirán impunes y exigen ser eliminados del recuento de corruptos. Lo hacen como si los ciudadanos no supiéramos de sobra que son corruptos. Defienden su “honorabilidad”, como si no supiéramos que su pataleo forma parte de la simulación que les ha permitido robar y pisotear el estado de derecho. 

Hasta ahorita Genaro García Luna, Alejandra Sota, Fidel Herrera y Humberto Moreira se han sentido ofendidos por exhibirlos en su real dimensión. Se les olvida que son ellos y los demás políticos corruptos y corruptores, los que han colocado a México en uno de los primeros países corruptos del mundo. 

Ante la falta de justicia, lo único que nos queda es seguir exhibiendo sus delitos y fechorías. Reivindicar nuestro derecho a la memoria histórica de la corrupción; sin olvidar que jamás irán a la cárcel.

Este contenido ha sido publicado originalmente por SINEMBARGO.MX en la siguiente dirección: http://www.sinembargo.mx/opinion/23-12-2013/20192. Si está pensando en usarlo, debe considerar que está protegido por la Ley. Si lo cita, diga la fuente y haga un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. SINEMBARGO.MX

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