sábado, 31 de mayo de 2014

Vicente Bello - Quitarán tierras a pueblos para dárselas a trasnacionales

En el debate borrascoso sobre la reforma energética, el jueves 29 de mayo de 2014 ha caído un trueno, cuando Jesús Zambrano, en Washington, ha afirmado que “existen 260 municipios en 12 estados de la República, principalmente en la frontera con Estados Unidos y en el Golfo de México, que son ejidos y comunidades indígenas que tendrán que ser expropiados por el Gobierno para explotar hidrocarburos”.

La declaración llegó muy temprano a través del noticiero de MVS. Y Zambrano añadía: “Hay posibilidad de que esto desemboque en conflictos sociales, porque estas comunidades no se quedarán con los brazos cruzados cuando se les pida vender sus terrenos. No queremos regresar a los tiempos de las guerrillas o a los lanzamientos
zapatistas”.








Zambrano fue en representación del PRD a advertir al Gobierno de los Estados Unidos y a los empresarios que están interesados en invertir en México en el sector petrolero, que en 2015 habrá una consulta popular, en la que se preguntará a la gente si quiere o no privatizar el sector energético.


 Y apostillaba: “No venimos a espantar capitales. No es nuestra intención. Venimos a advertir a los que en el terreno energético están pensando que pueden ir a hacer el negocio de su vida, que pueden estar arriesgando sus capitales”.

Ayer, el debate sobre la reforma energética colocó en el centro a Pedro Joaquín Coldwell, el secretario de Energía que ha sido cuestionado en su probidad moral a partir de que la senadora Dolores Padierna Luna le descerrajó a medio lomo un documento de la Secretaría de la Función Pública en el que se revela que es concesionario de gasolinerías en Cozumel, motivo por el cual tendría que renunciar porque incurre en conflicto de interés, ese delito que en México se ha transfigurado en la puerta de entrada de la corrupción, la impunidad y el cinismo de una clase política llena de codicia, que cada día se disocia más de la gente que dice representar.

En estos precisos momentos en que se discute ya la reforma energética, con miras a la aprobación de sus leyes secundarias, el Congreso mexicano parece haber renunciado a su condición de contrapeso constitucional. Por eso es que tanto resplandece el noticiero de Carmen Aristegui, la periodista que ha cobrado notoriedad a tal grado que, también, ha comenzado a sufrir el acoso del poder.

El Congreso, como tal, nada ha hecho para llamar a comparecer a Pedro Joaquín Coldwell, para que explique por qué siendo concesionario de gasolineras está de secretario de Energía.

Pero Pedro Joaquín estuvo ante la Aristegui, quien ha tenido la virtud de constituirse en la interlocutora de prácticamente todo el mundo, en su noticiario. Y fue allí donde el secretario de Energía dijo lo que tenía que haber dicho a un Poder Legislativo cuya función de control político pareciera estar en retirada.

El PRD ha llevado la voz cantante estos días, en el debate energético.

Legisladores perredistas se apersonaron en Los Pinos y solicitaron al presidente Enrique Peña Nieto que separe del despacho presidencial de Energía a Pedro Joaquín Coldwell, porque ha incurrido en conflicto de intereses a raíz de que es accionista en cuatro gasolineras y una planta de distribución de combustibles en
Quintana Roo.

Pues ayer Pedro Joaquín contestó; pero no a través del Congreso, sino a través del noticiario de Aristegui, a quien el secretario de Energía le decía que él es honesto, que actúa con total transparencia, que no ha ocultado bienes y no tiene prestanombres ni testaferros.

El secretario afirmaba que hay en el país 10 mil 500 gasolineras y él sólo tiene cuatro. Y juraba que no tiene como objetivo personal expandir negocios personales, y que su objetivo es que haya una buena reforma energética para el país.

Muy incisiva, la periodista insistió a Pedro Joaquín si renunciaría; pero él respondió que “la ley no lo obliga a transferir activos a un tercero”.

Parte climática de la entrevista fue cuando la corresponsal de ese noticiario en Washington pasó la nota sobre los encuentros y los dichos de Zambrano, como aquél cuando -decía la corresponsal Dolia Estévez- “acusó a los irresponsables que están jugando con la pólvora seca, al querer expulsar de sus territorios a comunidades enteras, lo que puede generar inestabilidad”.

Un aludido principalísimo, a propósito de los “irresponsables”, lo tenía allí la entrevistadora. Y ésta preguntó a Coldwell si es verdad que en las leyes secundarias se llega a la expropiación de comunidades enteras para entregárselas a inversionistas extranjeros.

-¿Serán despojados de sus tierras?
“Es una preocupación temporal, no se ha planteando en primera instancia la expropiación. Se están realizando avalúos comerciales”.

-¿Para expropiar? -insistió la reportera.
“Para que las partes se pongan de acuerdo”.

Pero si no se ponen de acuerdo, si hay alguien que no quiera vender sus tierras, insistió la entrevistadora. Entonces Pedro Joaquín tuvo que admitir que si las comunidades no venden sus tierras a inversionistas, el Gobierno los sacará por la vía de la fuerza y la expropiación. Y esto viene estipulado en las leyes secundarias que el PRI y PAN pretenden aprobar a matacaballo en estos días del
Mundial de Brasil.


Leído en http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/quitaran-tierras-a-pueblos-para-darselas-a-trasnacionales-1401429123

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