viernes, 13 de junio de 2014

F Bartolomé - Templo Mayor

HABRÁ QUE buscar un buen estomatólogo para que revise si a César Camacho no le comieron la lengua los ratones.

HASTA para los propios priístas resulta extraño que el dirigente nacional de su partido no pueda -o no se atreva- a plantar cara y definir una postura clara ante Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre.

LA POSICIÓN de Camacho ha sido tratar de deslindar a su partido del escándalo por explotación sexual en torno al Príncipe de la Basura.








HACE un par de semanas, desde Washington, el líder priísta afirmó que “pronto” habría noticias sobre el proceso de expulsión del impresentable dirigente. Pero no, no hubo nada. En realidad lo único nuevo es que ayer Gutiérrez de la Torre retomó el control del priismo capitalino a través de uno de los suyos.


LO QUE FALTABA: ahora resulta que los científicos mexicanos también tienen que ser publicistas. Al menos eso es lo que pretenden en la Secretaría de Salud.

CUENTAN QUE más de un investigador de los institutos nacionales del sector salud está molesto porque desde la dependencia federal los están obligando a tomar un curso para aprender... ¡a dar entrevistas!

AL PARECER a alguien en la Secretaría se le ocurrió que sería bueno intentar controlar hasta lo que digan los científicos... por aquello de que pudieran contradecir la versión oficial.

¡Qué tal!


EL SENADOR perredista Zoé Robledo quiso meter gol con chanfle... y le salió un tirititito.

DURANTE la discusión de ayer sobre los horarios del debate en torno a las leyes energéticas, sacó de pronto una pequeña televisión, dijo, para que el priísta Asunción “Chon” Orihuela pudiera ver los partidos del Mundial y que no se modificaran los tiempos del Senado.

DIVERTIDO, el michoacano aceptó primero el obsequio, pero luego lo regresó con un riflazo desde fuera del área. Y es que le cuestionó al perredista si él había pagado la televisión de su bolsillo, a lo que éste respondió que lo considerara un regalo del pueblo de Chiapas.

DE INMEDIATO Orihuela le dijo: “entonces, le pertenece al pueblo chiapaneco”. Se levantó de su escaño y con un sprint a lo Neymar, corrió a devolvérselo a Robledo, mientras el resto de los senadores coreaban: “¡Gooool!”.

EL MARCADOR FINAL fue 2-0 en favor del priísta, pues, después de todo... ¡se quedó con el televisor!


SI SE REVISA con detalle, el historial futbolístico de Felipe Calderón, al final, no resulta tan malo. O, mejor dicho, tan salado.

COSA de recordar que, durante su estancia en Los Pinos, el panista abanderó a varias selecciones nacionales: la Sub-17 que compitió en el Mundial realizado en nuestro país, en 2011; la Olímpica que participó en Londres; y la Panamericana,

protagonista de los Juegos de Guadalajara 2011.

Y EN LOS tres casos, los representativos nacionales quedaron campeones en sus respectivas competiciones. Así que si Felipe Calderón está hoy en el estadio de Natal, sin ser supersticiosos, podría convertirse en un amuleto.


Leído en http://www.am.com.mx/opinion/leon/templo-mayor-9711.HTML

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