¿Dónde está el viraje?
Tan sólo en la estrategia discursiva. En el manejo mediático. Bajo un lema: si no hablo de ello, se olvidan del problema. La violencia sigue allí.
Y no son filias ni fobias ni es discurso incendiario de López Obrador.
Son las propias cifras del SESNSP.
¿Y qué dicen esas cifras? ¿Cuáles son los parámetros —y miedos— que hoy tienen los mexicanos en cuanto a la violencia?
Revisemos:
Las cifras oficiales apuntan a que, de diciembre de 2012 a junio de 2014, se tiene registro de 55 mil 325 denuncias ante agencias del Ministerio Público locales por asesinatos. La comparación con el sexenio anterior es inevitable.
Con Calderón, en sus primeros 19 meses de gobierno, se contabilizaron 41 mil 396 homicidios. Así, tenemos que el aumento en poco más del primer cuarto del gobierno peñista, fue de 34 por ciento. Allí están los números.
Los homicidios dolosos durante los primeros 19 meses de este gobierno fueron 28 mil 215; en el mismo periodo del calderonismo, ascendió a 16 mil 297 denuncias por asesinatos premeditados. Un incremento en ese renglón considerable: 73 por ciento.
¿Cuáles son los estados más violentos y peligrosos en México?
De acuerdo a la misma base de datos del SESNSP, es el Estado de México el que mayores índices de violencia ha observado, con mil 131 asesinatos entre enero y junio de 2014. Le sigue Guerrero, con 780 muertes violentas.
En tercer lugar se ubican Chihuahua y Michoacán, prácticamente con el mismo número de ejecuciones: 669 y 668, respectivamente.
Algunas otras entidades violentas en este año son Tamaulipas, con 591 asesinatos; Sinaloa, 576; Jalisco, 541; Baja California, con 402, y el Distrito Federal, con 385 crímenes.
Tan sólo entre ocho estados y la capital del país suman cinco mil 600 ejecuciones en seis meses.
¿Y cuáles son los estados más pacíficos?
Baja California Sur, con 19 asesinatos, y Yucatán, con 15.
Muestreos divulgados por el INEGI señalan que siete de cada diez mexicanos consideran que es peligroso vivir en su ciudad.
Aún más:
En el rubro de testigos de conductas ilícitas, las cifras del INEGI apabullan:
-67% de los encuestados reportó robos y asaltos.
-59%, vandalismo en las viviendas.
-38.9% manifestó haber detectado presencia de bandas violentas.
- 42% vio venta y consumo de drogas.
-26% escuchó disparos por armas de fuego.
Violencia e inseguridad por todas partes.
De acuerdo a las tablas del instituto, sólo 13.7 de cada cien habitantes creen que bajará la violencia en México; 27% asegura que empeorará, mientras 37.2% considera que seguirá igual.
Y hay otro escenario preocupante en torno a la violencia: las cifras no cuadran.
“Me parece evidente que lo que las autoridades anuncian, resultan ser llamaradas de petate”, asegura el director del Observatorio Nacional Ciudadano, Francisco Rivas.
Al respecto, el ONC hizo un comparativo aleatorio: en Puebla, por ejemplo, el INEGI reportó un aumento de 17.42% en el número de homicidios en el periodo 2012-2013, mientras que el SESNSP registraba una baja del 28.95% en ese mismo periodo.
“Lo que más me preocupa es que tomen decisiones con información incompleta; tenemos autoridades que están tomando decisiones de política pública, de seguridad, de atención a víctimas, de recursos y capacitación de manera sesgada”, advierte Rivas.
Pero allí están las cifras de la violencia. Rotundas. Absolutas. Irrefutables.
Y allí está también el miedo de los mexicanos.
¿De qué sirven las reformas cuando en un país no hay seguridad para sus habitantes? De nada.
¿De qué sirve ocultar en el discurso los altos niveles de violencia mientras en las calles siguen las ejecuciones? De nada.
¿De qué sirve el optimismo cuando hay luto en los hogares por la violencia? De nada.
“Más de dos años después, la seguridad en México sigue siendo un problema fundamental sin una solución clara a la vista”, señala la revista Newsweek.
La violencia galopa imparable.
ARCHIVO CONFIDENCIAL
ENERGÉTICA. En el galimatías de la discusión petrolera, habrá que analizar, finalmente, lo aprobado y lo rechazado. Lo único cierto, de momento, es que el relojazo del tesorero del sindicato petrolero, Ricardo Aldana, vale diez mil dólares. Y hasta da la hora.
Twitter: @_martinmoreno
Leído en http://www.excelsior.com.mx/opinion/martin-moreno/2014/07/29/973354
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