Guadalupe Loaeza |
El pasado 29 de julio, recibiste un mensaje que te dejó fría. Te aterró porque vino a través de una radio de comunicaciones de seguridad que tienes instalado en tu casa, el cual nada más se utiliza para emergencias. Alarmada, respondiste y escuchaste la voz de un hombre que te dijo: “Ya te lo dijimos, pinche puta, no te metas con nosotros, se ve que no aprendiste con la vueltecita que te dieron. La que te va a tocar va ser en pedacitos, así te vamos a mandar a casa, en pedacitos, pendeja”. Lo que resultaba aún más terrorífico de todo fue que el tipejo haya podido utilizar tecnología satelital para intervenir tu radio. ¿Cómo le hizo? Dices que seguramente las amenazas vinieron de presuntos delincuentes vinculados con la trata de mujeres y niñas para la prostitución, que mencionas en tu libro “Esclavas del Poder”, un libro que demostró que la ruta del narcotráfico por lo general es la misma que la de la trata de personas. He allí un negociazo, muchas veces más interesante que la misma venta de droga. Como tú misma has dicho: “la droga se vende una vez, una niña se vende varias veces”. Después del narcotráfico y la venta de armas, la trata de personas, es el más rentable. Según tu libro, cada año 1.39 millones de personas son vendidas en el mundo.
No hay duda que te quieren acallar por tu trabajo a favor de los derechos de las mujeres, resulta más que evidente, pero que podrán hacerlo, lo dudo muchísimo. A ti, Lydia, ya nadie te calla. Has aprendido a hablarle de tú a la vida, has aprendido a vivir con el miedo, pero sobre todo, has aprendido a asumir los riesgos hasta sus últimas consecuencias. “Muchos narcotraficantes, sobre todo de nivel medio, se están vinculando a la trata de mujeres porque están viendo el buen negocio que es. Suelen estar protegidos por militares, políticos, empresarios, a veces directamente; otras, indirectamente”, declaraste no hace mucho en una entrevista.
Tu gran valentía periodística ha trascendido, no nada más en México, sino en otras partes del mundo. Muchas organizaciones civiles e internacionales -como Artículo 19, la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, la Federación de Asociaciones de Periodistas de España, Reporteros sin fronteras, el Comité para la Protección de los Periodistas, la Academia Mexicana de Derechos Humanos o Amnistía Internacional- y diversas personalidades políticas y académicas te apoyan y le han exigido al Estado mexicano tu protección. Tus libros han sido traducidos en varios idiomas. Hace dos años, fuiste nombrada embajadora de la campaña “Corazón Azul” de Naciones Unidas contra la trata de seres humanos con fines de explotación sexual. Precisamente, te escribo esta carta con el objeto de comentarte lo que sucedió en la ciudad de Puebla, a propósito del Día Internacional contra la Trata de Personas con Fines de Explotación Sexual, que se celebró en todo el mundo, el domingo.
Sí, tenía que ser Puebla, el estado de un par de personajes cuyos nombres no quiero recordar, por temor a que me salgan ronchas, muchas ronchas. Sí, tenía paradójicamente que ser Puebla, cuyo ex gobernador de triste memoria intentó intimidarte por el solo hecho de decir la verdad respecto a una de las conductas criminales más graves del mundo. Por primera vez en Puebla de los Ángeles, gracias a la presidenta del Voluntariado de la Secretaría General de Gobierno, Gabriela Moreno Valle Rosas, los y las poblanas ya se pintaron el corazón de azul. (El Corazón Azul representa la tristeza de quienes son víctimas de la trata de personas y nos recuerda la insensibilidad de quienes compran y venden a otros seres humanos. El uso del color azul de las Naciones Unidas también demuestra el compromiso de la Organización con la lucha contra ese delito que atenta contra la dignidad humana). Gaby, como todo el mundo la conoce, organizó un foro internacional: “Puebla Unida contra la Trata”, porque como ella misma dijo en su discurso inaugural, debido a por lo menos 47 redes delincuenciales dedicadas a la trata de personas... “México ocupa un vergonzoso quinto lugar a nivel mundial en trata de personas y, en nuestro país, Puebla es considerada por las autoridades de procuración de justicia como ‘foco rojo’ por ser uno de los cinco principales corredores de origen, transito y destino de personas susceptibles de ser explotadas laboral o sexualmente”. Después de varios foros de periodistas muy prestigiados, de las mesas de diálogo por la paz, de la presentación de los 21 murales monumentales del pintor Alejandro Santiago y de la develación de los Postes por la paz, el día del cierre (sábado) hubo, en pleno Zócalo, un concierto espléndido con la Sinfónica del Estado de Puebla y 100 voces de profesionales. Esa noche toda pintada de azul “como ojera de mujer”, se me quedaron grabadas en mi corazón las palabras que dijo Gaby (con sus pestañotas y su sonrisota) y que tienen que ver mucho con lo que anhelan miles de mujeres y de niñas mexicanas: “Aspiremos a un respeto que vaya más allá de la tolerancia y que nos lleve a aceptar que, a partir del reconocimiento de la dignidad humana y de los derechos fundamentales que de ella emanan, ninguna ideología, opinión o creencia está por encima de las demás”.
En un estado relativamente conservador y tradicionalista, ahora los poblanos, adultos, jóvenes y niños, saben que: “La trata de personas es una venta de esperanzas y un robo de sueños”.
Te extraña y te cuida de lejos, GL
Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/de-corazon-a-corazon-azul
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