martes, 25 de septiembre de 2012

Ricardo Alemán - Homero Simpson, ¡diputado del PRD!

Ricardo  Alemán
Como si se tratara de un capítulo especial de la globalmente famosa sátira “Los Simpson” –del talentoso Matt Groening–, los muy mexicanos diputados del PRD –de la nueva legislatura–, parecen decididos a adoptar la característica emblema de Homero Simpson: la estupidez como razón de vida.

Y dígalo si no esa simpática estampa que nos regalan los diputados Dolores Padierna y Alejandro Sánchez Camacho que –en conferencia de prensa–, vociferan contra el partido político que tiene mayoría en San Lázaro y censuran que utilice esa mayoría para ganar votaciones.

Con la rabia contenida en los rostros –cual consumados actores políticos–, la señora Bejarano y el señor Camacho acusan al PRI del feo “mayoriteo” en la reforma laboral, de un grosero “albazo” previsto para los días venideros y, claro, de “un inmoral” uso de las mayorías que tienen el PRI en San Lázaro; mayorías que según la diputada Bejarano, “no tienen en la calle, en donde le vamos a ganar”.




Como queda claro, la estampa es apenas digna de un número especial de “Los Simpson”, en donde el estúpido personaje amarillo suelta una de sus frases emblema: “¡Por una vez, que alguien me llame ”señor”… sin añadir “está usted montando una escena!”.

Y es que las mayorías, sean de votos, sean de legisladores, son para eso, para imponerse sobre las minorías. Esa es la esencia de la democracia, el imperio de las mayorías. Y queda claro que se trata de “montar una escena” por parte de la señora Padierna y del señor Camacho, ya que los gobiernos estatales del PRD y sus congresos mayoritarios ejercen esas mayorías sin pudor alguno. ¿Pruebas?

Apenas en días pasados, el Tribunal Federal Electoral le quitó al PRD en la Asamblea Legislativa, la mayoría legislativa. ¿La razón?, que al partido amarillo –de Homero Simpson–, no le correspondían dos diputados que le habían sido asignados de manera incorrecta.

Pero resulta que el PRD capitalino no puede vivir sin mayoría absoluta en la ALDF –mayoría que ha tenido desde que alcanzó el gobierno, en 1997–, y por tal razón no tardó en comprar dos legisladores del PT, para volver a tener el control absoluto del Congreso capitalino. Pero ese es el caso emblema. Basta recordar la forma en que ha tenido la mayoría en los congresos locales de estados gobernados por el PRD, como Guerrero y Baja California Sur, entre otros, en donde la razón de ser de esos gobiernos era esa, mantener la mayoría en el Congreso.

Y es que una condición indispensable para que un gobierno autoritario y nada democrático resulte funcional –para los intereses de sus promotores–, es precisamente a través del control mayoritario del respectivo Congreso. Lo curioso del caso es que no hemos visto a diputados del PAN y del PRI tomar tribunas y realizar movilizaciones callejeras, por el ejercicio elemental de las mayorías del PRD.

¿Por qué entonces, las señoras y los señores diputados del PRD han amenazado no sólo con tomas de tribunas, con movilizaciones callejeras, con desconocer la esencia democrática del imperio de las mayorías y hasta con una controversia constitucional? Se podría decir que la razón es que no tienen cultura democrática. Pero en esta ocasión preferimos suponer que la razón está en otro lado.

Sí, en el PRD prefieren “montar una escena”, al más puro estilo de Homero Simpson. O si se quiere, recurren a otra de las frases preferidas del estúpido personaje amarillo: “¡No necesitamos psiquiatra…! ¡Ya sabemos que nuestros hijos están locos!”.

Pero las perlas de la esquizofrenia de los legisladores del PRD no terminan en eso. En términos generales, la bancada de las izquierdas en el Congreso –PRD, PT y Convergencia–, se han opuesto a las reformas que propone la iniciativa enviada por el presidente Calderón, con argumentos sin duda contundentes.

Que si son lesivas la sub contratación, que si afecta a los trabajadores la contratación por horas, que si limitar las huelgas destruye a los sindicatos, que si los sindicatos blancos son el demonio… si, todo eso es altamente negativo para los trabajadores. ¿Pero que creen?

Que la realidad resulta de risas loca. Y es que empezando por el PRD como patrón, pasando por los grupos parlamentarios de todas las izquierdas, sin olvidar los gobiernos amarillos, todos subcontratan, contratan por hora, le dan vuelta a los sindicatos, pagan por destajo… Es decir, apelan a la ley divina, “pero en los bueyes de mi compadre”, cita que debía ser otro clásica Simpson, el mítico personaje amarillo que si no es, debiera ser diputado al Congreso mexicano, afiliado al PRD, para ofrecer conferencias de prensa con la señora Padierna y el señor Camacho. Al tiempo

Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/homero-simpson-diputado-del-prd

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.