Sergio Sarmiento |
¿Es justa la causa de quienes tomaron la universidad? No lo sé, pero no importa.
El tema de fondo es la abdicación de responsabilidad de gobiernos como el del priísta Fausto Vallejo ante grupos políticos que, al realizar bloqueos, tomar facultades o destruir escuelas públicas (como en Nueva Jerusalén), violan impunemente los derechos de terceros.
Es falso que permitir agresiones a inocentes sea un costo inevitable de la democracia o una forma de respetar los derechos humanos de los manifestantes. En países más democráticos y respetuosos de las garantías individuales, como España y Estados Unidos, estas acciones simplemente no se permiten.
Cuando un grupo de indignados trató de bloquear el puente de Brooklyn en Nueva York el 1o de octubre de 2011, la autoridad intervino de inmediato, deshizo la concentración y detuvo a 400 personas. Este 26 de septiembre la Policía en Madrid dispersó por la fuerza una protesta contra la política económica en la cercanía del Congreso de los Diputados. Pese a que la actuación de la policía dejó un saldo de 35 detenidos y 64 heridos, el Gobierno felicitó a la Policía.
En España está prohibido hacer manifestaciones junto al Congreso cuando éste se encuentra en sesión porque se considera incorrecto que se presione a los diputados. En México muchos grupos de poder buscan siempre intimidar a los legisladores en votaciones importantes; estos días, de hecho, hemos visto manifestaciones, cerca y lejos del Palacio Legislativo, que buscan amedrentar a los diputados que discuten la reforma laboral. En España toda manifestación debe ser autorizada previamente por la autoridad, mientras que este requisito no existe en México.
No es cierto que sólo los gobiernos de derecha actúen contra las protestas. En Cuba y Corea del norte cualquier manifestación es reprimida de inmediato y severamente. En la propia Michoacán, el perredista Lázaro Cárdenas Batel utilizó a la fuerza pública el 30 de enero de 2003 cuando un grupo de taxistas afiliados a una organización priísta trató de presionar a su gobierno con bloqueos viales.
Un contingente al mando del subsecretario de seguridad pública, Gabriel Mendoza Jiménez, disolvió los bloqueos y detuvo a varios líderes. Los taxistas pidieron negociar con el subsecretario, pero éste respondió que su trabajo era despejar las calles y no negociar.
En la Universidad Michoacana hemos visto, en cambio, una actitud cobarde del actual gobierno priista. El problema es que cuando el Estado deja de cumplir con sus funciones los ciudadanos llenan los huecos. Los linchamientos que han proliferado en nuestro país demuestran que cuando los ciudadanos se ven obligados a hacer justicia por propia mano terminan castigando a personas equivocadas o incurriendo en actos de violencia extrema. Por eso es tan lamentable que los gobiernos abdiquen de su responsabilidad cuando los activistas políticos violan los derechos de terceros. Lo único que logran es que prevalezca la ley del más fuerte.
PROHIBICIONISTA
Al cuarto para las 12, ó 50 mil muertos después, el presidente Calderón pidió ayer a la comunidad internacional “que haga una valoración profunda de los alcances y los límites del actual enfoque prohibicionista en materia de drogas”. La verdad es que la prohibición ha causado más daño que las propias drogas.
Twitter: @sergiosarmient4
Leído en: http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/estado-debil1
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