jueves, 8 de noviembre de 2012

Gral Roberto Badillo Martínez - La Gloria, Municipio de Sinaloa (IV)


"El Gustavo" y "Pepe González", me han dicho que ellos quieren definitivamente retirarse, son mis sobrinos, no reciben canonjías de ninguna clase, ni en vehículos, ni en reparto del botín, se van con lo que han logrado hasta este momento, ofrecen su lealtad al grupo pero no quieren relaciones de ninguna clase con ustedes".
"Para su información; quiero que mis hijos salgan de La Gloria y se vengan al puerto o a Culiacán, quiero que estudien en la Universidad Autónoma de Sinaloa, que sean médicos o licenciados, a mi esposa y mi familia, el Gustavo y el Pepe los guiarán bien. Son estudiosos y responsables, conocen mis andanzas pero no se avergüenzan. En el ambiente de toda la Sierra de Sinaloa quien no se convierte mediante el estudio, ni vive ni sobrevive, vegeta. No quieren vegetar".




"Les quiero decir lo siguiente, recientemente, vi en un programa de televisión que lo más difícil para una empresa --y nosotros hemos vivido y trabajado como una empresa familiar-- es el cambio de jefe, es el cambio de cuando se pasa de padres a hijos o bien a otras personas; se terminan el 90% de las empresas, esto no es local ni generacional, pasa en todo el mundo. Con altas y bajas hemos sobrevivido durante más de 20 años, desde que nos dedicamos a esto; hemos tenido éxitos y fracasos; yo diría que más éxitos que fracasos, pues si éstos hubieran sido mayores no estaríamos aquí, o sea que lo que les quiero decir es que estamos en el momento de más peligro de nuestra organización. El momento de cambio de líder, porque en este instante se desatan los pleitos por la jefatura y la empresa. Hemos sobrevivido adaptándonos a la situación con diferentes autoridades, hemos sobrevivido incluso a luchas con "los verdes", aunque tratamos de evitarlas, algunas veces nos dieron pero sobrevivimos; otros grupos han quedado en el camino".
"Si el éxito lo podemos medir por el logro de nuestras familias, podemos decir que hay compañeros que tienen a sus hijos estudiando en Guadalajara, en México e incluso en Estados Unidos, ese es nuestro mejor logro como grupo, piensen en este cambio que el destino nos ha impuesto; hemos ayudado a nuestro pueblo y nuestra iglesia".
"He pensado en el relevo desde hace 20 o más años cuando comenzaron los dólares al alza; desde que acudí al médico especialista, puedo decir que el relevo ha sido para mí una obsesión porque hay en el grupo tres o cuatro elementos que a mi juicio cumplen las expectativas para ser jefes: tienen antigüedad, valentía, actos al servicio del grupo, perseverancia y son líderes".
"El Mon", "El Pochiloco" y "El Piedras", son los que creo cumplen con esas características, los tres conocen los contactos, tanto en la Sierra como en el puerto y Guadalajara y las fronteras, si permanecen en paz y continúan trabajando y ampliando compromisos el grupo prevalecerá. En estos momentos al designar a "El Mon/ como nuevo jefe, me retiro del grupo; trataré de expiar mis culpas y acciones, pediré perdón a Dios y a las familias afectadas, por lo menos a los muertos del pueblo de La Gloria, no me busquen, hoy les daré por última vez la mano".
Se despidió y salió con sus guaruras, cada uno llevaba una potente Dodge y varios cuernos de chivo. Pasaron semanas y cuando faltaba un mes y tres días, o dos meses y tres días de vida, se encontraba en Guadalajara con un corresponsal del diario El Noroeste que conocía a su familia, quien le informó que "El Mon" y cuatro de los jóvenes del grupo habían muerto en una emboscada cerca de Concordia, entonces pensó: "la lucha ha comenzado".
Debió retornar a La Gloria a cumplir con lo que había prometido, llegó muy enfermo. Nuevos miembros de su banda fueron muertos días después, eran principios de los años 60, una nueva guerra del imperio norteamericano, ahora en Asia, involucraba más y más droga, marihuana, cocaína; el negocio estaba floreciente y pintaba mejor. Se preguntó por qué no aceptaron a "El Mon"; fue la última vez que oyó de su grupo.
Hizo su plan de expiación, le quedaban 33 días, vio en el calendario, al menos cinco domingos. Será el tercero se dijo: "iré a misa de las seis de la tarde el domingo y al siguiente pediré perdón, si lo llego a hacer bien, Dios y la Virgen Guadalupe me perdonarán. Dios todo lo perdona, se dará cuenta que no teníamos opciones o era la droga o la miseria, elegí la droga; me dio resultados, tengo tres familias, siete hijos aunque los de la Leonor son mis hijos legítimos, son los primeros, con ella me casé por la iglesia en La Gloria, ambos vestidos de manera elegante; fue inolvidable. Ahí pediré perdón y después me acabaré de consumir en mi casa. En mis condiciones nadie querrá venganzas además les pediré perdón públicamente, soy valiente; nadie lo ha hecho".
"Quiero a todos mis hijos, pienso mucho en mis dos hijas más grandes, aunque también quedan bien y son muy inteligentes. Creo en ellas más que en los hombres, me preocupan porque son mujercitas, la siembra y el trasiego de drogas causan violencia y ésta se refleja en las personas que nada tienen que ver con la droga, eso es lo que me preocupa. Pero creo que les irá bien a las dos, incluso a la Sandra que ahora tiene 22 años y es madre de dos hijas preciosísimas que tienen la inteligencia de la madre"...
robertobadillomartinez@hotmail.com


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