martes, 3 de septiembre de 2013

Federico Reyes Heroles - Civilidad o barbarie

O P I N I Ó N 
F E D E R I C O   R E Y E S   H E R O L E S 
Civilidad o barbarie

¿Qué estaba o está en entredicho? Lo evidente es la evaluación de los docentes como columna vertebral de un nuevo sistema educativo, no es poca cosa. Sin evaluación de nada sirve un Institutito Nacional de Evaluación.

La evaluación es un signo de los tiempos, es cierto, pero sobre todo es una señal de democracia. La democracia es evaluación, evaluación de los servidores públicos, de los partidos, evaluación de cómo se gastan los dineros del estado que, en realidad, son de la sociedad, evaluación de todo y de todos.

La absurda lucha de la CNTE es un contrasentido histórico, es igual a negar el derecho de los ciudadanos a la información de lo público. Ellos son parte de la vida pública.



Si por la CNTE fuera habría que liquidar al IFAI y cerrar de nuevo las puertas a los ciudadanos, cero evaluación de todo. En ese sentido lo que estaba y está en juego, es la viabilidad de una república moderna, abierta, transparente, evaluable, con ciudadanos de la misma categoría frente a la ley.

La postura de la CNTE divide a México en dos, los evaluables (de segunda) y los no evaluables, los privilegiados (de primera). La evaluación de los maestros es un cimiento del edificio republicano y democrático.

Además lo que estamos viviendo es la ruptura obligada con un México corporativo, medieval y vergonzoso, un México donde se heredan las plazas laborales, un México donde no hay sanción para el incumplimiento laboral, un México de cínicos que sabemos que ellos viven de los dineros públicos y que con esos dineros -los nuestros- intentan interrumpir la vida de la República. De pasada dejan a millones de niños sin clases.

Ese es el México que debe ser enterrado. Ninguna nación puede estar amalgamada por el cinismo. La argamasa de cualquier nación debe ser una argumentación sustentada en la ética. Cuando el cinismo se incorpora como contenido normal del discurso, la Republica se corrompe. Italia es un triste ejemplo.

Eso es lo que está en juego, la construcción de un discurso ético de conducta ciudadana donde todos somos evaluados o la prostitución de la incipiente democracia mexicana. Puede sonar con tufos dramáticos, pero imaginemos la "Republica CNTE".

Está en juego la forma, la mecánica para negociar las diferencias. La democracia tiene muchos defectos pero su gran virtud es la implantación de la palabra para la discusión. La palabra que facilita el diálogo y el diálogo como la única arena aceptable de la civilidad.

Eso es lo que está en juego: la civilidad mexicana. La civilidad parlamentaria, o jurisdiccional, o presidencial, no pueden ser islas en un mar de barbarie.

¿Es la sociedad mexicana una que dialoga o se agarra a palos? ¿Es una sociedad en la cual impera el diálogo y se aceptan las diferencias o gobierna el manotazo? Porque el manotazo puede provenir de un dictador o de un grupúsculo, para el caso es lo mismo.

Una sociedad en la cual los menos se imponen a los más, es igual a un régimen autoritario o dictatorial. Entre la CNTE y Pinochet o Castro no hay demasiada diferencia, ellos también se negaron a la evaluación, para el caso elecciones libres. Si las minorías se imponen no se vive en democracia.

Lo que está en juego es la pacificación de México. Si queremos paz como condición y objetivo político permanente, la violencia debe recibir la sanción de ley y la condena generalizada de los verdaderos demócratas. Ese es otro dilema central de las horas que vivimos.

Y qué decir de la pedagogía jurídica. Si la palabra es desplazada por el tubo o el palo, por los rostros ocultos, si las mayorías son doblegadas y las minorías se imponen, las nuevas generaciones recibirán una señal muy clara: los exitosos son los violentos. Discutir, organizarse, militar en un partido, votar, ¿para qué? Mejor el pasamontañas y un tubo.

No es un asunto de izquierdas o derechas, es algo más sencillo: ¿quién gobierna, los representantes de las mayorías organizadas o las minorías en uso de la violencia?

La disyuntiva es clara, de no proceder a la aprobación de la Ley del Servicio Profesional, la Presidencia de la República de México hubiera quedado herida de muerte. Hoy es un priista, pero mañana puede ser otro azul o un amarillo.

Imaginemos el daño de heredar una fortalecida sociedad de cínicos en la cual la extorsión rinde muy buenos frutos. La CNTE es hoy el rostro más evidente -pero no único- de ese México autoritario y antidemocrático que en teoría estamos enterrando.

Esta no es una batalla política más, es una encrucijada entre democracia y autoritarismo, entre gobierno de las mayorías o minorías profesionales de la extorsión, entre civilidad o barbarie. La aprobación de una ley secundaria se convirtió en una encrucijada fundacional de la democracia mexicana.

Los centros simbólicos de la República asediados, Palacio Nacional, sede del Ejecutivo; Cámaras de Diputados y de Senadores y, de refilón, la Suprema Corte que nada tiene que ver.

La tesis de gobernabilidad es a la inversa: no se trata de negociar para recuperar la normalidad republicana, se trata de aprobar por mayoría para salvar a la República.

La cifra deberá quedar en el memorial de la democracia mexicana, 390 a favor; 69 en contra.

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

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