lunes, 2 de septiembre de 2013

Raymundo Riva Palacio - Otro Mexico´s moment

O P I N I Ó N
R A Y M U N D O   R I V A   P A L A C I O
Estrictamente personal
Otro Mexico´s moment

La prensa apareció tapizada en sus ediciones dominicales de evaluaciones críticas sobre los primeros nueves meses de Gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto, y malas noticias que trazan una continuidad conflictiva. Protestas y verbos que suenan beligerantes abundaron en las primeras planas. La efervescencia con la que asumió la Presidencia el 1 de diciembre entró en una espiral negativa ante dos temas que los priistas presumían saber cómo hacerlo, economía y seguridad, mientras que la congestión legislativa que produjo la ruptura del consenso político y la reacción al cambio, lo hacen ver débil frente a la transformación prometida.

Un análisis de la agencia Associated Press en su servicio en inglés que se distribuye a más de 6 mil medios en el mundo, reflejó este fin de semana el ánimo prevaleciente: "Mientras Peña Nieto se prepara para dar su Primer Informe de Gobierno el lunes, el nuevo México se parece mucho al viejo. Las proyecciones del crecimiento económico se han reducido casi a la mitad. Las calles están llenas de manifestantes contra las reformas, que han bloqueado el Congreso y forzado al Presidente a cambiar la fecha y lugar de su discurso.



"Los asesinatos relacionados al narcotráfico han caído, dice su Gobierno sin dar a conocer las estadísticas. Pero el secuestro y la extorsión, los crímenes que afectan al ciudadano ordinario que Peña Nieto prometió atacar, están al alza. Después de 12 años de estar fuera del poder, el alguna vez partido autocrático conocido como el PRI, está encontrando un País democrático más complicado que aquél que gobernó durante 71 años".

El Mexico´s moment, con lo que la revista británica The Economist tituló el 21 de noviembre pasado un artículo de Peña Nieto en sus ediciones digitales, interpretando el contexto global en el que recibiría el Ejecutivo, se ha evaporado. La prensa extranjera manifiesta de manera constante su desencanto, y muestra también lo que piensan los gobiernos e inversionistas del mundo. Lo irónico de lo que se bebe en los medios –particularmente extranjeros-, es la omisión de la realidad objetiva mexicana.

¿Alguien podía pensar, entendiendo las dinámicas internas del sistema político, que una transformación como la propuesta pasaría sin resistencias? En 1994, la celebración de una parte del México que se ajustaba a las variables del mundo con la apertura formal de la economía, produjo el alzamiento de una guerrilla en Chiapas en enero, en enero el asesinato del candidato del PRI a la Presidencia, Luis Donaldo Colosio en enero, y el asesinato del secretario general del partido, José Francisco Ruiz Massieu en septiembre.

Ningún ajuste desde entonces había sido tan radical como el propuesto por Peña Nieto desde el arranque. Sus primeros nueve meses de Gobierno los convirtió en una plataforma de despegue para reformas estructurales –educación, energía, fiscal, hacendaria y telecomunicaciones-, de segunda generación –política, penal, derechos humanos-, y de tercera –desarrollo sustentable, la expansión nacional y multisectorial de la transparencia, y anticorrupción, por ejemplo-, cuyo proceso de conclusión, por programación, es el segundo semestre de este año.

La consecuencia fue una congestión que ha obligado a Peña Nieto y al PRI a trabajar sobre varias pistas legislativas en simultáneo, donde la dinámica de negociación y consenso se ve como un kaleidoscopio, donde iniciativas diferentes tienen que conciliarse con las restantes para que sean aprobadas. De esta forma no puede haber reforma energética si no hay política, ni avanzará si se atora la educativa. Peña Nieto no tenía otra opción, si quería hacer cosas y -desde su diagnóstico-, detonar el desarrollo. Su visión no la comparte un importante sector de la sociedad, con el cual debate y lucha políticamente cada día. Anticipar las resistencias permitió el nacimiento del Pacto por México, la cocina de sus iniciativas, convirtiéndolo en un instrumento tan indispensable, que subordinó al resto de la vida pública.

El Pacto por México ha sido mantenido a costa de todo, incluso con respiración artificial. Pero no tiene alternativa. La historia mexicana y del mundo demuestra que para transformaciones radicales sólo existe el primer año de Gobierno, cuando se tiene el consenso, la fuerza, y los opositores apenas se están acomodando a la nueva realidad. Las consecuencias son las que hoy se viven. Si aguanta y avanza Peña Nieto, la protesta de 2013 será un pie de página en su biografía. Si lo vencen, su Presidencia se habrá agotado prematuramente. Parafraseando a Roger Noriega, ex subsecretario de Estado y embajador ante la OEA en la administración de George W. Bush, investigador en el conservador American Enterprise Institute, que escribió este sábado en el Miami Herald sobre el dilema ante la no aprobación de la reforma educativa, "francamente, el legado del sexenio de Peña Nieto cuelga del balance".

rrivapalacio@ejecentral.com.mx

twitter: @rivapa

Leído en http://www.noroeste.com.mx/opinion.php?id_seccion=104

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.