jueves, 3 de octubre de 2013

Eduardo Ruiz-Healy - No hay solución, hermano: Marcola (I)

Mi amiga twittera Carmen Maqueo (@cenizos_en_flor) me envió la liga de una entrevista que el diario carioca O Globo le hizo a Marcos Camacho, alias Marcola, el encarcelado exjefe de Primer Comando de la Capital (PCC), una organización criminal de Sao Paulo, Brasil.

Las respuestas que Marcola da a las preguntas que se le hacen son contundentes, pragmáticas. Sirven para entender mejor el porqué del creciente poder del crimen organizado alrededor del mundo así como las razones de la aparición de grupos diversos que han decidido romper con la sociedad y sus instituciones, grupos que en México conocemos como anarquistas, ultraizquierdistas, policías comunitarios, autodefensas, guerrilleros... Sus respuestas también describen la enormidad del problema que enfrentamos todos.



O Globo: ¿Usted es del Primer Comando de la Capital (PCC)?

Marcola: Más que eso, yo soy una señal de estos tiempos. Yo era pobre e invisible. Ustedes nunca me miraron durante décadas y antiguamente era fácil resolver el problema de la miseria. El diagnóstico era obvio: migración rural, desnivel de renta, pocas villas miseria, discretas periferias; la solución nunca aparecía… ¿Qué hicieron? Nada. ¿El gobierno federal alguna vez reservó algún presupuesto para nosotros? Nosotros sólo éramos noticia en los derrumbes de las villas en las montañas o en la música romántica sobre “la belleza de esas montañas al amanecer”, esas cosas… Ahora estamos ricos con la multinacional de la droga. Y ustedes se están muriendo de miedo. Nosotros somos el inicio tardío de vuestra conciencia social.

O Globo: Pero la solución sería…

Marcola: ¿Solución? No hay solución, hermano. La propia idea de “solución” ya es un error. ¿Ya vio el tamaño de las 560 villas miseria de Río? ¿Ya anduvo en helicóptero por sobre la periferia de San Pablo? ¿Solución, cómo? Sólo la habría con muchos millones de dólares gastados organizadamente, con un gobernante de alto nivel, una inmensa voluntad política, crecimiento económico, revolución en la educación, urbanización general y todo tendría que ser bajo la batuta casi de una “tiranía esclarecida” que saltase por sobre la parálisis burocrática secular, que pasase por encima del Legislativo cómplice. Y del Judicial que impide puniciones. Tendría que haber una reforma radical del proceso penal de país, tendría que haber comunicaciones e inteligencia entre policías municipales, provinciales y federales (nosotros hacemos hasta “conference calls” entre presidiarios…). Y todo eso costaría billones de dólares e implicaría una mudanza psicosocial profunda en la estructura política del país. O sea: es imposible. No hay solución.

Continuará…

Twitter: @RuizHealy
Mail: eduardoruizhealy@gmail.com
www.ruizhealy.tumblr.com

Leído en http://criteriohidalgo.com/notas.asp?id=195693

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