Por segunda vez en menos de un bimestre el gobierno mexicano se entera que lo han estado espiando… bien y bonito —si en verdad se pudieran atribuir esas calidades a algo tan ventajoso como el espionaje—. Todo se ve, todo se oye, todo se sabe. Y los mexicanos chillan… o chillamos, como usted guste.
–¿Pero de veras hay motivos para lloriquear? Yo creo que no.
A ver, ¿cómo nos quejamos del espionaje cuando vivimos con las puertas —y otras cosas— abiertas de par en par?
En este país un gringo puede caminar como Peter por suhouse (Pedro por su casa) y no necesita ni de visa ni de pasaporte siquiera para organizar un reventón en Acapulco, Los Cabos o Cancún.
–¿Cómo nos quejamos si a los estaduniendes se les permite sobrevolar nuestro cielo con aviones tripulados o no tripulados para espiarlo todo, con el pretexto del narcotráfico que ellos mismos alientan, propician y organizan?... y si eso fuera poco, las embarcacionesgabachas pueden navegar por nuestras aguas como si lo hicieran sobre el Río Potomac.
Les hemos dado acceso a nuestras fuentes de información y hasta se les han vendido los bancos de datos enteros del padrón electoral… y luego chillamos.
Me parece una enorme hipocresía sentirnos ofendidos cuando nosotros mismos los llamamos.
Cuando el presidente Peña Nieto fue a San Petersburgo el escándalo de sus cuentas hackeadas por los gringos durante su campaña y la presidencia electa, estaba tan de moda como ahora los pájaros en el alambre del correo deFelipe Calderón y socios… en el gabinete.
Peña Nieto prometió hablar con Obama y el presidente de Estados Unidos le contestó lo obvio: “Voy a investigar qué pasó”. Ahora Obama les dice a los brasileños, metidos en la misma ola de santa indignación, “hay cosas de las que ni siquiera yo me entero”.
Y así debe ser… Edgar Hoover espiaba hasta a losKennedy… y muchos atribuyen a esas líneas intervenidas el suicidio de Marilyn Monroe… teléfono en mano.
El espionaje es una práctica natural, inevitable y necesaria de todos los gobiernos, en todos los tiempos de la historia. Espiar es natural y quejarse del espionaje también. Son valores entendidos… digamos que son cosas del oficio.
Penitenciaría: Dios los hace y los impuestos losarrejuntan. Quién iba a decirlo… legítimos y espurios,pirruris y pueblo, terminaron bateando del mismo lado. Unos denuncian el golpe a la clase trabajadora, otros acusan la destrucción de las clases medias. Unos amenazan con vetar la tóxica reforma fiscal, otros convocan a revertir la infamia. Sí, los extremos se unen… como el amor y el odio… ya se sabe, ya se supo.
@JoseCardenas1
josecardenas.com.mx
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