A propósito de traidor a la patria, concepto usado ayer por López Obrador en su mitin, cabe preguntarse quién es el traidor: ¿el que impulsa cambios para acceder a la riqueza petrolera, o el que los bloquea?
¿El que promueve transformaciones para que los mexicanos vivan mejor, o el que quiere que al país le vaya mal para que a él le vaya bien?
Mientras peor le vaya a México, mejor para él, es la divisa de López Obrador, Que no pase ninguna reforma, para que al país le vaya mal.Por eso está contra la reforma educativa y lo que ella implica: que se evalúe a los maestros. Que las promociones se hagan por méritos. Que haya un censo de profesores para saber cuántos son. Que a los comisionados sindicales no les pague el Estado.
Por eso está contra la reforma energética, para que no obtengamos la riqueza de petróleo y gas que hay en el subsuelo y no explotemos hidrocarburos en aguas profundas.
Si a México le va bien, adiós López Obrador. Él lo sabe.
Hace algunos meses puse en este espacio que el debate sobre la reforma energética no iba a ser de argumentos, sino de gritos. Y el escenario sería la calle. En eso andamos.
Ayer AMLO propuso llamar traidor a la patria al Presidente y a todos los que voten por la reforma energética.
Soltó un rosario de amenazas contra los que voten a favor de la reforma energética: memorial de la ignominia; los líderes opositores están comprados; cercar el Senado; cartas a empresas extranjeras que pudieran asociarse con Pemex para decirles que el cambio constitucional es ilegal (!), etcétera.
Bueno, ese fue su desahogo. Vamos ahora a lo racional:
—¿Por qué no sacar petróleo de aguas profundas en el Golfo de México, donde empresas deEstados Unidos sacan un millón de barriles diarios y nosotros cero?
—¿Por qué no asociarse con empresas que aporten capital, tecnología, asuman riesgos geológicos, financieros y ambientales de la explotación y extracción de petróleo y gas?
—El 30 por ciento del gas que consumimos es importado: ¿no seremos más soberanos produciéndolo aquí?
—El sector privado produce el 36 por ciento de la energía que consumen las grandes empresas, ¿no es mejor regularlo y que la pequeña y mediana empresas tengan acceso a energía más barata?
—¿Por qué los hidrocarburos se tienen que transportar obligatoriamente en camiones y no a través de tubos? Las pipas son privadas, los poliductos también lo serían…solo que las pipas son 13 veces más caras que los poliductos.
El término “traidor a la patria” es demasiado fuerte y tal vez nadie lo sea. Lo mejor sería llevar el debate al terreno técnico y del sentido común, pero no es fácil: hay un jugador que quiere que a México le vaya mal.
phl@razon.com.mx
Twitter: @PabloHiriart
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