lunes, 7 de octubre de 2013

Salvador García Soto - Los saldos de la CNTE

Si se respeta la decisión mayoritaria de su asamblea para levantar el plantón en la Ciudad de México y que la mayoría de sus integrantes regresen a las aulas en Oaxaca, la sección 22 de la CNTE se irá después de 50 días de marchas y protestas (si los radicales no deciden otra cosa) pero dejaría atrás una serie de daños, sobre todo políticos, en figuras de la vida pública que durante el lapso de la protesta magisterial vieron deteriorarse su imagen y la opinión que de ellos tienen los ciudadanos.

La primera víctima innegable de la CNTE es el jefe de Gobierno del DF, Miguel Ángel Mancera. La línea de acción que decidió ante el bloqueo constante de los maestros a las vialidades y el tránsito urbano: tolerancia y no represión, tal vez no era inadecuada por tratarse de un gobernante de izquierda, pero el manejo político y de discurso que hizo del tema, terminó por deteriorar fuertemente la opinión que del gobernante tenían los capitalinos.





Mancera vaciló primero entre su responsabilidad para atender los efectos de los bloqueos en la vida de los habitantes con frases poco afortunadas como “No nos vamos a manchar las manos de sangre”, para después decir que el problema no era de la ciudad sino del gobierno federal. Este último argumento, quizás el que más se sostenía políticamente, se hizo a un lado después para aliarse con la administración de Peña Nieto en el desalojo y blindaje del Zócalo y otras instalaciones. Al final, el mandatario capitalino dijo en su informe que “quien ataque a la ciudad pagará con la aplicación de la ley”.

Los mensajes cambiantes y la actitud vacilante de Miguel Ángel Mancera tuvieron un efecto que se puede apreciar fácilmente en los foros de opinión, en las redes sociales o incluso a nivel de calle. La percepción del gobernante que llegó al poder hace 10 meses con la mayor votación en la historia de la ciudad y una imagen pública impecable de un “político ciudadano” que generó grandes expectativas cambió negativamente en un sector importante de la opinión pública y de los capitalinos.

Pero Mancera no fue el único afectado por el largo secuestro vial que la CNTE mantuvo en la ciudad. En el gobierno federal hay también otra víctima de los maestros y se trata del subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, uno de los funcionarios más cercanos al presidente Peña Nieto. Encargado de operar las negociaciones con la Coordinadora, Miranda fracasó una y otra vez al haber cedido en varias de las exigencias de los profesores sin obtener a cambio el retiro del plantón que varias veces le prometieron los líderes de la Sección 22 sin cumplir.

No era la primera vez que el subsecretario de Gobierno, amigo personal del presidente, enseñaba su inexperiencia política, al fallarle la habilidad y el colmillo para conocer las formas de operación y negociación de la CNTE. Ya antes, en Sonora, en un conflicto que aún no termina, Miranda fracasó al ser el enviado federal a las tierras de la tribu yaqui para atender la guerra por el agua del Acueducto El Novillo. Esta disputa tiene divididos y confrontados a los sonorenses y mantiene bloqueada la autopista México-Nogales, que funciona de manera parcial desde hace tres meses por la incompetencia de las autoridades federales y estatales para encontrar una salida negociada al conflicto hídrico.

Anoche, los radicales de la CNTE agitaban la violencia en busca de “reventar” el acuerdo mayoritario de su asamblea, que ordenó el retiro de la mayoría de profesores para volver a clases en Oaxaca y dejar una “comisión representativa” en el DF. Pero más allá de lo que ocurra, en los estertores de esta protesta magisterial, hay ya víctimas políticas muy claras que dejarán a su paso los maestros.

NOTAS INDISCRETAS…Vaya problema para el gobierno de César Duarte en Chihuahua. El accidente que dejó nueve personas muertas, entre ellas cinco niños, en un espectáculo organizado por la administración estatal, tiene que ver con la ausencia de vallas y medidas de seguridad adecuadas para el público asistente. El mismo gobernador reveló ayer que el conductor del camión estaba ebrio, pero la pregunta es por qué el gobierno estatal organizó un evento sin las medidas de seguridad necesarias y qué clase de empresas contrató para un espectáculo de riesgo en el que además había niños. El gobernador chihuahuense afirma que han disminuido los asesinatos violentos del narco en su estado; sólo que ahora los chihuahuenses mueren en espectáculos organizados por las autoridades… Lanzamos los dados. Serpiente.


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