Al haber transcurrido las primeras horas de este 2014 muchos nos habremos planteado los retos que en lo individual se nos presentan. Estoy seguro de que también muchos habremos vislumbrado los retos mayúsculos que como país tenemos. Retos que requieren de mucha política de carácter democrático; es decir, de diálogo plural y acuerdo colectivo con toda organización que busque el bien del país. Sólo de ese modo podremos hallar soluciones efectivas y salir adelante.
Tras reflexiones, deliberaciones y acuerdos internos, en el PRD estamos convencidos de que el camino a transitar es el de la construcción política multilateral, entre nosotros y con los que piensan distinto, con otros partidos y con la sociedad, a la que nos debemos y representamos.
No compartimos la posición de quienes desconocen la diversidad político-social y cultural de este país. Estas cúpulas, junto con el gobierno de Peña Nieto y el PAN, han optado por la ruta de ignorar opiniones mayoritarias. Así lo vimos con la contrarreforma conservadora en materia energética, misma que hipoteca la viabilidad de la nación.
Cabe subrayar que la construcción política a la que me refiero significa hacer a un lado los intereses de facción y poner por delante el interés de la patria. Ello implica, por supuesto, fortalecer nuestra soberanía, y no debilitarla como sucederá al aplicarse la contrarreforma energética del PRI-gobierno y el PAN.
Por ello, en pro de la preminencia de ese interés de la patria también se requiere del fortalecimiento de los mecanismos de democracia directa, no de la maquinaria publicitaria falaz que busca desdibujarlos y "vender" una contrarreforma como la mismísima panacea.
Muy a su estilo, el PRI y el PAN vuelven a tratar de legitimar la imposición con "cañonazos" en publicidad y relaciones públicas, anhelan imponer la privatización y dejar desprovista a la ciudadanía de herramientas para incidir en las grandes decisiones. Desean una democracia acotada, minimalista y ¡también privatizada!
Gracias a la confianza de la gente nos hemos erigido como la fuerza política de izquierda con mayor presencia y fortaleza. Esa confianza no es gratuita, nos exige tender puentes y construir frentes de lucha para ser eficaces en el actual escenario de regresión autoritaria. La lucha es por el beneficio colectivo, lo cual requiere el necesario acotamiento de los poderes fácticos.
En el PRD dejamos atrás el sectarismo y en 2014 fortaleceremos los vínculos con las diversas organizaciones sociales (nacionales e internacionales) con las que compartimos el interés de rescatar al país tanto de los poderes fácticos como de la constante amenaza del autoritarismo pragmático priísta. Sólo mediante una gran alianza social recuperaremos la soberanía en materia energética.
En la agenda pública nacional de 2014 tenemos un tema prioritario: la consulta popular sobre la reforma energética. También daremos la pelea en el terreno de la discusión, no le daremos el gusto al PRI-gobierno y al PAN de sacar una regulación secundaria a su antojo. El PRD y la gente nos movilizaremos en el Congreso y en las calles.
Al ama de casa, al estudiante, al trabajador, al empresario, a todos los sectores y estratos de la sociedad mexicana les reitero que la vía de lucha elegida por el PRD es la pacífica, por las vías institucionales y de la movilización. La historia le ha dado la razón a nuestras mejores causas, las del interés general. En esta ocasión el tiempo también le dará la razón, no sólo al PRD, sino a la sociedad mexicana que asumirá un rol de mayor protagonismo en la toma de las grandes decisiones.
Ahí está nuestro principal propósito para este año nuevo: ser el partido de izquierda que defienda exitosamente sus banderas, que siga incidiendo de manera creciente en el devenir nacional y que dote a la gente de mayores instrumentos como la consulta popular para decidir de manera democrática el futuro energético de México.
¡Les deseo un feliz 2014 y mucho ánimo y energía para hacer un México mejor para toda la gente, especialmente para nuestros hijos!
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Por favor, sean civilizados.