PRIMER TIEMPO
Una foto vale más que mil gabinetes
Una foto vale más que mil gabinetes
¿Así o más claro? El presidente Enrique Peña Nieto trabajó con su gabinete este viernes en Los Pinos, y como sucedió durante algunos de los momentos críticos de la Selección Mexicana en la fase eliminatoria del Mundial de Futbol, invitó al staff presidencial a que vieran el partido contra Camerún con él y su esposa Angélica Rivera, la única que portaba la verde. El Presidente colocó la fotografía en su página de Facebook, primera señal de que los tiempos ya son diferentes en Los Pinos, e hizo a un lado Twitter, la red social que había empleado en el pasado. No muchas caras nuevas, salvo la del nuevo vocero presidencial, Eduardo Sánchez, quien se sentó a la izquierda del responsable de la Comunicación Social del Presidente, David López. O sea, para quienes piensan que López, que ha asesorado a Peña Nieto desde antes que fuera candidato al gobierno del estado de México, ha caído de la gracia presidencial, esa foto demuestra lo contrario. Pero lo más relevante en la gráfica donde todo el grupo está celebrando el gol de México, es que a la izquierda del Presidente –a la derecha estaba su esposa-, estaba la única persona que no pertenece al staff, el secretario de Hacienda, Luis Videgaray.
El jueves estaba en Nueva York, y el viernes en Los Pinos. Nadie más del gabinete fue invitado a ese momento reservado siempre para el Presidente y su equipo, por lo que la invitación de Videgaray –pero sobretodo, haber subido la fotografía a las redes sociales- habla toneladas de palabras sobre el lugar en el que se encuentra en el ánimo del Presidente. Recién lo acompañó a su gira europea, pese a que los temas hacendarios no estaban en la agenda, y le dio un lugar privilegiado entre todo el gabinete, al invitarlo a ese convite deportivo. Para quienes pensaron que una campaña de descrédito y críticas durante casi un mes debilitaron al secretario de Hacienda, hoy tendrán que replantear su estrategia para ver cómo lo descarrilan, porque en el ánimo del Presidente, quién lo duda, sigue en lo más alto.
SEGUNDO TIEMPO
Finalmente, no pudieron
Le enderezaron una guerra mediática al señalarlo –sin pruebas hasta el momento- como jefe de una red de prostitución desde el PRI del Distrito Federal para deshacerse de él, pero no pudieron sepultar a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre y anularlo como factor de poder en la ciudad de México. El intento de los priistas para expulsarlo de la presidencia del partido y limpiarle la imagen bronca, bravucona y hostil, para transformarla en un cara amable, que dicen necesitar con urgencia para llegar al proceso electoral del próximo año con alguna posibilidad de arrancarle al PRD un poco de poder en la capital, no terminó de salirles en los términos que querían. Gutiérrez de la Torre renunció a la presidencia del PRI pero quedó en su lugar Israel Betanzos que pertenece a su grupo político. El gobierno federal y el PRI nacional no pudieron con él. Gutiérrez de la Torre controla políticamente el 20% del Distrito Federal, que se lo arrebató al PRD en las elecciones de 2009, después de que en 2006 el PRI había perdido absolutamente todas las posiciones políticas en la capital. Por esa recuperación Gutiérrez de la Torre, muy mal visto en el partido y en la sociedad por el lastre que trae sobre la espalda por surgir de un grupo político corrupto y violento como es el de los pepenadores de la basura, asumió el control del PRI en la ciudad de México, contra el sentir de los líderes. Desde la presidencia del PRI, Gutiérrez de la Torre, llamado “El Rey de la Basura”, colocó a los suyos en todos los cargos de poder, que actuaron apoyándolo y presionando al PRI nacional para que no actuaran en su contra, cuando estalló el escándalo de la supuesta red de prostitución organizada por él. El riesgo para el PRI nacional –y el gobierno que avalaba su expulsión del partido-, era que Gutiérrez de la Torre y toda su estructura política se incorporaran a Morena, el partido que está formando Andrés Manuel López Obrador, con lo cual cualquier esperanza de avance electoral del PRI en 2015, quedaba sepultada un año antes de las votaciones. No pudieron liquidar a Gutiérrez de la Torre, y el PRI tuvo que pactar su salida sin exabruptos ni humillaciones.
TERCER TIEMPO
¡Ah, pues sí! Cómo no nos habíamos dado cuenta
Desde que la Marina capturó en Mazatlán a Joaquín “El Chapo” Guzmán, la imagen del gobernador de Sinaloa, Mario López Valdés, a quien se conoce como Malova, se ha venido deteriorando aceleradamente. En Sinaloa, las élites le perdieron la confianza y consideran que está realizando un mal gobierno, por lo que presionan para ver si logran que en un futuro cercano pida licencia. El problema es que en las encuestas a población, la imagen de Malova no es nada mala y tiene amplio respaldo. El gobernador puede tener problemas con sus pares, pero con los electores le va bien, porque les habla coloquialmente. Como este viernes, que para beneficio de todos en el país, dijo el porqué le estaba yendo tan mal a él y al estado. Todo es “por culpa de la mala suerte”, dijo el gobernador. De haber sabido, pues. Hubo sequías y las heladas, se le cayó la construcción, y brotó una epidemia en la acuacultura que mató a los camarones. Por una o por otra razón, los sinaloenses han visto el desplome del crecimiento económico del 3.55% que tenía su antecesor Jesús Álvarez, a 1.19% durante el actual gobierno, según un estudio que publicó el jueves el periódico El Noroeste, que provocó un incremento en el desempleo de 3%. Le pegaron esos factores que no controla, es cierto, pero el azar no puede ser considerado como la razón por la cual no pueda hacer nada por revertirlo. Él se defiende de la mejor manera que considera. “Estamos tan salados que los mangos no florecieron”, se justifica Malova. Ocurrencias y frases coloquialmente afortunadas se están agotando, tanto como la paciencia de empresarios y políticos que muestran haber tenido suficiente del experimento Malova, sobre quien tenían enormes expectativas empresarios y políticos que hoy, lo que sienten es una enorme decepción.
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