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Jesús Lizano 1931 |
Cantando al mundo
En amor se transforma cuanto hacemos
todo lo que tocamos y sentimos,
lo que soñamos y lo que vivimos,
cuando nos vemos, cuando no nos vemos.
Ebrios de amor las alas y los remos
sólo para esas horas existimos,
abrazando los ramos, los racimos,
lo que tenemos, lo que no tenemos.
Saltan las olas, bañan las espumas
y se funden los oros con los plomos
y en la tierra final nos encontramos.
Y así unidas las luces y las brumas,
héroes por lo que somos y no somos,
cantando al mundo por el mundo vamos.
Encuéntrame, Belleza
Encuéntrame, Belleza, necesito
que me abraces, me siento despoblado,
ven a mi sentimiento descuidado,
que tu ausencia es el único delito.
Tú eres la inalcanzable y yo el maldito,
idéntico latido desolado,
yo por fruto en el tiempo encarcelado,
libre por sombra tú en el infinito.
Encuéntrame, Belleza, qué otra cosa
puede anhelar mi corazón cercado
que vivir de tu esencia, aurora mía.
Y qué puedes, altiva y silenciosa,
desear en tu frío descampado
sino la forma, hacerte poesía.
El señor Bien y el señor Mal
No resuelven sus diferencias
el señor Bien
y el señor Mal.
El señor Bien
parece tranquilo
y entonces, el señor Mal
llega y rompe
sus hechizos.
Y ¡zas!
caen todos los castillos
que el señor Bien
en la arena
hizo.
Y cuando el señor Mal
feliz con sus ingenios
¡viva! ¡viva!
exclama audaz,
llega el señor Bien e impide
que su estrategia triunfe.
Y ¡zas!
van por los suelos las murallas
de sus intrigas.
Y el señor Mal
cae prisionero.
Pero a nosotros qué nos importan
las diferencias y los enredos
y todo lo demás
entre el bueno
del señor Bien
y el bueno
del señor Mal
Por qué nos mezclan en sus cosas,
por qué
no nos dejan en paz.
Allá el señor Bien con sus adornos
y allá con sus encantos
el señor Mal.
Han elegido nuestra casa
para luchar
y no hay un solo espacio
en nosotros
libre de su ansiedad.
¡Eso! ¡Eso! ¡De su ansiedad!
No ha de importarnos su origen
ni cómo nos pudieron
avasallar
Las ratas
Las ratas
insidiosas, peludas,
voraces, ingratas,
innumerables, puntiagudas,
alucinantes, piratas,
escurridizas, zancudas,
por los rincones, por las escalinatas,
cataratas de ratas,
expectantes y mudas,
selva de dientes, de patas,
enormes, menudas,
mortificantes, peliagudas,
a saltos, a gatas,
agobiantes, cornudas,
lúgubres, insensatas...
Las ratas:
¡las dudas!
Francotirador
Qué lástima nacer, un mundo abierto
distinguir en la sombra y engañarse,
habitado creerse y desplegarse
y fingirse, qué lástima, despierto.
Qué lástima llorar en el desierto,
a tan grave impiedad acostumbrarse,
ser un nombre, llamarse por llamarse,
despertarse sin barcos y ser puerto.
Yo soy un cazador y vivo herido,
qué lástima vivir, y soy un duende,
qué lástima ser duende y despertarse.
Vagaba por el mundo y he venido
a ver el corazón cuando se enciende.
Qué lástima encenderse y apagarse.
Rara síntesis
Todo lo encuentro raro,
muy raro,
absurdo, muy absurdo.
No salgo del asombro.
Y qué asombro tan raro,
tan raro y tan absurdo.
Claro:
todos me encuentran raro.
Y qué absurdo
que todos me encuentren raro.
Y qué asombro
que no se vean raros
y absurdos.
Es muy raro
que vivan sin asombro,
que no vean lo raro
y lo absurdo
que es un vivir tan raro.
Todo es raro, muy raro.
Qué universo tan raro
y qué asombro
y qué morir tan absurdo
y tan raro.
Qué asombro tan absurdo
y qué absurdo tan raro.
Claro:
Todos me encuentran raro.
http://www.nodo50.org/lizania/Novios,%20mamiferos%20y%20caballitos.pdf