jueves, 10 de noviembre de 2011

Choque de aparatos por Salvador García Soto


En Michoacán se produjo el primer encontronazo entre los dos aparatos que se enfrentaran en los comicios presidenciales de 2012: la estructura del gobierno federal, con toda su cauda de recursos económicos y programas sociales, y las estructuras de los gobiernos estatales del PRI que con una bolsa común de recursos respondieron a la ofensiva central en estos comicios locales. ¿Cuál de los dos aparatos será más efectivo y capaz de derrotar al otro? Lo sabremos el próximo domingo.

Por lo pronto, lo que ya puede verse, a unas horas de las votaciones michoacanas, es que el duelo de estructuras confirmó que en Michoacán, como en el resto de México, las elecciones siguen siendo un asunto de dinero. No ganará quien haya presentado las mejores propuestas o la oferta más atractiva al electorado, sino quien tuvo más capacidad económica para invertir en propaganda, para acarrear personas a sus mítines o incluso para poner en marcha estrategias de coptación y compra de votos.

Si la panista Luisa María Calderón llega al final de la contienda alcanzando y, según algunos sondeos incluso rebasando a su contrincante priista, Fausto Vallejo, fue por algo más que carisma o simpatía del electorado, fueron los millones de pesos invertidos en su campaña y canalizados en apoyos federales a cambio de votos en la consagración de la política clientelar de los programas sociales en la era del PAN.

El mismo priista Vallejo reconoció, en una declaración reciente, que el dinero mandó en esta contienda: “Me faltó tiempo y dinero”, dijo, en lo que sonó a un reconocimiento anticipado de derrota y una confesión de parte de que todo el dinero que le inyectaron los gobernadores priistas y el CEN de su partido, no alcanzo para ganarle a las carretadas de recursos que llegaron desde el centro para la campaña panista.

El mismo dinero, aunque en este caso la falta de, que hizo desplomarse al candidato del partido oficial, Silvano Aureoles, quien al no tener el apoyo del gobierno de Leonel Godoy, sometido a una sequía de recursos y partidas desde el gobierno central, nada pudo hacer para inyectarle recursos a la campaña del PRD, además de que tampoco otros gobiernos perredistas, como el de Marcelo Ebrard, apoyaron la campaña de Silvano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Por favor, sean civilizados.